Capítulo 12

—Hija apúrate, ya debes irte 

—Ya voy mamá —arreglaba mi mochila para irme y sentía que era la primera vez que no quería ir a clases 

—¿Quieres comer antes de irte mi amor? —me dice mientras me ve bajando las gradas 

—Ma ya sabes que no me gusta —pongo cara seria —no me sabe a nada la comida últimamente 

—Lo se hija, pero me preocupa que no comas, bueno no te voy a presionar, debes venir a comer ¿sí? 

—Si ma comeré de regreso, ya me voy 

—Cuídate hija y regresa a salvo 

No sé por qué, pero esas palabras me hicieron sentir extraña, aunque no le tome importancia la verdad, solo quería que sea fin de semana ya que me hace falta nadar porque hace tiempo que no voy a la piscina. 

Iba caminando a la parada cuando vi lo lleno que iban los buses, tal vez sea buena idea caminar solo tomare el primer bus ya que no me gusta subir a esos buses llenos, tanta gente me hace sentir algo nerviosa así que me baje del primer bus y empecé mi caminata. 

—Esto está mejor —pensé —solo debo caminar a paso rápido para poder llegar al colegio 

Una vez que llegué las puertas ya estaban abiertas entre rápido y me puse cerca del árbol de siempre. 
Venia hacia mi ¿Haco? Creo que así se llamaba ese niño que come mucho. 

—¡Hola compañera! —me dice sonriendo —yo sé que no nos conocemos del todo, pero necesito que me hagas un favor ¿por fa? —junta sus manos 

—Hola ¿Qué necesitas? —le digo dudando 

—Veras, lo que pasa es que me olvide mi dinero en casa y necesito algo para el recreo y de paso para el pasaje ¿tienes algo? 

Mi papá siempre me manda algo de dinero siempre y lo guardo para comprarme cosas ya que no me lo gasto en el receso, pero no sé si dárselo a él. 

—Ehh no la verdad no tengo nada porque siempre traigo comida —le dije —pero si quieres puedo regalarte mi comida —empiezo a buscar en mi mochila lo que usualmente me manda mi mamá 

—Pone los ojos en blanco y dice —está bien, dámelo 

Se la di y la tomo con fuerza y se fue, ni siquiera dijo gracias o algo, pero bueno debe estar enojado, no siempre estamos de buen humor. 
Al ir al aula como todos los días ya estaban allí mis amigas así que las salude de lejos con la mano, pero me ignoraron y solo me fui a mi lugar a sentarme, en eso Haco entro y estaba hablando con sus amigos algo que alcance a escuchar. 

—¿Y bien Haco te dio dinero o no? —dijo uno de sus amigos 

—No, la rara esa no quiso darme más que su comida jajaja 

—Jajaja no sé por qué Júpiter nos amenazó para quitarle dinero en vez de hacerlo el mismo 

—En el receso debemos hablar con él, recuerden que sabe nuestro secreto y debemos ser cuidadosos si no queremos que habrá la maldita boca—dijo Haco. 

Todos asintieron y rápido cambiaron de tema para hablar de algo que ya no alcance a escuchar, pero ¿será que hablaban de mí? 
Entra el profesor para empezar la clase y todos dejaron de hablar. 

—Bueno jóvenes hasta aquí la clase de hoy, recuerden que ya mismo tendrán pruebas quimestrales así que estudien mucho, pueden salir a receso. 

Yo me apure para salir al baño porque tenía muchas ganas, entre a un cubículo y Sali de inmediato. Me mire al espejo y lave mis manos. 
En el patio central estaban mis amigas hablando con Júpiter y les dio algo, ellas se rieron y asintieron, debe ser algo entre ellos así que me fui al aula, pero como estaba cerrada solo me arrimé a la pared cerca de esta. Cuando se me acerco Amanda. 

—Amiga toma— me da un chupete de fresa —te compre esto —me sonríe 

No podía creer que por fin estaba siendo aceptada de nuevo por mis amigas así que con gusto tome el dulce que me dio. 

—¡Wao Amanda! No debiste comprarlo, gracias —me río 

—De nada Mayida, no es problema de todos modos somos amigas y quería demostrártelo; bueno ya me voy comete eso. Bien. 

—¡Espera! —la tome del brazo —¿puedo ir con ustedes? —pregunte 

—Vamos a ir a jugar futbol con mi novio no creo que te guste, mejor quédate aquí—se va caminando rápido 

—Bien de todos modos no me gusta el futbol —susurre 

Solo abrí la envoltura del chupete y comencé a comerlo, pero no tarde ni 5 minutos en acabar, estaba muy dulce y tenía buen sabor, cuando acabe tire la envoltura y el palito en un basurero grande cerca de mi aula y regrese a la pared donde estaba. 

—Tengo mucho sueño —pensaba frotándome los ojos —debe ser que no dormí bien 

No hice caso hasta que empecé a sentir muchas náuseas y ver puntitos negros. 
Repentinamente me encontraba en un campo lleno de árboles y pasto muy verde, había un cielo hermoso y azul con nubes blancas y todo giraba lentamente; yo estaba acostada en el pasto con los ojos cerrados y sonaba una melodía relajante. 

—Me quiero quedar aquí —dije 

—Llamen a una ambulancia, rápido, esta niña está sangrando —Escuchaba una voz a lo lejos 

—¡Se le ve el hueso! —alguien dijo —¡qué horror! 

—Con mis ojos aun cerrados pensé —¿Qué pasa? ¿de dónde viene esas voces si yo estoy sola aquí? 

Abrí mis ojos abruptamente, asustada y veo que estoy dentro de ¿una ambulancia? Recostada y puesto una mascarilla para respirar mientras borrosamente veo mis piernas, mi brazo conectado a un suero y unos paramédicos apretando mi hombro. 

—¿Estas despierta? ¿me escuchas?, mueve los dedos si me estas escuchando —dijo 
Trate de mover los dedos, aunque con mucho dolor 

—Gracias a Dios aún estás consciente —me dice aliviado 

—Está sangrando mucho y debemos reacomodarle el hueso, si no necesitará transfusión de sangre— le dijo el otro paramédico a su compañero 

—Bien lo haré, escucha pequeña vas a sentir un fuerte dolor, pero debes soportarlo ya que ahora mismo tienes una herida abierta y tu hueso está expuesto así que necesito que respires profundo ¿está bien? 
Solo lo miraba ya que no estaba consciente del todo cuando sentí un terrible dolor y mis ojos se abrieron mucho y se llenaron de lágrimas cuando sentí mareo y debilidad, entonces me desmayé.