Sorpresas te da la vida… o a veces milagros

Hay mujeres malas, buenas, mentirosas, amargadas, hermosas, interesadas, inteligentes, en fin, es un mar de misterios este género tan grande y misterioso como el universo, que hace que los hombres más valientes o estúpidos tenga lo osadía de recorrer ese tablero de ajedrez donde ellos son los pobres peones que ellas sacrifican a su antojo, pues la perdición del hombre es la mujer perversa, y la perdición de la mujer es el hombre herido por otra, pero ella era diferente a las otras, ella era tan misteriosa, pero a la vez tan bondadosa, sus ojos dejan loco a cualquiera, sus labios son el sueño de muchos, su nombre era Blanca, como su alma, ella un día llegó y desde entonces mi vida una locura se volvió. Yo bohemio y soñador, hombre de escasos sentimientos, al verla algo cambio en mi… mi ser cambio totalmente, ella esa tarde de invierno que a mi puerta llego, simplemente a pedirme un favor, se volvió para mí como agua para las plantas, como sol para la vida, desde entonces amigos nos volvimos, pero aun en mi surgía una pregunta, ¿esta mujer que tiene de especial?, al ser tan única, hasta los más miserables de los hombres se peleaban por estar cerca de ella, y yo sin el más simple esfuerzo a su vida llegue, éramos como el agua y el aceite, yo un ser frio, con algo de grandeza y orgullo, y ella una mujer tan bondadosa, tan genuina y tan bella, era de locos pensar que nos volviéramos tan cercanos, y así comprobé que a todo ser malo le llega su angel, pero como todo milagro, no era solo mío sino de varios, ella tiene una sola debilidad, oh mujer incauta y romántica, para ti todo hombre es digno de tu amor, tu corazón es tan grande que fácilmente caben todos los hombres que han pisado esta humilde creación del omnipotente, pobre de todos los que se le acercasen, caían bajo su hechizo de amor, todos excepto yo. Lógicamente yo para ella no era parte de sus objetivos, cuando hubiera querido yo haber sido uno, pero al paso de los días, llegue a una trágica conclusión, la belleza de esta mujer será su perdición, y por eso a partir de ese momento la llame Blanca… Blanca corazones, por ser tan pura, pero a la vez tan seductora. Los días, las horas y meses siguieron avanzando todo con una aparente calma, tanto así que ella en dos meses tuvo a 4 galanes entre sus brazos, es tan efímero su amor, mientras ella gozaba de sus presas, yo yacía en sus encantos, como el alfil, tan cerca de su reina, pero a la vez tan lejos, ¡Oh Blanca!, señora del averno y del cielo, tu loco pensamiento no os deja ver, que me quemo en el fuego de tu amor desprevenido, que mi alma y mi corazón late sin cesar, que tú eres el agua y yo el desierto que se alaga con tu presencia, oh gloria de la montaña, o defensa mía, si por mi fuera escribiría mi vida con tu dulce aroma y grabaría tu reputación en mis labios, para siempre tu nombre decir, más sueños son sueños, y el milagro que era ella prontamente, mi nombre olvido.