Capítulo 30.-

Liam

La vi llegar horas más tarde a casa con el libro viejo entre sus manos, odiaba no poder acercarme a ella, extrañaba a Olivia y odiaba que Lesat estuviera controlando la completamente. Hablo con su madre durante varios minutos cuidando que nadie la escuchará de ninguna forma, horas más tarde salieron de casa con sus maletas sin decir nada.
—¿Papá? — caminaba por la casa para encontrarlo.

—Estoy en la sala hijo...— camine hasta el y lo encontré leyendo un periódico tranquilamente

—¿A donde fueron?

—¿Quienes? — me miró un segundo para volver a su lectura.

—Olivia y su madre...o Lesat y su madre

—Volvieron a su casa hijo — cerró el periódico y me miró fijamente

—Por que las dejaste ir, Olivia está en peligro, Casandra ...

— Siéntate—me ordeno y lo hice algo molesto — ella estará bien, la reina Lesat sabe cómo defenderse, Olivia estará a Salvo mientras Lesat tenga el control.

—Ese es el problema Papá Olivia está en peligro mientras Lesat este en su cuerpo, tal vez ella nunca la libere y...

—Ese siempre fue el destino de Olivia Liam— suspiro— ser el envase para el espíritu de la reina y tenemos que aceptarlo, solo ella puede acabar con los clanes que no están de acuerdo con la alianza

—No estoy de acuerdo.

— Solo sigue tu vida hijo, vuelve a la escuela antes de que levanté la sospechas, sigue tu camino como lo hará Lesat — me levanté furioso del sillón, con esto mi padre me confirmaba que lo que Lesat dijo de dejar a Olivia después de terminar con lo Ventrue solo eran mentiras para que yo no le insistí era más con lo mismo.
Sali de Casa, subí a mi auto y conduje hasta el palacio de nuevo, si quería liberar a Olivia, tendría que aliarme con el enemigo. Casandra al final era una hechicera de magia negra, ella sabría la forma de separar el espíritu de Lesat del cuerpo de Olivia aún que el destino de la alianza se pierda.
Baje de mi auto y entre al palacio

—¡Casandra! — grite —¡Se que estás aquí, sal de dónde quiera que te escondas! — mire a mi alrededor. —¡Tengo un trato que hacer contigo, te ayudaré a matar a Lesat de nuevo!

—Eso si me interesa — apareció sentada en lo que quedaba del trono— Liam, estoy muy sorprendida, debo admitir que jamás pensé que esto pasaría— se acercó a mi — y voy a adivinar, lo haces por la humana— sonrió

—Lesat ya tomo su cuerpo— la sonrisa que tenía en su rostro se deformó — vendrá por ti y por los que quedan de los Ventrue y los destruirá.

—Esa hija de perra...

— Puedo ayudarte a detenerla... — me miraba incrédula

— ¿Que quieres cambio?

— Devuélveme a Olivia.

— Para hacer eso tengo que separar sus almas cuando Lesat este apunto de morir.

—Te conseguiré el grimorio...

—No lo necesito — me interrumpió— ya tengo parte de el — aparecieron unas cuantas hojas rotas en su mano — las tome antes de que tú reina las tomara.

—¿Me ayudarás? — extendí mi mano.

— Claro Liam será como en los viejos tiempos.
—Si nos vamos ahora estará sola en su casa...

—Tranquilo vaquero, tenemos que esperar la luna llena para que el hechizo funcione y eso es en una semana, exactamente el viernes.

—¿Que hago en lo que llega el día?

— Trata de que no sospechen de ti, nos vemos aquí ese día, antes de que la luna se encuentre en el punto más alto— desapareció dejando el lugar nuevamente en silencio

Un par de días pasaron y volví a la preparatoria con la esperanza de ver su rostro aún sabiendo que ella no estaba ahí.

— Joven Liam que milagro que nos hace el honor de volver a clases — dijo la profesora al verme entrar por la puerta — desde el paseo rural que no lo vemos.

— Estuve con Influenza por eso no asistió a clases— le entre un justificante medico falso.

—¿Y su hermano también está enfermo? Tampoco vino ...

—Si profesora— apareció Max entregando otro papel en sus manos— somos hermanos por ende vivimos en la misma casa y es obvio que me voy a enfermar capta.— algunos compañeros comenzaron a reír

— Vallan a sus lugares, llevaré esto a la dirección, regreso en 5 minutos, no quiero desorden.

—¿Que haces aquí Max? Creí que te irías a vivir con Oli...Lesat

—Mi padre me envió a cuidarte, le preocupa que hagas alguna tontería.— me di media vuelta y me senté en mi lugar.

—Liam hola— se acercó Amber a saludarme — estoy controlando mi hambre— mientras ella hablaba vi a Olivia entrar por la puerta del salón — el otro día casi mordí a mi padre pero me aguante las ganas de ... ¿Me estás escuchando?

—Si Amber te felicito— hizo una pequeña rabieta al ver que en realidad no la escuchaba y se fue a su lugar, Lesat se sentó a mi lado sin siquiera mirarme.— ¿Como está Olivia?

—Yo estoy bien gracias por preguntar Liam— la mire mal y ella solo se rió— tu novia está bien, ella sigue dentro de mi cabeza.

—El viernes es nuestro aniversario— mentí, de alguna forma tenía que hacer que Olivia fuera conmigo.

— ¿Y?

— Déjala salir ese día, quisiera que podamos pasar el día como lo planeamos.

—Claro que no,— saco sus cuadernos— no puedo arriesgar e a qué ella no quiera volver.

—Solo un par de horas, no te pido todo el día, déjame despedirme de ella— me miró incrédula— me iré de aquí después de esa noche, así tú puedes seguir con tus planes.

—Bien, me convenciste Coleman — sonrió — la dejaré que salga toda la noche, así que aprovecha tu último día con tu amada, después de eso te iras.

AGOSTO DE 1836
—Casandra esto que estamos haciendo no está bien, si Lesat se da cuenta cancelara la boda y la alianza se perderá.— hable al separarme de sus labios.

—Ella no se dará cuenta ¿Quien podría decirle ? Los fantasmas del palacio— jugueteo con mi cabello para volver a besarme, entre besos y caricias caímos a la cama — hazme tuya Liam— susurro — y seré más poderosa que Lesat, así no tendrás que preocuparte, yo haré la alianza contigo— no lo resistí más, mis colmillos comenzaron a salir y sin pensarlo como si estuviera hechizado por el olor de su sangre mordí su cuello, el placer que sentí en ese momento, nunca lo había sentido pero tenía que parar e inyectar mi veneno, me detuve y la recosté en la cama esperando que despertara.
Habían pasado algunos días y me dedique a enseñarla a controlarse con su hambre, a alimentarse de los animales aún que la sangre fuera asquerosa, me dedique a fingir con Lesat y que ella creyera que nuestro amor aun seguía más fuerte que nuca aún que no era así, a veces creía que si hubiera adelantado la boda el día que encontraron a Casandra yo estaría a su lado.