Ladrón.
El aroma a meado se podia respirar en cada esquina, el chillido incesante de las ratas del muelle se había echo algo habitual para sus oídos. Junto a el, un hombre lo tomaba del brazo y le indicaba que no se moviera, pero el joven no pensaba hacer caso. El muchacho que debía tener entre los 12 a 13 años de edad lo miro con un gesto osco y luego se sonrió. El Gancho lo miro con incredulidad, como si quisiera adivinar que se traía entre manos.
-- Maldito mocoso.-- Susurro, quitandole importancia.-- No te muevas.
Sin que se diera cuenta, o se percatara el gancho había sido victima de un robo. Con una habilidad que dejaría helado a cualquier busca pleitos, el muchacho había logrado robar una talega de cien monedas de oro puro, le había robado a un subordinado de la reina pirata. Los buques insignia robados se llenaban en el muelle "Sangre Negra" y Willian con una sonrisa llena de satisfacción se retiro de aquel maldito lugar hacia la oscuridad de un callejón. Hacia su destino, hacia su nuevo hogar.