—¡Mayidaaa! Tienes que salvarme por favor —Oriana sujeta mis manos con fuerza.
—¿Qué pasó? —pregunte asustada
—¿Te acuerdas lo que nos dijo el Licen Guiem de la apuesta?
—Si, lo recuerdo fue hace rato que nos lo dijo jaja
—No te enojes, pero le prometí que irías a verlo después de clases, te prometo que no me dijo los detalles —dijo con cara triste
—¡Pero Oriana no puedo hacer eso! —dije gritando —tengo que llegar temprano a mi casa
—¡Shh! —me silencia con su dedo —no grites jaja —no te asustes no pasará nada malo, cuando vayas lo sabrás; no nos demoraremos en eso ¿sí?, yo estaré esperando afuera para que te sientas segura ¿qué dices?
—Mm bueno, pero solo si tú vas conmigo, no voy a ir sola
—¡Claro que te acompaño! —dice sonriendo —Gracias Mayida eres la mejor
—Sonreí un poco y dije —¿Qué harías sin mi?
Ella me abrazo y luego de eso entró el profesor de la siguiente hora, todo el tiempo no me pude concentrar debido a lo que me dijo Oriana, estaba algo ansiosa porque quería saber de qué habían hablado cuando yo me fui de la biblioteca, solo traté de tranquilizarme de todos modos no faltaban muchas horas para que acaben las clases de hoy así que tuve que esperar paciente.
Luego de que acabo esta materia llego la inspectora y nos avisó que no íbamos a tener las dos últimas horas de clase y que no hagamos tanta bulla, cuando salió todos empezaron a guardar sus cosas algunos salieron y otros se quedaron en el aula.
—Mayida vamos a la biblioteca—me dice Oriana feliz
—¿Ahora mismo? —pregunte —¿no sería mejor en la salida?
—Es mejor ahora, no tendremos dos horas así que podemos ver que quiere el Licen Guiem
—Bueno tienes razón, vamos —le dije levantándome de mi pupitre y saliendo con ella
Al subir las gradas en dirección de la biblioteca yo iba bastante nerviosa, pero me tranquilice porque Oriana estaba conmigo, cuando entramos él estaba allí y nos sonrió
—¿Vinieron tan rápido?, pensé que vendrían a la salida —dice sonriendo
—No tuvimos las dos últimas horas de clase —dice Oriana
—Pues mejor así podremos divertirnos, no olvides lo que dijiste Oriana —le dice guiñándole el ojo sosteniendo su mano
—No se preocupe Licen yo cumplo mi promesa, aquí se la traje —me sujeta de los hombros y me lleva hasta la parte de atrás de la estantería donde no había nadie
Me asuste completamente al sentir con la fuerza que Oriana me arrastraba y me sujetaba la mano, no sabía que tenía esa fuerza hasta que me soltó y me dijo
—Perdón por esto Mayida, solo quédate quieta ¿sí? Pasara rápido —mirándome seria y fijamente a los ojos
—¿De qué hablas? ¿Por qué estoy aquí? —le dije asustada
—No preguntes, luego te explico, solo estoy tratando de hacer que mi Licenciado no me abandone ya que quiere probar nuevas cosas y tú eres perfecta para esto.
Lo dijo tan feliz que un frío me recorrió la espalda y mi mente esperaba desesperadamente que no sea lo que estoy pensando que va a pasar.
—Quédate aquí sí, yo estaré afuera no te preocupes y has todo lo que él quiera —me dice yéndose lentamente
Antes de que pudiera decirle algo más ya se había ido y en eso entró el Licenciado Guiem
—Rápidamente me abrazo con fuerza —Estas aquí por fin, hueles como en mis sueños
Mientras decía eso me tenía abrazada con fuerza y con su otra mano levantaba mi falda, al sentir eso me petrifiqué y empecé a temblar, solo tenía mis brazos colgados y el sujetaba mi cintura con una mano y con la otra iba subiendo por mi pierna.
—¡Shh! —acaricio mis labios con su dedo —no va a pasar nada que no quieras, solo déjame disfrutar de ti mi pequeña.
A continuación de drcir eso rápidamente paso su mano por mi parte de atrás acariciándome y luego la dirigió hasta adelante, cuando sentí eso traté de apartarlo rápidamente pero no me dejó y uso más fuerza para sujetarme
—¡Eyy, eyy! No, no hagas eso todo está bien mm quieta
Puso sus labios en los míos forzándome a besarle, su aliento era a menta con alcohol algo que me daba asco y quería vomitar, pero trate de aguantar, porque tenía miedo de que pase algo si reaccionaba, me seguía tocando allí abajo cuando paso a otro nivel y metió su mano bajo mi interior tocándome y lastimándome, cuando sentí sus dedos un dolor horrible me invadió que me provocó ganas de llorar
—No voy a hacer nada malo solo quiero sentirte, mmm ¡vaya! Parece que no has estado con nadie, pero no voy a meterme en eso, no queremos problemas —me besa de nuevo
Unas cuantas lágrimas caían por mis mejillas y seguía sin poder moverme, el cuerpo no me reaccionaba, tanto así que tenía los dedos de las manos demasiado tensos y mi cuerpo estaba igual, quería salir de allí corriendo, y él solo seguía pasando sus dedos por allí abajo y eso lo único que me provocaba era un enorme dolor.
Me beso cuanto quiso y bajo a mi cuello y a mi oreja, el tiempo que permanecí allí quieta se me estaba haciendo eterno hasta que por fin me soltó