Blanca Corazones

Al final la vida sigue igual

Todos dicen maldito el hombre que use a una mujer, yo digo maldito el hombre que crea que una mujer es la solución a sus problemas, porque un ciego no puede guiar a otro ciego, ella una noche se marchó, sin dejar rastro ni huella, pero la culpa recae sobre mí, yo que iba ganando en todo y ella sentencio mi condena, yo nunca supe que era amar y me falle pensando que ella podría ser mi solución, pensando que la podía usar como un objeto, pero me equivoque y ya ven acá consumido en mi pena y mi dolor, tengo que seguir siendo testigo de su vida, ay Blanca, pobre de ti ahora los hombres te usan, ya no eres la diosa sino que ahora eres un simple plebeya más, ese es el precio de tu juego, ahora ven y únete a mí y juntos paguemos la sentencia que tú una noche escribiste con sangre y llanto, volverás amar mujer pero no volverás a ser feliz. Pasaron los días y ella a un noble hombre conoció, el nombre del sujeto era Salvador, y ella lo vio cómo su tesoro, esta pareja se volvió la obsesión de todos, eran el uno para el otro pero ave vieja no cambia de vuelo, la señorita volvió a caer en su juego, amaba a uno y deseaba al otro, era ella una hábil maestra de la noble arte del amor, se le hizo fácil anestesiar a sus víctimas, pero a ella la desgracia la inundó, fue víctima de ella misma, bajo la penumbra de la muerte se sometió, y nuevamente sola quedó, lo cual me llevo a entonar estás palabras de oeste a este, sin importar cuanto cambies o hagas, al final todo seguirá igual. Pero ella como buena necia que es, nunca escucha a nadie, y así durante más y más tiempo siguió siendo la víctima o victimario, su pequeña, pero a la vez tan grande y prodigiosa mente, seguía buscando, preguntando donde poder encontrar al hombre perfecto, ella sin darse cuenta, se volvió en lo que yo siempre soñé, una simple mujer, ya su belleza se había esfumado, los hombres ni la miraban, y ella bajo la ansiedad sucumbió, eso sí que me asombro, una bruja como ella como un simple perro se convirtió, pero por más de que ella y yo ya no nos hablábamos casi, aun ambos nos queríamos, incluso por más odio que sintiéramos no nos podíamos lastimar, y yo como cualquier bobo volví a caer en sus encantos, ¿Qué era lo que me gustaba de ella? Serán sus ojos, o su boca, o su simple recuerdo me persigue, no lo sé, ni me importaba en esas épocas, pero si se una cosa durante dos meses ella y yo, después de pasar por un mar de lágrimas, dolor y sufrimiento, nos volvimos más cercanos de lo que éramos, y por un momento llegue a pensar que podríamos ser algo más, pero como nada es perfecto apareció otro insecto, llamado Mateo. Este hombre la enamoro más rápido que romeo a Julieta, él se interpuso en mi sueño y ella simplemente sucumbió ante sus actos, pero que se podía esperar de una mujer peor que las rameras de Roma o de Grecia, y acá nuevamente un idilio de amor ellos vivieron y acto seguido me toco volver a ser testigo de una historia de amor.

Pasaron tantos momentos juntos, ella lo llevo a su morada, él le mostro lo más íntimo de su ser, y así siguió la vida de ellos, cada vez se hacían más cercanos, ella hasta al lugar de sueño eterno de sus antepasados lo llevo, pero un día algo paso, ella le dijo, escucha amor mío, por más de que mi mente y mi boca te alaben y te amen, mi corazón, no late por ti, el late por 60 más, por más de que yo quiera, no puedo dejar de amar a todos los hombres que se han cruzado en mi camino, acá este pobre hombre diría lo siguiente “ Mujer incauta, cuánto daño me has hecho, di todo de mí, más tú con tu egocentrismo mataste todo, tú debes moralizar tus acciones o en la tumba acabaras” y así se dio a entender que este hombre tomaría venganza tarde que temprano, más ella como siempre ni un poco de atención le dio a esto. Ella siguió drenando más y más amor a los hombres, era como un mosquito va de cuerpo en cuerpo extrayendo a sus víctimas hasta dejarlos sin un poco de humanidad y volveros en los peores seres que el mundo pueda ver, así gracias a mujeres como ella, hay hombres borrachos, locos, amargados, infieles, adúlteros, brabucones, y todo lo que uno se pueda imaginar. Esta señorita siempre me ha causado intriga, que pensara su obscuro corazón, ella tan enigmática, sus ojos tan tiernos y tan misteriosos, la princesa es en mi más humilde opinión una víctima de sí misma y los demas, durante siglos y siglos la humanidad ha buscado respuesta los más grandes enigmas de la sociedad, pero nunca nos hemos puesto a pensar que pasa cuando un ser humano es víctima de otro. Es tan triste ver como cada vez se vuelve una bestia infernal, por causa de otros, más solo ella es dueña de su destino, no se da ni cuenta que cada segundo que pasa puede cambiar su vida, pero su amargo corazón y mente tan congelada la hace vivir en el pasado, imaginar el futuro y descuidar el presente.




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