Capítulo 14.-

Liam

El director nos dejó ir de la escuela porque habían llegado investigadores, querían determinar que el incendio no hubiera sido provocado aunque claramente lo fue. Max como siempre invito a comer a Olivia, es como si se la pasaran coqueteando con ella todo el tiempo no entiendo qué le pasa.
Antes de ir a desayunar llevamos a Olivia a que se cambiara de ropa porque toda estaba llena de manchas negras, después de unos minutos llegamos a un pequeño restaurante junto con Ruth, Ken y Olivia, comenzamos a comer y estuvimos conversando un rato, quisimos sacarle información a Olivia sobre dónde estaba, pero ella seguía diciendo lo mismo que estaba en el salón de clases no entiendo que quería ocultar... Mi teléfono comenzó a sonar, vi la pantalla y era mi madre... —Hola — conteste.

—Liam tienes que venir a casa ahora mismo — Olivia me observaba con curiosidad, me levanté de la mesa y caminé fuera del lugar.

— ¿Por qué, qué pasa?

—Tenemos visita hijo, —suspiro— los Ventrue están aquí... — colgué el teléfono y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

—Lo... lo siento, me tengo que ir — hablé nervioso y comencé a tomar mis cosas.

— ¿Todo está bien? — preguntó Max con el ceño fruncido.
—Si solo... mamá se siente mal, tú quédate aquí con ellos.— Lo mire fijamente y él asintió, sabía ya lo que estaba pasando
Salí a toda prisa del restaurante, en cuanto pise fuera, comencé a correr, aun que soy veloz saber que esas malditas ratas estaban en mi casa parecía como si tardara una eternidad en llegar,como si mi velocidad no fuera suficiente. Comencé a divisar mi hogar, pare solo para tomar un respiro antes de acercarme a la puerta, la abrí con brusquedad tirando un florero que se encontraba en el recibidor, al entrar me encontré con mi madre saliendo de la cocina con dos tazas de café, camine hasta la sala y ahí estaban sentados Caleb Ventrue y Damián Ventrue junto con mi padre que parecía estar en un trance.
—Valla, valla, miren quien llego, el mayor de los Coleman —Damián tomó una taza de café y le dio un sorbo —Liam, hace mucho no veo a tus hermanos y hermanas — rió y dejó la taza en la mesa de la sala —sabes la guerra con tu clan había terminado hace muchos años gracias a tu padre quien nos aseguró que no sabían nada de Cassandra desde su supuesta muerte.

—Nosotros no sabemos nada de ella — dije y comencé a sentir un dolor infernal que hizo que cayera en el suelo, Damián estaba utilizando su fuerza mental en mí.

—Sabes qué vida con vida se cobra, me quitaste a mi hermano — se acercó a mí tomándome de la mandíbula encajando sus grandes uñas en mi piel. — ¡¿Creías que lo olvidaría?!

—¡No sé de qué diablos hablas!— grité retorciéndome del dolor.

— ¿Has escuchado el dicho? Ojo por ojo y diente por diente — me miraba fijamente, haciéndome gritar— Cuida bien a esa indefensa chica descendiente—carraspeo su garganta—como es que se llama...o si Olivia, ten por seguro que el coco vendrá por ella de nuevo y esta vez si morirá.

— ¡Maldito cobarde tú incendiaste el gimnasio!...

— Shhhh, claro que no, no me levantes falsos los méritos son de Dante— río un poco— mis méritos se hacen ver por si solos — entro en mi mente mostrándome el accidente que Olivia tuvo hace algunos años , me mostró lo mismo que vi al tocarla.— pero esto ya lo sabías, me viste en los recuerdos de Olivia — se burlo— te dejaré en claro algo Liam, Olivia morirá así que ¡no te involucres!— me soltó y salió desapareciendo junto con su hermano.

— ¿En serio, mamá? ¿Les traes café? — reclame mientras me incorporaba, mire a mi padre que seguía sentado viendo un punto fijo en la pared, me acerque a él y toque su frente, Damián había puesto una barrera en su mente para que no pudiera moverse ni intervenir en nada, esa barrera se rompió después de unos minutos de que los Ventrue estaban lo suficientemente lejos de nosotros.

— ¡Dónde están esos infelices!— grito mi padre al reaccionar.

—Mamá los dejó ir...—ella me miro sorprendida y se fue indignada a la cocina —¿padre crees que sea prudente contarle a Olivia lo que en realidad es?

— Creo que deberías alejarte de ella antes de que sea tarde hijo.