Blanca Corazones

La noche de la muerte perpetua

Después de que ella tuviera esa contienda de reclamos con mateo, ella como espectral princesa, me busco solo para llorar y llorar sin parar, acá yo como siempre no dije nada solo la abrace mientras la noche llegaba, y ella después de una larga hora llorando al final ya se cansó y empezamos caminar sin rumbo fijo entre las calles de ella ciudad de nombre que no puedo recordar, durante ese tiempo ella estuvo revelando aspectos de su vida que nunca pensé llegue a oír de su boca, todo lo que escuche no es apto para nadie, tanto así que llegue a desear que me muriera para dejar de oír eso, me narro la cruda historia de cómo ella llego a casi matar a uno de sus novios tirándolo de las escalares, pues él se negó a comprarle algo, o la vez que ella misma se vulnero su cuerpo, todo para que la llevaran al hospital y la mimara, también la vez que golpeo a su hermano menor y desde entonces el ya casi ni hablo, la vez que obligo a una de sus amigas a que se apuñalara para no tener a su hijo, también conto como drogaba a sus papas para quitarles el dinero y salir de fiesta, o como ella misma presencio la muerte de su abuelo y gozaba cada momento de sufrimiento de este señor, nunca llegue a pensar que una mujer de una cara tan noble y de un nombre tan pura fuera peor que el diablo y diez asesinos juntos, esta mujer estaba llena de maldad, su alma esta corrompida, ella era una golfa de sentimientos, un ente de estos no amaba ni a la mama, juro que en ese momento sentí tanto repudio por ella, que me daba asco estar en su presencia, ella era la combinación de todos los males del mundo, ella era una vagabunda, una criminal, una asesina, una rata, una víbora, una bastarda, un ser como estos no merecía ni existir, ojalá se muera pensé, esa noche algo murió dentro de mí, quería gritarle tantas cosas que ni sabía que decir, sentía un nudo en la garganta, yo no podía seguir al pie de esta porquería de ser. Después de morirme por dentro, ella siguió narrando sus crudas historias, y yo ya no resistía seguir oyendo esos rezos a lucifer, es que ni para el eran, les aseguro que, si él hubiera escuchado todo lo que dijo esta ramera, él hubiera querido huir a kilómetros de nosotros, ya la desesperación se apoderaba de mí y ella estaba notando que mi aspecto estaba cambiando, ella se le inflaba el pecho como señal de orgullo de contar todo esto y yo solo pensaba; “maldita seas blanca, insecto asqueroso hasta una rata tiene más sentimientos que tú, eres peor que un pedófilo, eres peor que un sicario, eres peor que un asesino, eres peor que un violador, eres peor que un maldito usurero, mil veces maldita seas, ojala recibas tu merecido no mereces vivir , por mi te puedes pudrir en el peor de los basureros, malnacida sangre sucia es que ni mereces el amor de un vagabundo, a ti no te amaría ni todo el infierno junto, no eres digna de ser una mujer, no representas en lo absoluto a tan bellas criaturas” entre muchas más frases donde dije tantas palabras que ni yo mismo sabía que existían, aun así por una extraña razón no podía apartarme de ella pero tenía que ponerle fin a esto, yo no quería seguir oyendo esas aberraciones Pero durante esos momentos recordé los pocos momentos que vivimos, fueron pocos, pero fueron tan tiernos que no fui capaz de arrebatarle la existencia, pero aun así yo ya había tomado una decisión, la mejor manera en que ella pagaría no solo esos delitos sino su forma de ilusionar a los hombres y la forma en que me hizo sufrir era que ya no me tendría más, si yo falto ella se sumirá en la desesperación completa pero después ella sería feliz con un hombre, pero el ego de esta mujer será su condenación, su belleza será su fin y su mal carácter la llevaran a la ruina, al final ese hombre se llenara del mismo sentimiento que yo tengo y el terminara el trabajo que yo pude terminar, es necesario que esta mujer muera para que no esparza su maldad a las generaciones que saldrán de ella, era necesario que esto pasara ya no había vuelta atrás acá ella y yo nos sentenciamos y yo siempre veré su vida,hasta que ella no muera yo no deberé subir a la presencia de mi creador. Ya en la siguiente hora que caminamos, calculado matemáticamente cada aspecto de la vida que ella viviría después de yo hiciera lo que iba hacer, y así en esa hora yo vi todo, y me parecía perfecto el destino de ella, así la historia de esa mujer quedaría en la historia y toda mujer sabría que le espera si es como esta doncella de la muerte, interrumpiendo sus palabras le dije “Blanca, yo te amé con todas mis fueras pero tú no lo valoraste, ahora debes pagar las consecuencias, sea en esta vida o en la otra tu no dejaras de sufrir por todo el daño que has causado a los que te rodean, y escúchame bien zorra serás feliz pero después llegara tu verdugo y terminara la lección que yo te daré” ella empezó a reírse y yo sin más preámbulos agarre una piedra que había ahí y me golpe en la cabeza, le puse fin a mi existencia después de eso desperté estaba levitando y vi esa escena macabra, mi cuerpo bañado en sangre en la será de esa calle, y ella llorando como una magdalena, pero al fin sentí paz y era inicio de mi venganza pero después de eso vi todo blanco y una voz parecida a la míaempezó hablar, podía ver imágenes de mi vida como si fueran una película, después de eso oí más claramente la voz y estaba narrando mi propia vida.




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