Blanco fácil

Capítulo 9

—¿Y ahora a dónde vamos? —pregunto Lavinia 
 

—Yo creo que al patio de atrás ¿no? —responde Sigrid —o podemos ir al de arriba para ver chicos—sonríe maliciosamente 
 

—Jajaja tu solo piensas en eso Sigrid —dice Amanda —pero si todas estamos de acuerdo vamos así igual nos sentamos en las gradas para hablar y conocernos mejor 
 

Todas estuvimos de acuerdo, entonces fuimos al patio de atrás del colegio donde había una inmensa cancha de tierra y algunos árboles de pino y ciprés, nos sentamos en las gradas de la parte de arriba donde ya había varios chicos y chicas sentados; en la cancha jugaban algunos chicos de varios grados al futbol. 
 

—¿Y bien, quien les gusta de nuestro curso niñas? —empezó la charla Casiopea 
 

—Oigan primero deberíamos hablar de nosotras antes de niños —dije 
 

—¡Ayy Mayida ya nos conocemos! —replico Amanda 

 

—Ya sabes que me llamo Amanda a tu lado esta Lavinia y Casiopea y alado mío Sigrid ¿Qué más quieres saber? 
 

—¿No se? Yo solo decía para saber que nos gusta y así —alzo los hombros 
 

—Jaja tenemos todo el año para eso Mayida —dice Casiopea —ahora es más importante saber que niños nos atrae ¿verdad chicas? —nos señala a todas 
 

—Es verdad, pero saben que yo tengo novio así que no cuento, más bien me he fijado que a ti te ve mucho alguien desde el primer día Mayida 
 

—¿A mí? —pregunto—estoy segura que no Amanda tal vez ve a otra persona jajaja—me rio nerviosamente 
 

—Yo creo que si te ve a ti, yo igual me fije —me dice Casiopea —pero no se su nombre aún no ubico a todos los de nuestra aula ¿saben cómo se llama ese niño que se sienta en la fila del medio y es algo bajito con mejillas rojas? —mira a las demás chicas 
 

—Creo que es ¿Oriol Samper? Algo así —dice Lavinia —no estoy segura 
 

—Bueno como sea, pero él te mira y yo creo que deberías intentar coquetearle para que te vea ¿no? —me dice Amanda en modo de orden 
 

—No sé si deba hacer eso, ni siquiera sé cómo hacerlo —me pongo nerviosa y asustada 
 

—Jajaja ¡Qué tierna! —me responde Casiopea —tienes mucho que aprender si no quieres quedarte sin amigas —jajaja —se burla 
 

—Así es ella —Amanda pone la mano en mi hombro —es bien lenta para esto 
 

Empiezan a hablar de otras cosas y rápidamente me dejan otra vez afuera de su conversación, me empecé a sentir confundida y las miraba, no entendía que pasaba ya que jamás me paso algo así en la escuela y ahora no sabía cómo reaccionar o que hacer y rápidamente lleve mis uñas hacia mi boca para morderlas inconscientemente y mi corazón latía mucho y rápido. 
Pase el resto de receso sentada alado de ellas sin decir una sola palabra ya que ninguna volvió a hablarme, cuando fuimos de regreso al aula me dejaban bastante atrás mientras reían y hablaban. 
 

—¿Mayida? —empezó a llamarme Lavinia —ven ¿Por qué te quedas atrás? —me sonrío 
 

—Si amiga no te separes de nosotras —Amanda me toma del brazo y me jala hacia el grupo nuevamente 
 

Todas me sonríen y me incluyen nuevamente así que no pude evitar sonreír de alivio otra vez y en mis adentros pensé que solo exageraba con lo de antes, toda esta bien al final son mis amigas. 
Al entrar al aula nos sentamos en nuestros asientos y veo que el chico de atrás mío estaba al fondo con sus amigos, por alguna extraña razón empezaron a codearse entre ellos mientras él se acerca a mi serio. 
 

—Oye, eres fea —dice en voz alta y con una media sonrisa en la boca 
 

Todos en el aula comenzaron a reírse fuertemente, incluso mis amigas se estaban riendo mucho y rápidamente baje la mirada hacia mis piernas, apreté mis labios para contener la vergüenza y las ganas de llorar que me invadían en ese momento mezclado nuevamente con latidos rápidos de corazón y sudoración de manos. 
 

—Me caes mal, recuérdalo bien—me susurra cerca del odio mientras se agacha a la altura de mi asiento 
 

Él se va y choca las manos con sus amigos riéndose, al instante entra el profesor de matemáticas 
 

—Jóvenes tome asiento, saquen un cuaderno y empezaremos a resolver estos ejercicios hasta que lleguen sus libros la próxima semana 
 

Saqué mi cuaderno para copiar los ejercicios y pronto me invadió una sensación extraña en mi pecho, tenía una incomodidad horrible como sentirme fuera de lugar en todo, solo quería ir a mi casa con mucho desesperó y no resolví los ejercicios de matemáticas. 
En las siguientes clases tampoco pude concentrarme ya que apenas oía al profesor y por más que trate no pude estar tranquila luego de eso y así fue como por primera vez estaba sintiendo lo que era el acoso. 
Al momento de salir de clases todos empezaron a irse y yo me quede sentada esperando a mis amigas, cuando por al lado mío paso uno de los chicos de antes empujándome y la banca igual. 
 

—Ayy perdón —dice riéndose y patea a sus amigos 

Los miro con los ojos muy abiertos y seria, otra vez son ellos, los amigos de ese niño de atrás mío, me distraje con eso que no me fije que mis amigas ya habían salido así que corrí hacia afuera, estaban caminando, trate de alcanzarlas. 

—No quiero hacer deberes —dice Lavinia con la cabeza hacia atrás 

—Nadie quiere, pero debemos, podemos hablar por llamada todas y hacer deberes—responde Amanda 

—¡Sii buena idea!, yo les ayudo si no pueden —responde Sigrid 

Al parecer no hablan de lo que me paso luego del receso y ni se fijan que estoy alado de ellas. 
Se fueron todas juntas por el mismo camino yo me quede parada viéndolas hasta que Lavinia me regreso a ver. 

—Adiós —me sonríe mientras susurra 
Sonrió y le digo adiós con la mano, ya más tranquila me voy a mi casa, al llegar mi mamá estaba cocinando 

—¿Mi amor ya llegaste? —me pregunta desde la cocina 

—Si ma, ¿Qué estás haciendo? —le pregunto desde las gradas 



#373 en Thriller
#125 en Suspenso

En el texto hay: drama adolecente

Editado: 12.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.