—¿Mayida Rigau verdad? —me dice el guardia mientras estoy sentada
—Rápidamente me pongo de pie y respondo —si, soy yo
—Como no estabas con el grupo de allá y vi que no escuchaste la información vengo a repetírtela, estas son los oficios que hay: peluquería y belleza, costura, tejido o continuar tus estudios así que piensa bien que vas hacer y dímelo… —dice viéndome a los ojos
Me quedé un momento pensando que hacer, no sabía en qué lugar sería mejor estar, pero algo si sabía con seguridad y era que quería con todas mis fuerzas volver a estudiar así que si esta es mi oportunidad de hacerlo no la desperdiciare ya que mi objetivo desde pequeña es tener la mayor cantidad de estudios que pueda.
—Quiero continuar estudiando oficial —dije seria mordiendo mis labios
—Sabia decisión niña —me dice serio anotando algo en la hoja —toma —me extiende un pequeño papel que decía mi nombre y la palabra “grupo de estudio” —mañana en la mañana luego del desayuno ve a la oficina de la directora que está en el segundo piso por el pasillo del comedor y dale esto, ella te anotara en un grupo.
Luego de dejarme ese papel se fue, y yo me volví a sentar donde estaba con ese papel en mis manos y viendo mis pies, espero haber escogido bien, tengo todas las intenciones de continuar estudiando, pero me da miedo que otra vez me lo arrebaten como ahora.
Mientras estaba sentada allí al otro lado de la reja llegó un chico, bastante delgado, con uniforme naranja como el mío, se le notaban mucho las ojeras, su piel era morena, tenía ojos azules, la mandíbula la tenia muy marcada debido a su delgadez; se sentó cerca de mí en silencio y alzó su mirada viéndome algo enojado, yo solo sentí un escalofrío con esa mirada y me quedé allí junto a él sin decir nada.
Cuando sonó una sirena me levante para irme y él igual, ambos nos regresamos a ver y seguimos caminando hacia adentro. Una vez que entre subí a la celda a ver mi toalla para bañarme y cuando baje de nuevo hacia las duchas encontré una, me saque la ropa para bañarme.
En un momento acabe de bañarme secandome rápido para poder ponerme mi ropa interior y encima me puse la toalla cubriendo mi cuerpo, de pronto entraron las amigas de Bega riéndose y empujándose unas a otras y solo al verlas me apure en salir de allí, pero para mí mala suerte una de ellas se puso en mi camino.
—¿A dónde crees que vas tan rápido? —dice la chica de cabello corto negro —justo ahora estamos bastante enojadas por lo de Bega así que tú nos servirás para desquitarnos
—Que buena idea Danaé —dice una chica a lado de ella con piercing en la nariz —así nos desestresaremos—aplaude
—¿No estarán hablando enserió Danaé y Felisa? —dice otra chica con un tatuaje en el tobillo enojada —Oigan tontas ¿acaso no vieron lo que le paso a Bega esta mañana?
—Ash vamos Kaan —dice Danaé —no seas aguafiestas, no pasará nada.
—Kaan gira sus ojos poniéndolos en blanco —bien, hagan lo que quieran pero no me metan —se va a una ducha al fondo
—Bien jaja —dice Danaé agarrándome del cabello fuerte —como aún eres nueva seremos suaves
En ese momento solo pensé que no me podría estar pasando lo mismo de nuevo, no aquí ¿tan mala suerte tengo para que la gente siempre quiera agredirme?, sin que pudiera reaccionar a eso me dio un rodillazo en el estómago dejándome sin aire y tirándome al piso así que Felisa se dirigió hacia mí y sentándose encima de mi me agarro el cabello golpeando mi cabeza con el suelo haciendo que me mareara casi al punto de desmayarme. Todas las chicas que entraban agachaban la mirada y no hacían nada ignorando lo que me pasaba, junto con todo lo demás me aplastaron los brazos con una fuerza que sentía que se me arrancaban.
No podía gritar solo aguantaba, hasta que casi sin fuerzas y con la respiración acelerada dije
—¡Basta por favor, me duele!
—¿Qué? —dijo Danaé —¿Ya te cansaste? —jaja, pero apenas estábamos empezamos y ya no quieres
—Eres demasiado débil jaja —dice Felisa —bueno por hoy te dejaremos en paz, pero la siguiente debes jugar más tiempo con nosotras ¿está bien? —dice acercándose a mi rostro en el suelo
Con las últimas fuerzas que tenía, me levante tambaleándome y tosiendo fuerte, agarre mi ropa y me fui a la celda, para es momento ya no tenia la toalla puesta, solo me había quedado en ropa interior.
Al llegar mis piernas perdieron fuerza cerca de la cama donde me sostuve y me desmayé allí en el suelo. No creo que paso mucho tiempo cuando sentí que alguien me movió ayudándome a acostarme en la cama agarrándome del brazo.
—¡Genial! —susurro acomodándome en la cama —apenas vengo saliendo del maldito encierro y ya tengo un muerto en mi celda
Mientras decía eso me secaba el cabello aún mojado, y con algo de fuerza me ayudó a vestirme.
—Oye, oye, ¿me escuchas? —me dice dándome golpes en mi cara y sacudiendo fuerte mis hombros —levántate para poder subirte el uniforme
Al escuchar eso entre abrí los ojos empezando a incorporarme, entonces me senté en la cama con algo de mareo y nauseas, rápido me subió el uniforme; mientras ella hacia eso me entró de nuevo ganas de desmayarme y mi cuerpo se estaba yendo poco a poco hacia delante.
—¡Ey, Ey! Un momento niña —me dice agarrando mi brazo fuerte —no seas tan débil, no te dejes ir otra vez —agarra mis mejillas apretándolas con una mano —respira —me dice —y quédate conmigo, ordénale a tu cabeza que se controlé