01 de Octubre del 2018
-Si mami, prometo llamarte más seguido, te amo, que descanses.
La joven cuelga la llamada y procede a apagar las luces de la casa, y camina hasta su cuarto, esta muy cansada, se acuesta y se duerme de inmediato. Pocos minutos después una sombra hace aparición. El pobre gato se asusta y sale de la habitación, recuerda muy bien el rostro que hace un mes lo lastimo.
-Bella Mariana, te ves tan linda dormida. Así eres tan mía, puedo acercarme y acariciarte. Eres hermosa y pronto muy pronto se que me amaras y viviremos felices por siempre, yo lo sé. Ahora debo irme porque si me quedo más tiempo cometerse una locura. Tú olor es embriagante. Nos vemos a la hora de la ducha, o más bien yo te veré.