ALINET.
4 horas antes.
Me siento la persona más feliz de mundo. Realmente siento que cuando estoy con Aaron, todo se me olvida.
Al abrir la puerta lo primero que siento, es un horrible golpe, que me hace caer. La figura de mi padre es lo único que veo, entre toda la oscuridad solo veo su sombra.
—¿Dónde estabas?.
—Y-yo, estaba en.. AHHH—grite cuando me jaló del cabello, hasta estar totalmente a su nivel.
—Creí haberte dicho, que te tienes que comportar, Alinet.
—Perdón, papi no lo volveré a hacer—aún me tenía sostenida por el cabello , su rostro estaba a escasos centimetros del mío, sus ojos me daban miedo, el no era mi padre, al menos no el que yo conocí.
—Por supuesto que no volverás a salir, de eso me encargo yo, princesa—Ay, no otras vez ese horrible apodo. Con su dedo comienza a delinear mis labios, los mira fijamente.
NO, NO, POR FAVOR, NO.
Con la poca fuerza que saque, de no tengo ni la menor idea de donde, lo pise y intente salir corriendo, pero fue inútil, al llegar ala puerta me jalo del cabello, hasta que estuvimos en la sala, mis rodillas arden, mi nariz aún sangra por el primer golpe.
Entonces me sentó en una silla y saco unaa cuerdas de un cajón, y una pistola. Yo comencé a gritar, él se acercó rápidamente a mí.
—Shh, tranquila princesa, esto—comienza a pasar la pistola por la curva de mis senos—es para jugar después—continuó bajando hasta llegar ahí, sonrió y la presionó mas—haras todo lo que papi diga ¿No?, princesa.
Como pude me las arregle para salir de mi estado de shock, y asentí.
—Dilo.
—S-si.
Editado: 22.12.2019