Recargo la cabeza en el pupitre, dejando mis manos descansar en el mismo, quizá y dormitar un poco no estaría tan mal.
“Abre los ojos”
Tú de nuevo, ese fue el primer pensamiento que invadió mi mente, al encontrarme con unos orbes cerrados por los cuales caían unas pestañas largas y rizadas. Tan agridulce. Odiaba que se quedara dormido, odiaba verlo en esa posición, entonces, abrió los ojos desde su lugar. Unos ojos briosos, preciosos, inundados en café, con una mirada igual a la de un alma abandonada y amable, tenía miedo de alguien tan puro, bello y oscuro como el.
-¿Qué haces aquí?- pregunte
-No lo se- vacio, como siempre
-¿No lo sabes?, otra vez vienes aquí y no dices nada, comienzo a pensar que es tonto seguir pidiéndote respuestas.
Y ahí estaba esa mirada cálida pero llena de angustia que se introducía en aquellos ojos, como la odiaba , odiaba muchas cosas, pero esa mirada quizá era el conjunto de todas ellas.
“Déjame ir”
-Has estado bien?- pregunto con una sonrisa sincera.- es pascua, es dulce, ¿No?
-Dulce…, mm, si… supongo.
-Once de abril, el día esta soleado, es precioso- decía mientras se acercaba a la ventana conjunta al escritorio del profesor- podríamos recoger algunos huevos de pascua, como cuando éramos niños.
-Si, como cuando éramos niños…
Era tan familiar, como si un recuerdo se impactara profundamente en su mente y perforara su pecho, como si le faltara el aire. Y "el", se acercaba pacifico.
-¿Me perdonas?
-¿Por que habría de perdonarte?-Pregunte dudoso
-Por las lagrimas que has derramado, mira has manchado tu libreta-dijo levantando la libreta del pupitre, sonriendo, mostrando la evidente gota de agua impregnada en la pulcra hoja.
-Te perdono entonces- dije algo distraído, pero con las palabras saliendo directamente del corazón.
-Gracias- Dijo sonriendo, y encaminándose a la puerta del salón.
-¿A donde vas?- pregunte
-A un lugar más tranquilo
-¿A la biblioteca?
-Mmm, tal vez -Dijo con una expresión que no pude descifrar del todo.
-Bien…pero
“Despierta”
“Despierta”
-Hey despierta, ya es hora de irnos- decía mi compañero
-¿Que, espera donde esta ?¿Joshua, qué haces aquí?-dije con voz adormilada
-¿Quién ?-Cuestiono
-El…, el me dijo que iría a…
-El estaba aquí, mm ya veo, y, ¿Qué te dijo?
-Me pidió que lo perdonara-contesto algo extrañado
-Y que hiciste
-Lo perdone
-¿Otra ves has estado soñando con el verdad?
-¿Qué?-contesto algo exaltado
-Oye… murió el año pasado, once de abril, accidente automovilístico, supongo que al fin lo dejaste ir.
-Si, al fin lo deje ir.
“Cuando el sol sea cálido y los arboles se maticen de verde, iremos al mejor lugar del mundo, y veremos muchos animales, como los conejos, tu te pareces a uno, ¿cierto? ”
“Claro; el mejor amigo que pude tener”