ALINET.
Simplemente no se va a cansar de golpearme.
Mis ojos ya pesan, pero intento no quedarme inconsciente, sé que si me duermo no despierto, ya ni siquiera me duele, solo quiero que termine.
—Necesito hablar con ella, ¿podría llamarla?—su voz..
Aaron.
No estoy sola.
No estoy sola.
¡Despierta!.
—No, esta dormida.
—A-aron—grite con las pocas fuerzas que tenia.
—Eres una maldita zorra—otra cachetada, después otra—Estabas con él, otra vez haces lo mismo, kath no aprendes.
¿Kath?
Kath, ese era el nombre de mi madre.
Pasó tiempo, no se cuanto, pudieron haber sido segundo, horas, incluso días, no lo sé. Mis ojos se estaba cerrando otra vez, pero sentí algo frío en mi piel. Me está limpiando la sangre.
—Cariño, tu nunca aprendes, creí que te había dado tu merecido la última vez—se acercó a mi, iba a besarme.
NO, NO.
Sus labios se juntaron con los míos, era asqueroso, es mi padre, intente morderlo. Soltó un gemido, que me dio ganas de vómitar. Entonces logre morderlo, diría que sentí el sabor de su sangre, pero ya tenía mucha en mi boca por sus golpes, solo logré verla cuando se separo.
Otro golpe.
—Te voy a enseñar a respetrame zorra.
Entonces me quito la blusa, tomo una navaja y comenzó a rayar mi piel como si fuera una hoja de papel, mientras yo gritaba.
—No quiero tener que volver a asesinarte, cariño.
El mato a mi madre.
Mamá.
Después de un tiempo me di cuenta de lo que escribío.
F.
De Franco .
Me escribió su maldita inicial.
Editado: 22.12.2019