ALINET.
Al levantarme lo primero que siento son mis ojos hinchados, también que estoy en mi cama y donde me quede dormida fue en el piso, y por último que la puerta de mi habitación está abierta.
Entonces me levanta tomo ropa de mi armario y me cambio rápido y salgo. Al bajar las escaleras veo a mi padre entonces siento un peso que cae sobre mi. Me quedo parada sin poder moverme.
—Oh, princesa te levantaste—habla alegremente mientras se limpia la boca con una servilleta—Siéntate—por primera vez en su vida no parece una orden al dirigirse a mi. Yo tomo asiento alerta—Perdona por lo de ayer, Hija sabes que soy lo único que tienes nadie te quiere, yo puedo estar contigo si tu no te metes en problemas,—me toma de la barbilla y me mira directamente a los ojos —No volveré a ser grosero contigo pero tu harás todo lo que yo te dijo¿ verdad?—Asiento.
—No volverá a suceder—el asiente y toma de su jugo.
—Debes de saber que tu imagen importa mucho—asiento—te comportará por mi, ¿verdad princesa?—me mira directo a los ojos.
—Si padre—toma su copa de jugo y lo levanta para que brindemos.
[...]
—Pensé que no vendrías hoy—Aaron me mira mientras me siento.
—Yo también pensé que no vendría, tuve que esperar a que todos se durmieran. Mi papá se puso un poco intenso—Le hago señales a la chica que quiero mi batido. Me da mi teléfono.
—Lo encontré en la camioneta tirado, ¿No dijiste que tu padre nunca esta en casa?—me mira mientras revuelve su café.
—No, nunca esta pero siempre sabe lo que hago, supongo que para que cuide su reputación y eso—el asiente.
—Oye, los chicos quieren verte les agradas ¿Quieres salir mañana con nosotros?.
—Si, ¿Enserió?—asiente—eso seria muy lindo, estoy emocionada por salir—me levanto rápido y le doy un beso en la mejilla.
Editado: 22.12.2019