—Buenos días profesor —dice el oficial alado mío —ella es nueva y la directora aprobó que siga estudiando.
—Buenos días —dice el profesor sonriendo —está bien pasa y siéntate —me mira
Le hice caso y entre al aula que era bastante grande y había algunas chicas que estaban ya sentadas en mesas largas cuadradas alrededor de esta, entre ellas estaba Kaan y Gery que estaban sentadas juntas y al verme Gery me saludo con la mano alegremente y me hizo señas para que vaya a sentarme con ella, yo le hice caso y fui a donde ella.
—¡Ven siéntate con nosotras! —dice feliz
—Gery ¿tú también decidiste seguir estudiando? —le pregunte
—Claro que sí, ya llevo un año en esto, Kaan igual decidió seguir
—No quiero atrasarme cuando salga de aquí —Kaan estaba seria —esto no es para cualquiera
—Todas sabemos eso Kaan — Gery sonríe —por eso lo elegimos ¿verdad Mayida?
—La verdad si, pienso igual que ustedes y tampoco quiero atrasarme
—¡Así se habla chica! —me abraza —esforcémonos por terminar el bachillerato —dice
Yo solo sonreía por sus palabras, parece que ella y Kaan no son tan malas después de todo y creo que si todo está tranquilo podré avanzar con esto en paz. El profesor se acercó a mí con unos libros.
—¿Mayida verdad? —me dice sonriendo
—Si —le respondí
—Ten —me los da —estos son los libros con los que vas a igualarte, yo solo estoy aquí para explicar los temas que no entendiste y tomar pruebas, así que deberás auto educarte ¿entiendes?
—Mm si lo entiendo —digo preocupada
No sabía que yo debía auto educarme, creo que esto será más difícil de lo pensé ya que en los dos últimos años que estuve en el colegio me costó mucho aprender y allí los profesores si nos enseñaban, pero no me desmotivare ya que encontraré la forma de sacar esto adelante.
La clase siguió, y el profesor respondía las dudas de todas y lo que más me asombraba era que de verdad todas ya parecían saber los temas con anticipación así que eso me hizo sentir una presión algo grande, cuando acabó salí del aula con los libros que me dio el profesor; ya era la noche debido a que las luces estaban ya encendidas así que fui a la ducha para bañarme, al entrar había unas cuantas chicas, yo solo me quite la ropa y vi mis brazos que dolían un poco, tenían moretones, mientras me estaba bañando llegaron Bega y sus amigas y al verme se acercaron a mí.
—¡Hola nueva! —me dice Bega —¿Adivina qué?
—Agacho la mirada y respondo —¿Qué cosa?
—Mis amigas me contaron que tu estas dispuesta a distraernos y divertirte con nosotras así que quiero que hoy lo hagamos juntas —dice sonriendo
Antes de que pudiera responder algo, se me acercó Danaé y de un empujón me tiro al sueño, yo con la toalla puesta en el cuerpo caí y empecé a temblar porque recordé lo que me hicieron antes así que solo cerré los ojos fuertemente para aguantar lo que vendría cuando de repente escuche golpes ¿pero no eran a mí? Para mi sorpresa Noor había llegado
—¡Auch Noor! —dice Danaé —¿Por qué carajos te metes? —dice tocándose la cara
Al parecer Noor le había dado un golpe por haberme tirado al piso.
—Si ¿Qué te pasa tarada? —dice Felisa con el labio sangrado —no es contigo
—¡Claro jaja! —dice Noor apretando los nudillos de sus manos —no es conmigo, pero ¿no les parece un poco injusto 3 contra 1? —alza su labio superior ligeramente —no voy a permitir que la golpeen de nuevo así que se los advierto a todas vuelvan a tocarla y están muertas ¿entendieron?
Todas se hicieron para atrás asustadas desviando la mirada.
—¿y tú que haces en el suelo? —me dice enojada —ten un poco de dignidad y levántate, deja de ser tan imbécil y defiéndete, lo único que haces es temblar como un pollo y dejarte pisar, ¡dios!
Diciéndome eso se dirigió hacia una ducha enojada y yo me levanté para irme a la celda, mientras caminaba hacia allá pensé en lo que me acababa de decir, pero ella no tiene idea de que no es nada fácil hacerlo, es más sencillo decirlo, no sé si algún día podre tener valor de enfrentarme a las personas que abusan de mí, he sido victimizada por casi tres años y jamás hice algo.
Llegue a la celda y me seque el cabello al igual que mi cuerpo dándome cuenta que me dolía bastante la cabeza y me habían aparecido nuevos moretones en las palmas de las manos debido al impacto de cuando caí al sueño.
—Qué hermoso es tener el cuerpo morado —dije enojada
A la mañana siguiente en el patio todas hacían ejercicio matutino y yo estaba sentada donde siempre, el chico moreno no había llegado esta vez y me preguntaba donde podría estar, espero que este bien ya que al igual que yo a veces trae golpes, estaba distraída pensando en él que no me di cuenta que otra vez venían Bega y sus guardaespaldas.
—Oye fenómena —me dice lanzándome una piedra que golpeo mi ojo —ayer por desgracia y culpa de
Noor no pudimos divertirnos, pero ahora no te salvas ya que ella no está aquí
Rápido les hizo señas a Felisa y Danaé para que me agarraran fuerte de los brazos, y Bega se acercó a mí agarrando mi cuello fuerte.