Giselle
"Con los años se llega a saber que la muerte no sólo es soportable sino hasta reconfortante".
La reciente información me había tomado desprevenida, dejándome sin habla.
—¿Qué? —Fue lo primero que logró salir de mi boca.
La única vez que le pregunté a Verónica sobre la paternidad de su hija, dijo que solo era suya y de nadie más, y jamás la volví a cuestionar. Mi tía se engancha a mi brazo empezando a caminar con la intención de dar un paseo por los senderos del jardín con la intención de alejarnos de Elián.
—Es una historia bastante larga, Giselle. Verónica ocultó demasiadas cosas.
—¿Verónica tenía algún vínculo con ese laboratorio? —pregunté.
La respuesta de mi tía fue inmediata.
—Sí.
La afirmación ocasionó un sentimiento extraño en el pecho. Una parte de mí quería que fuera mentira y que solo se quedará en una intuición mía sin veracidad.
Mi tía detuvo su andar y del bolso que colgaba de su hombro sacó unas carpetas de colores y un llavero de un personaje de Monsters, Inc. Mike Wazowski hecho en material de silicona. Abrió la primera carpeta, en ella se hallaban varias hojas rasgadas como si las hubieran arrancado de afán, en ella estaba toda la información personal de mi hermana.
—El nombre de Verónica Wester Cobos fue borrado del sistema y de cualquier archivo tecnológico o impreso, nadie sabe que trabajó en ese lugar y no van a llegar a ti ni mucho menos a la niña. Así que, no te preocupes.
—Ok —Sus palabras me tranquilizaron por un segundo, antes de que Katherine continuara hablando.
—En esta USB —Lo que parecía ser un llavero, resultó ser una memoria USB cuando mi tía lo abrió y dividió el muñeco de silicona en dos—, y en las carpetas yace la información que responde a muchas de nuestras dudas, una de ellas, quién era el padre de la niña. Verónica conoció a Billie Thomas Johnson dos años atrás cuando ya le habían diagnosticado VIH sida, ese hombre le prometió una cura a cambio de que trabajara con él en el laboratorio, no sé cuál era la labor de ese sujeto en ese lugar, no hay ninguna información al respecto y solo supongo que era un científico de mierda más de ese laboratorio.
—¿Qué era lo que hacía Verónica en ese laboratorio? —pregunté aún sin poder creer lo que estoy escuchando.
Mi tía sacó algunas imágenes, en ella había una persona con un overol blanco que cubre todo el cuerpo, la persona de la imagen clavaba una inyección a un infante de unos nueve años. Luego otra y reconozco la niña de la imagen, Wendy la pequeña que me abrazó esta mañana quizás confundiéndome con...
—Ellos son como algo parecido a las Betas.
—Sí, a diferencia de las Betas que donan su cuerpo voluntariamente, estas personas están ahí en contra de su voluntad, unos han sido secuestrados y otros engañados. Son expuestos a un montón de mierdas sin importarles ni un poco su bienestar.
La imagen que tanto admiraba de mi hermana se desvanece y me envuelve una inmensa decepción que aumenta con cada foto que veo.
Mi tía continuó:
—Después de unos meses Verónica empezó un amorío con ese hombre. En mayo del año pasado se dió cuenta que estaba embarazada de Billie, tenía cuatro meses de embarazo. Danae fue la única que sabía que Billie había ido repetidas veces a buscar a Vero a casa, Verónica le confesó a Danae que ella no le gustaba mucho que él fuera a buscarla a Halton Hills porque no le generaba mucha confianza, así que tampoco le habló de ti, él no sabía que tenía una hermana y menos que era una médica cursando un máster en Ciencias Bioquímica porque sabía lo que Billie hubiera pensado o querido de ti.
—¿Danae sabía lo de Verónica y Billie?
—Algo —respondió haciendo una mueca—. Dane los vio en repetidas ocasiones, Verónica le hizo jurar que jamás te lo diría porque podía colocarte en peligro. La última vez que estuve de visita en tu casa Danae me dijo que el accidente de Verónica no parecía ser un accidente, pero luego dijo que a veces pensaba cosas muy tontas y que era paranoica, pero también mencionó la existencia de Billie Thomas Johnson en la vida de Vero. Esa pequeña confesión me facilitó la búsqueda de información.
Por un momento pensé que, si Danae hubiera sabido desde un inicio lo de la bebé de Verónica y los negocios que tenía con Billie, me hubiera ahorrado de vivir muchas mierdas que pasaron.
—No sabía que Verónica estaba haciendo, jamás dudé de ella, nunca la creí una mala persona. Hizo esto buscando su bienestar propio olvidando el daño que le estaba causando a personas que como ella no se merecían lo que padecían —dijo mi tía expresando una clara decepción hacia Verónica.
—¿Y el accidente? —pregunté.
—No encontré nada al respecto.
—¿Billie?
—No se encuentra mucha información de ese hombre, es muy escasa y pareciera como si se hubiera evaporado. Lo que sí encontré es que él estuvo en el hospital de Halton Hills el día que Verónica dio a luz y falleció, Johnson llegó media hora después. —Me enseñó otras imágenes impresas de la cámara de seguridad del hospital en donde revelaba su ingreso al hospital siendo acompañado por los mismos hombres con los que fue a buscarme esa noche a mi casa—. El video de seguridad está en la USB, no está completo, no sé qué pasó con el resto.
Recuerdo muy poco de aquella noche del 15 de julio la cual considero la peor de mi existencia, sentí que todo pasó tan rápido que luego de que salí de esa sala en la que había dejado a mi hermana, fue como si hubiera dormido, ignoré por completo mi entorno y me sumergí en los pensamientos de mi mente. Pero tengo un recuerdo muy vago, de cuando la enfermera Jessica Brown se acercó a mí y me dijo algo de un hombre.
—Ese hombre se ve aterrador, tiene una mirada tan penetrante que da escalofrío —dijo ella entre disgustada y nerviosa.