Prólogo

Aún era temprano pero las nubes habían tapado por completo el sol, el aire estaba fuerte y a lo lejos se escuchaban truenos pronto lloveria, pero a Lisa Miller Eso no le importaba. Ella era una mujer adulta, de cabello negro, Iba vestida con su impermeable y estaba en su patio cavando un pequeño hoyo.

Cuando terminó de cavar se levantó se dio la vuelta y pudo ver su casa, que no era muy grande, solo tenía un piso, estaba pintada de color blanco, frente a la casa pudo ver a su hija, la pequeña Nicole, que estaba sentada en el pasto del jardín. Cuando la niña se dio cuenta de que su madre la estaba viendo le sonrió.

-Podrias traerme la flores.- le dijo Lisa

La pequeña asintió, se levantó, tomo la bolsa de flores que estaba frente a la puerta de su casa y se las entrego a su madre.

-gracias.- le dijo Lisa

Lisa volvía al suelo, tomo una flor roja de la bolsa, la planto y pudo ver cómo su hija la miraba con curiosidad.

-te puedo ayudar.

-claro.- le contesto Lisa

Lisa le entrego una flor a Nicole, pero tuvieron que posponerlo ya que en ese momento comenzó a llover, tomaron las herramientas y entraron rápidamente a su casa.

Una vez dentro de casa Nicole corrió rápidamente a su habitación, mientras que Lisa se dirigió hacia el ático, abrió la puerta y dejo las herramientas que había usado para cavar. Se dirigió a la cocina, donde dejo las flores en un recipiente con agua.

Desde la ventana de la cocina pudo ver cómo la lluvia había empeorado, las calles se estaban llenando rápidamente de agua.

Desde el cuarto de Nicole llegó un extraño sonido, como si fuera un cristal rompiéndose, Lisa puso sus manos en su boca, el sonido la había asustado.

-Nicole ¿Estás bien?- pregunto Lisa

Pero la niña no contesto, así que Lisa decidió ir a revisar si todo estaba bien. Mientras se acercaba al cuarto de la pequeña comenzó a escuchar una voz dentro de la habitación, por la mente de Lisa paso lo peor, alguien había entrado por la ventana del cuarto de su hija, pero trato de contenerse. Conforme se fue acercando, pudo distinguir mejor las voces que salían de la habitación y efectivamente había alguien dentro. Llegó al cuarto abriendo la puerta, esperando lo peor, pero cuando la puerta estuvo abierta de par en par solo pudo ver a su hija sentada en el piso mirando a su armario.

Lisa reviso la habitación, pero no encontró ningún cristal roto ni siquiera la ventana.

-¿que pasa mamá?- le dijo la pequeña Nicole cuando vio la cara de preocupación de su madre

-con quien hablas- contesto Lisa.

La niña no contesto, en lugar de eso miro el armario hasta que hablo.

-hay alguien en el armario mama.

Lisa se llevó las manos al pecho en cuanto la escucho, su corazón latía más que nunca. Se armó de valor entro a la habitación rápidamente, tomo a su hija del brazo y la estiró para sacarla del cuarto.

-vamonos.- fue lo único que dijo Lisa.

Salieron de la habitación de Nicole a toda prisa. Recorrieron el pasillo casi corriendo, la pequeña Nicole se la pasaba preguntando "¿que pasa mamá?" Pero Lisa no le contestaba, estaba tan asustada que quería gritar, pero no lo hacía por qué sabía que eso empeoraría la situación.

Entraron a la cocina faltaba poco para salir, pero Lisa escucho una voz detras de ellas, La voz era ronca y parecía que hablaba en susurros.

-a donde vas.- le dijo la voz.

Lisa en ese momento se quedó paralizada, esa no era la voz de un hombre, no sabía lo que era esa cosa pero su miedo solo se incrementó. Miró por encima de el hombro para ver qué cosa era la que estaba en su casa. Pero lo que vio le heló la sangre, detrás de ella estaba una sombra alta, con grandes brazos. Eso no era un humano, de eso estaba segura. La criatura se abalanzó hacia Lisa y su hija, Lisa no pudo contenerse más y soltó un grito como nunca había gritado.

El oficial de policía Mark Miller manejaba a toda velocidad, por las mojadas calles de Willow, hace unos pocos minutos había recibido una llamada de un hombre, que decía haber escuchado un extraño grito en la casa de sus vecinos.

Mark miraba de repente el cielo, había acabado de llover y el cielo se estaba despejando poco a poco.

Siguió manejando hasta que entro en un vecindario, en una casa cerca pudo ver a un grupo de personas acumuladas fuera. Cuando llegó estacionó el coche, bajo lo más rápido que pudo, una vez allí se encamino a la casa, mientras que la personas solo lo miraban. Tocó a la puerta, pero nadie respondió, volvió a tocar pero está vez se dió cuenta de que la puerta estaba abierta, la empujó y entro.

Dentro la casa estaba patas arriba, las fotos familiares estaban tiradas por el piso, algunos muebles estaban rotos mientras que otros estaban caídos.

"Que paso aquí" pensó Mark mientras caminaba por los pasillos de la casa.

-hola.- dijo el oficial en cuanto vio la puerta de una habitación, entro a el dormitorio, pero estaba vacío como toda la casa, pero en ese momento un sonido salió del armario.

-¿hay alguien ahí?- pregunto Mark mientras sacaba su arma, pero del armario salió una niña pequeña de cabello negro, no parecía mayor de seis años. La pequeña estaba llorando, pero en cuanto miro al policía corrió rápidamente hacia el.

-se la llevo- dijo la niña entre sollozos

-a tu madre ¿Quien se la llevó?- pregunto Mark

-esa cosa.

Nunca lograron entender a qué se refería la pequeña con "esa cosa", ni tampoco como habían secuestrado a una mujer adulta a plena luz del día sin que nadie del vecindario hubiera visto nada, parecía como si solo se hubiese esfumado.