Liam
La música en mi coche sonaba a todo volumen, los cristales de las ventanas que iban cerradas vibraban con el sonido, el aire y la brisa de la lluvia que caía chocaba contra mi cara, tome una ruta diferente hacia la escuela quería verla, al final era la única persona cercana que tenía y que podía llamar amiga en este pueblo, tomé mi teléfono baje el volumen de la música y marque su número poniéndolo en altavoz.
—Hola...— su voz se escuchaba adormilada.
— ¿Te desperté?—reí un poco, me la imaginé, acostada en su cama con el cabello revuelto.
— ¿Quién habla?—escuche como se movían las cobijas de su cama.
—Drácula— bromeé un poco —soy tu mejor amigo.
— ¿Qué mejor amigo...?—se quedó en silencio unos segundos— Liam...¿Quién te dio mi número y porque me llamas? Son las... ¡3:00 AM!— suspiro —¿Cómo me deshago de ti? Esto puede contar como acoso ¿Lo sabes? Se suponía que te debí de haber caído mal— se quejo.
— Respuesta incorrecta, eres mi guía personal, no puedo estar solo, no lo digo yo, lo dice el director— Estacione mi coche.
—Estoy Dormida... eso solo vale en la escuela, te colgaré, déjame descansar, mi mano comienza a doler por tu culpa ¿Sabes que tengo que levantarme temprano para ir a la prepa verdad? Y si sigues molestando no iré y sacarás mala calificación.
— Si lo sé, y dime ¿tú sabes que entramos a las 7:00 am y son las 6:00 am?— escuche el ruido de las cobijas moverse.
— ¡Maldición!, es tarde y no llegaré, ¡Maldito despertador! — Reí un poco—Te tengo colgar, adios — me colgó el teléfono, salí del coche cerrando la puerta tras de mí, camine por el pasto hasta llegar a la puerta de madera, toque con mis nudillos un par de veces.
— Hola— me recibió la señora Smith, con una sonrisa — buenos días ¿Liam verdad? Que gusto verte de nuevo.
— Sí... Buenos días, señora pasaba por aquí y quise ver si Olivia quería que la llevara a la escuela, ya sabe por lo de su brazo, es lo menos que puedo hacer por ella.
— Pues llegaste en buen momento, pasa para que no te mojes — entré y cerró la puerta tras de mí — ¿Quieres desayunar? —Camino hasta la cocina y yo asentí mientras ella tomaba un plato y me servía unos hot cakes— sabes, me caíste como milagro del cielo, hoy no podre llevar a Olivia a la escuela por mi trabajo, tengo que llegar temprano a la oficina, se suponía que se levantaría más pronto pero está niña...
— Yo la llevo no se preocupe, igual puedo dejarla a la salida —tome el plato y me senté en la mesa a comer— está buenísimo— le sonreí al dar el primer bocado.
—¿Cómo están tus padres?— Dijo mientras lavaba unos platos.
— Bien... casi no salen de casa.
—Si, lo supongo tengo mucho que no los veo, sabes tu padre nos ayudó mucho con el incidente de Olivia, fue cuando tú padre todavía tenía puesto en el gobierno…
—¿Usted conoce a mis padres?
— ¡Mamá! Dónde está mi mochila—Olivia interrumpió gritando en el segundo piso y su madre solo me miró riendo—¡Olvídalo ya la encontré! ¿Sigue lloviendo? ¿Y el paraguas? Mamá... — sus pasos apurados se escuchaban bajando la escalera, hasta que llegó a la cocina— Mamá porque no..., ¿Pero qué haces aquí? — dijo confundida.
— Te llevaré a la escuela— me levanté de la mesa junto con mi plato para llevarlo al lavadero.
— ¿Y... como por qué?—se cruzó de brazos y miro el plato— ¿También desayunó aquí?— miró a su madre confundida.— ¿A qué hora llegaste?
— Hija lo siento, no te podré llevar hoy, me llamaron del trabajo— Olivia la miro aún más confundida.
— ¿Trabajo? ¿Qué trabajo? ¿Tú llamaste a Liam? — frunció el ceño.
— No hijita él llegó solo — tomó su bolso y caminó hasta la entrada con Olivia detrás de ella — te quiero hija—beso su frente y se fue, dejando a Olivia parada viendo la puerta.
— ¿Nos vamos?— me recargue en la pared y ella rodó los ojos, tomó su mochila, un par de hotcakes en una servilleta y salió.
Olivia
No sabía que decir, porque se comparaba así, no es como si fuéramos amigos de toda la vida y él está actuando de esa manera, como si me conociera, si le ayudé con la escuela por ser el nuevo y que hubiéramos hecho la tarea juntos no nos convierte en los mejores amigos, ¿O si? esta situación me da escalofríos, aunque tal vez he llegado a pensar que solo le doy lástima, claro eso debe ser, se siente culpable por mi brazo roto. Ya íbamos en su coche, parece que como lo dijo su padre se encargó del asunto dándole otro nuevo, íbamos callados en ocasiones sentía su mirada sobre mi, el silencio en el auto me estaba poniendo de nervios, no soy de estar muy callada y ni siquiera música ponía…
— ¿Estás bien? — me miró fijamente con una pequeña sonrisa en los labios
— Si ¿Por qué no debería de estarlo? tengo el brazo partido en dos — lo miré y él negó con la cabeza.
— Yo solo preguntaba — se quedó en silencio de nuevo.
— Bien— he notado que él hace que mi ansiedad brote al mil.—¿Por qué viniste por mí?
—No quiero que faltes a clases, no expondré solo.
—¿Y eso te hace pensar que yo quería que pasaras por mí?
—No lo sé, igual si quieres bajar me detengo, no creo que quieras llegar empapada a la escuela, aparte no sé qué es lo que sientes Olivia, no puedo ver todo lo que pasa por tu cabeza…yo solo quise ser amable
— ¿Amable? — lo mire fijamente — eres demasiado raro, a veces siento que eres un ser sobrenatural o algo así.
— Olivia ni que fuera un vampiro — dijo mientras comenzaba a estacionar el auto yo solo lo observaba, bajó del auto y se dirigió a abrir mi puerta, baje y me susurro— Solo intento remediar lo del accidente, no te creas tan importante.
—Que alivió... creí que te habías enamorado de mí o algo asi, gracias por tu lástima, —golpe su hombro— nos vemos en clase — dije nerviosa y me fui casi corriendo.
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Editado: 04.07.2024