Black

CAPÍTULO FINAL

Recuerdo para los muertos
 


Giselle

"La catástrofe química ha dejado a más de 13 mil víctimas"

"Murieron al redor de 1.500 personas que hacían parte del personal de Baldorpharma".

"Se confirma que los hermanos Keynes McLean, Elián Keynes, Vanya Alexandra Keynes y Canon Keynes murieron dentro de las instalaciones de la industria debido al inhalar el isocianato de metilo siendo victimas de la catástrofe química. Le mandamos el pésame a su familia".

"¡Fuerte noticia! Al parecer los allegados de las vitaminas que fallecieron debido al accidente químico se alzó en protesta, en grupo numeroso vandalizaron e incendiaron la industria farmacéutica, Baldorpharma y piden la total destrucción de la estructura. Los padres de los jóvenes estudiantes se han acercado a dejar flores y velas alrededor de la compañía amarrando listones amarillos en el rejado y a la vez que han llenado de oraciones el lugar".

Los dos últimos meses los noticieros y los periódicos no hicieron más que hablar de lo sucedido en la industria farmacéutica.

Sobreviví al compuesto químico, pero también me llevé las secuelas de por vida; problemas respiratorios y amnesia temporal.

Al principio fue muy difícil, perdí la memoria de los últimos seis meses vividos, estaba pasando por un proceso de gestación en donde no recordaba al padre de mi hija ni el momento de su creación, el tener que sopesar la muerte súbita de mis dos mejores amigos y de mi sobrina a la cual tenia que haberle salvado la vida.

Días de sufrimientos y noches de pesadillas fueron los que me atormentaron los dos primeros meses. La lidia de mi embarazo, el dolor intenso en el cuerpo que ocasionaba, me dio preeclampsia, diabetes gestacional y anemia.

Llegué a un puto donde me desesperé al no poder recordar nada cosa que llevó a una profunda depresión y a hundirme en la tristeza, todos los días lloraba, no quería pararme de la cama y mucho menos alimentarme.

Solo sabía por boca de Katharina Wester que el padre de mi hijo era Elián Keynes McLean mi superior en la investigación para la cual estaba trabajando y con el cual había entablado una relación amorosa/sexual con él en los últimos meses.

Luego llegó de Ámsterdam tres meses después a de la catástrofe Filip Gregory Baldor antiguo presidente de Baldorpharma, según él éramos buenos amigos y habíamos sido cercanos en los últimos meses, dudaba de cómo había pasado eso, pero le creía. Con su llegada vino un rayo de luz y de esperanza con una propuesta que cambiaria el rumbo de mi vida.

—Ven conmigo a Ámsterdam, trabajaras en uno de mis hospitales, en el que tú quieras y en el área que desees.

—Filip, no lo sé, no me llama mucho la atención Ámsterdam —fue la respuesta que le di a la primera.

—¡Te encantara! Es un lugar muy increíble en donde podrás hacer muchas actividades día a día que te mantendrán ocupada —insistió—. Podre ayudarte con el hospedaje y el viaje... no lo sé, piénsalo al menos como una invitación para que vayas de turista si quieres.

«Estaría sola en Ámsterdam» fue lo primero que pensé, pero... «También estaría sola en Canadá».

Así que, decidí aceptar la invitación Ámsterdam yendo en calidad de turista y lugar en el que pasaría solo un mes, pero las atenciones y el tiempo de calidad que me brindó Filip hicieron que extendiera mi estadía en el lugar pasando tres meses a su lado, mientras mi embarazo avanzaba y mi vientre crecía muy lento lográndose notar muy poco teniendo ya 7 meses.

—Quiero tener mi hija en Canadá —le comenté Filip para que este supiera que partiría devuelta a mi ciudad natal en una semana.

La tristeza en su rostro fue evidente, habíamos pasado tres meses y él siempre decía que se estaba acostumbrado a mi presencia durante su día a día.

—Después vendré a vivir y trabajar acá —secundo haciendo que le iluminara la cara a Filip con una evidente sonrisa de felicidad.

—¿Puedo abrazarla? —asentí dejando que él me envolviera en sus brazos— Sabes que siempre eres bienvenida.

Dijo besándome la coronilla. Me aparté un poco mirándolo si decir nada, Filip era sin duda un hombre atractivo, cabello castaño, ojos azules, de alta estatura y cuerpo grande y atlético, su personalidad es encantadora, aunque también es imponente en lo laboral y muy inteligente.

Filip vino conmigo a Canadá, yo renté un departamento pequeño solo para pasar los cuatros meses que pasaría en Halton Hills. No vendí la propiedad, pero era demasiado grande para mí y no quería quedarme más ahí.

Desempacando mis cosas hallé algunos regalos de la última navidad que no recordaba, entre ellos estaba el libro del principito con las frases subrayadas y en la primera página había una pequeña nota azul pegada a la hoja:

Hay cosas que ni la ciencia podría explicar; y jamás podría explicar el amor, la anhelación y el insano deseo que siento por usted, Giselle Wester.

Black



Los ojos y la nariz me arden con la nota.

Procedo a tomar un cofre para abrirlo y es un collar y unos pendientes de lágrimas, los saqué de ahí y mis ojos se abrieron con la alucinación, eran unos pendientes de oro y de gema azul. Mi tía me explicó que fue un regalo que él, me dio en un viaje que hicimos a Suiza.

No lo recordaba, pero esperaba haberlo querido tanto que ese cariño alcanzó para que tuviera una bella hija con él.

El parto llegó y Filip estuvo conmigo desde que entre al hospital, hasta en el quirófano y hasta mi salida. Tuve a mi hija por parto natural y todo salió a la perfección, bastante sana, a decir verdad. Su cabello es negro y su piel es blanca, Filip me dijo que eran características del físico de su padre, pero sacó algo de mí, los ojos azules, al perecer con una heterocromía central, son azules, pero el centro del iris es un café miel tirando a dorado.



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En el texto hay: cienciaficcion, drama, muerte

Editado: 16.01.2024

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