Me volví a dormir, y desperté de un salto sintiendo que mi cuerpo se caía, cuando abrí los ojos y los frote, todo estaba en silencio yo solo busque mi celular que estaba en la mesa de noche para ver la hora, eran las 10 de la mañana; creo que no dormí tanto solo me estire y me levante para salir de mi cuarto.
Baje las gradas y en la mesa estaba un plato de cereal con fruta, junto a este una taza de leche y una nota que decía: Hija fui a dejar a tu hermano a la escuela y a hacer compras, te deje algo para que comas, cuando acabe de leer la nota la tire en el basurero mire la comida y el estómago se me revolvía no tenía hambre así que solo precedí a tirarlo a la basura y la leche por el lavadero, deje los platos en la encimera y volví a subir a mi cuarto.
Aún seguía en pijama así que me tire sobre la cama viendo al techo, empecé a recordar otra vez lo que había pasado ayer y un sudor frío empezó a salir de mí, empecé a temblar me levante rápidamente de la cama y corrí hasta mi escritorio a buscar un estilete, cuando lo conseguí alce mis mangas y procedí a hacerme cortes pensando en todo eso mientras cortaba profundo mis muñecas, la sangre empezaba a salir y yo a calmarme; me tire al piso y solté el estilete, respire aceleradamente y entrecerré los ojos.
—Eso está mejor —dije sentada en el suelo —iré a bañarme
Fui directo al baño y me quite la ropa con cuidado de no mancharla de sangre, me metí a la ducha y empecé a restregar fuertemente el cuerpo, la sangre empezó a correr junto con el agua que me caia al cuerpo, me daba asco verme porque alguien tocó mi cuerpo y me sentía muy mal, lo único que podía hacer era pasar el jabón muchas veces por todos lados y con mucha fuerza cuando toque los cortes y eso me provocó mucha ardentía.
—¡Auch! —dije llorando —no quiero sentirme así, ¿porqué debo sentir todo esto? —pensé mientras lloraba —odio ser yo.
Me saque el resto de jabón y salí de la ducha, antes me asegure de que la sangre parara, me seque, me puse la toalla en el cuerpo y otra en mi cabello me senté sobre la cama y me quedé mirando fijamente a un solo lugar
—Tal vez fue mi culpa lo que pasó ayer, no debí empujarlo de esa manera y así no hubiera pasado nada; bien ya no importa lo olvidaré eso es todo —pensé
Me levante y me puse el uniforme, me tocaba educación física así que estaría al menos cómoda con el calentador, me quite la toalla de la cabeza y me peine enseguida escuche a mi mamá llegar. Antes de bajar a verla me asegure de tenerme mis pulseras y tapadas mis muñecas con la manga del saco, no quiero tener que escuchar los regaños de ella y mucho menos que se arme otro problema por eso.
—Hija ya llegué ¿Estas despierta?
—Si ma —dije bajando las gradas —ya me voy al colegio
—Pero Mad, tú estás enferma te dije que podías quedarte en casa hoy —me dice acercándose a mi para tocar mi cara
—Lo se mamá, pero quiero ir, además ya me siento mejor
—¿Estas segura hija? Como ya te dije antes si puedes faltar
—Si ma, estoy segura además no quiero atrasarme
—Bueno hija ve, pero si te sientes mal llama a la casa y te iré a ver
—Está bien mamá, ya me voy —la abracé y salí de la casa
Me puse en camino, y en ese instante es como si todo estuviera bien ya que de alguna manera me sentía tan feliz y emocionada de ir al colegio y solo me subí en el primer bus, cuando el bus se detuvo para poder bajar yo di saltitos y empecé a caminar. El cielo estaba azul y había sol; mientras caminaba como una oleada llegó a mí de nuevo los recuerdos de ayer y me pare en seco mi corazón latía rápido y una corriente recorrió mi cuerpo, miré hacia atrás y sentí que quería regresar a mi casa con muchas ganas y meterme en mis cobijas.
Solo me quedé allí parada en la vereda, mordiéndome las uñas pensando que hacer yo solo quería llorar. De repente por atrás sentí un abrazo fuerte y mi cuerpo reacciono
—¡Déjameee! —grité asustada y separándome
—¡Eyy tranquila zombi jaja! Soy yo —dice Júpiter
—Ahh perdón, es solo que me asustaste
—Si ya me di cuenta ¿Estas bien? Veo que te tiemblan mucho las manos —dice acercándose a mí un poco
—Estoy bien —digo respirando profundo —solo me asusté nada más —sonreí ligeramente
—Mm supongo que te creeré, si tienes algún problema no dudes en decirme podemos arreglarlo, ya sabes cómo —dice mientras me enseña las muñecas
Cuando dijo eso entendí claramente que podíamos cortarnos para aliviar lo que siento y él iba a ayudarme de esa forma.
—Gracias por eso, lo tendré en cuenta
—Ahora vamos —sujeta mi mano
Sujete su mano y caminamos el resto de camino hasta el colegio juntos, llegamos de esta forma hasta nuestra aula y allí ya estaba Oriana viéndonos entrar cuando se acercó a nosotros
—Hola chicos, veo que vienen juntos —dice sonriendo
—Se ven bien juntos, por cierto, Mayida ayer te fuiste tan de repente ¿por qué?
—Me asuste al ver que pregunto sobre eso en frente de Júpiter así que trate de dar una respuesta —solo empecé a sentirme mal, por eso decidí irme —dije con las manos temblorosas