Capítulo 27.-

Olivia
Abrí los ojos, encontrándome en casa de Liam, me senté rápido en la cama tratando de analizar en qué momento había llegado aquí, lo único que recuerdo es que paseaba con Amber y lo demás era borroso, me levanté y salí de la habitación camine por los pasillos hasta llegar a la cocina donde todos desayunaban.

—Cariño que bueno que ya te levantaste— me recibió mi madre con un abrazo.

—Olivia sírvete lo que gustes— dijo la madre de Liam

—Así estoy bien, gracias — mire fijamente a Liam haciéndole señas para que viniera conmigo — iré… a cambiarme — camine de vuelta al corredor y me quedé ahí esperando a Liam.

—¿Qué haces? — apareció Max sobresaltándome

—¡Maldito! —Grite y le lance un golpe el cual esquivo.

—Tranquila Rocky — se burló — creo que es verdad lo que dicen de ti en la escuela — se recargó en la pared de enfrente con los brazos cruzados.

—¿Qué se supone que dicen de mí? — lo imite cruzando me dé brazos.

—Que eras una bulliadora y golpeabas a cualquiera que se te atravesará en tú caminó.

—Eso no es verdad— suspiré harta —¿Quién te lo dijo?

—¿Para qué quieres saber?— soltó una risilla

—Para partirle la cara — hable sería y lo amenace con golpearlo.

—Pequeña humana, —se me acercó retante y puso sus brazos sobre la pared acorralándome—¿Sabes que con un solo dedo puedo arrojarte hasta la casa del vecino?— sonrió, tenía razón, aún no asimilo que ellos no son normales.

—Olivia—La voz de Liam hizo que Max se alejara de mí —¿Todo bien? —asentí.

—¿Por qué no debería de estarlo? —Max camino por el pasillo chocando el hombro de Liam.

—¿Qué le pasa? — le pregunté algo confundida, —desde el día del viaje cuando se sentó junto a mí en el autobús se ha compartido raro.

—Él siempre ha sido raro— paso su brazo sobre mis hombros y caminamos hasta su habitación.

—Liam, como llegué aquí, no recuerdo haber subido al autobús ni regresar— me senté en la silla de su escritorio mientras él buscaba ropa en su armario.

—Creo que fue por qué te pasaste de copas…

— ¿De copas? — fruncí el ceño

— El dueño del rancho nos llevó tequila a la bodega como agradecimiento por el trabajo arduo y tú y — se quedó en silencio unos segundos— tú y Amber bebieron hasta desmayarse.

—Yo y Amber — solté una carcajada — ni en sueños con esa maldita víbora —Liam me miró preocupado y dejo lo que hacía.

—¿Qué dijiste? — se me acercó lentamente.

—Te creería si hubieras dicho que me emborrache con Ruth, pero ¿Con Amber?... ¿Qué pasa? — pregunté al notar su cara sería.

—No es nada — me sonrió.

—¿Seguro? —él asintió— todos están muy raros el día de hoy. Iré a casa de Ruth— me levanté de la silla y caminé hasta la puerta— ella me contará qué sucedió.

—No… Olivia — se interpuso en mi camino—No puedes ir.

—Ya deja de bromear y déjame salir — traté de empujarlo, pero fue en vano.— reí, pero al verlo supe que algo malo realmente estaba pasando.

—¿Qué pasa? — se quedó en silencio —Liam... ¿Le pasó algo Ruth? — hablé nerviosa, el suspiro y puso una de sus manos sobre mi cabeza haciendo que todo lo que pasó volviera a mi memoria — No... — di un par de pasos hacia atrás — ella no, Liam dime qué ella está bien.— comencé a llorar como si tuviera todo atorado, Liam trataba de abrazarme, pero no lo dejaba.

— ¡Basta! — grito y me rodeo con sus brazos.

—¿Dónde está?— hable entre sollozos.

—Te llevaré con ella— beso mi frente y salimos de su habitación, bajamos las escaleras y después caminamos por un largo pasillo, donde al final había una puerta pequeña, al abrirla había más escaleras que parecía conducían a un sótano, bajamos y había algunas celdas, todo a mi alrededor parecía ser demasiado lento, como si el tiempo no corriera, mire a Amber sentada en la esquina de una de esas celdas, me miró con confusión para después cubrir su rostro con sus rodillas. Sin pensarlo ya estaba parada frente a una camilla de metal cubierta por sábanas — está en un estado de agregación... Dónde para su cuerpo no está pasando el tiempo.
—Ruth... — quite la sábana lentamente, estaba como si estuviera profundamente dormida — me abrace a su cuerpo inerte y continúe llorando, esto no podía quedarse así, ella no moriría en vano, Cassandra y los Ventrue deben ser destruidos.

....Lesat, es hora de despertar....