Contarle todo fue una liberación y a la vez una incertidumbre.
Fui a la oficina de su padre. Simule una entrevista de trabajo y aproveche que nadie puede entrar sin una cita o un gafete de persona autorizada. Sabia que no podría seguirme adentro por mucho que o deseara.
James estaba como loco al escuchar todo. Dijo que debía mudarme a su casa, pero eso sería una estupidez, No puedo arriesgarlo así.
Lo que si no pude negarme fue a hablar con la policía. Aprovechamos los contactos de mi suegro para pedirle al detective Sanchez que llegara al lugar sin levantar sospechas.
Ahora esta al tanto y prometió seguridad sin dejarme en evidencia. Espero que esto no termine en una tragedia.