Olivia
Abrí mis ojos, mi vista estaba nublada, la cabeza me dolía, traté de mirar a mi alrededor, después de unos segundos cuando por fin pude enfocar mi vista me di cuenta de que estaba en una habitación de hospital.
—¡Qué rayos!...¡ah!— Grite de dolor al mover mi mano.
— Olivia — mi madre entró a la habitación rápidamente.— ¿Estás bien? Hija me diste un gran susto por dios — comenzó a llorar.
— Algo se atravesó en el camino mama y nos hizo perder el control... Creo que era un perro o algún ciervo.— aún estaba algo confundida, mi cerebro no asimilaba que me encontraba en el hospital.
— Lo sé cariño, Liam nos contó lo que pasó— me acarició la cabeza.
— Él... ¿Está bien?
—Si cariño está bien, solo con unos cuantos raspones y moretones, pero está bien, no te preocupes, es un chico muy atento, ha estado aquí esperando a que despertaras.
— Mamá...— hablé nerviosa —creo que durante el choque pude recordar algo sobre el día de mi accidente ¿Sabes si yo huía de algo?
—Cariño tienes que descansar—evadió la pregunta — tendremos tiempo para hablar cuando salgas de aquí y estés recuperada.
—Mama esto es importante...— Llego un doctor y una enfermera interrumpiendo, se acercaron a mí y me revisaron, y comentaron que estaba fracturada, genial tenía una fractura en mi brazo izquierdo, mi madre aprovechó para salir a comer algo en lo que los doctores terminaban.
— Hay que tenerla en observación —el doctor le dijo a la enfermera— tienen que estar al pendiente de sus signos cardíacos acabo de revisar su historial médico — la enfermera asintió — En un momento más te traerán algo de cenar— me sonrió el doctor y salieron de la habitación. Me encontraba sola así que cerré mis ojos, mi sueño apenas se tornaba pesado cuando desperté por el alboroto que había afuera, se había ido la luz y no encendían las luces de emergencia, me senté en la cama y escuché como la puerta de la habitación dio un portazo, pero no podía ver nada.
— ¿Mamá?...— Odio la maldita oscuridad, dios mío ayúdame que no me salga el chupacabras o algo. Busque algo de la mesita de un costado algo que sirviera para defenderme, tome algo creo que era un termómetro —Seas quien seas estoy armada y no dudaré en usarlo— apuntaba con el objeto, comencé a escuchar pasos acercándose a mí rápidamente mi respiración se empezó a acelerar
—¿En serio, armada con un lápiz? — Apareció Liam alumbrando la habitación con su teléfono celular.
—¡Liam! En verdad quieres matarme de un susto
—Lo siento— comenzó a reír —¿Cómo sigues?
—Con una fractura, — suspiré y le mostré mi brazo enyesado, en ese instante regresó la luz.—¿Y tú?
—Bien, mucho mejor que tu — sonrió, pude notar que tenía una herida en la frente, la tenia tapada con una gasa y como dijo mi madre uno que otro rapon— Siento no haber podido esquivar ese animal en la carretera…
—No te preocupes, no es nada de otro mundo ya me he fracturado antes— sonreí y le di el lápiz invitando a que lo firmara.— duele más cuando es la pierna.
—¿En serio? ¿Qué te paso?— dejó el lápiz en la mesita y lo remplazo con una lapicera y comenzó a hacer dibujos en el yeso.
—No lo sé...— suspiré— iba en mi motocicleta, no recuerdo qué fue lo que pasó, solo recuerdo despertar en una ambulancia y de ahí se me reinició el Windows — Comenzamos a reír—ahí llegaron mis problemas cardíacos.
— ¿Tenías una motocicleta? Interesante eras chica mala — me miró rápido con una sonrisa en sus labios para volver su mirada al dibujo que hacía.
— Recuerdas que me preguntaste dónde había aprendido a golpear, pues te diré que ahora mismo soy la mejor versión de mí de lo que pude haber sido antes— Me entregó la lapicera y mire mi brazo.
"Et cum semper ibi oportet me et ego promitto" era una frase junto a un símbolo que tenía algunas rosas.
— ¿Qué significa?...
— Averígualo tu misma, ¿Tienes hambre? — saco un sándwich de la mochila que llevaba.
—Dijeron que me trairian algo de cenar...
—Anda cómelo,— lo puso en mi mano— la comida del hospital sabe a basura — se sentó en la cama solo a observar mientras comía, tiro la basura y se puso a ver todos los medicamentos que tenía conectados
— bueno, me despido por hoy, mañana vengo con las cosas para el proyecto, no quisiera sacar mala calificación por tu culpa, es mi primera semana aquí y ya me enredé con la chica problemática— río
— ¿Mi culpa?— lo miré sorprendida, mientras él caminaba hasta la puerta.
— Buenas noches, señorita —salió del la habitación sin dejarme defenderme.
— Buenas noches... Liam
Liam
Me fui del hospital, con un puñado de emociones que no comprendía, que rayos me está pasando, mi padre tiene razón no debería de preocuparme, ella es una humana que ni si quiera conozco ¿Debería de ocuparme en mis cosas y alejarme de ella. Paso un día completo donde me la pasé pagando por la calle, sin ir a casa, llegue un día después haciendo estragos en ella, mis emociones hacia Olivia estaban descontroladas, no podía creer que por más que les suplique a mis padres no quisieron ayudarme, simplemente me ignoraron.
— Hijo... — golpee la pared con furia— ¡Ella iba a estar bien de todas formas!— dijo mi madre nerviosa.
— ¡No tenía que haber sido así! — Grite, golpeaba más cosas mientras mi padre intentaba detenerme — ¿Cuál es el problema? Por qué no la ayudaron maldición.
— ¡Hijo, no podíamos hacer nada! — mi madre me tomo con fuerza por la espalda — de alguna u otra manera los Ventrue…
— ¿Qué tienen que ver ellos aquí? — me detuve.
— Ellos causaron el accidente — hablo mi padre — quieren deshacerse de ti, no quieren que encuentres a Cassandra, Olivia simplemente estuvo en el lugar equivocado con la persona equivocada, quieras o no te tienes que alejar de ella si no quieres causarle más problemas.
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Editado: 04.07.2024