Blanco fácil

Capítulo 49

—No sé cómo sería antes de que llegues —me dice —pero aquí debes aprender a defenderte 

—Es…es que —dije titubeando —me da miedo, solo no…no puedo, me paralizó 

—Dándome una cachetada fuerte y muy enojada Noor me responde —¡reacciona niña tonta! —me ve —date cuenta que aquí si no haces algo para que ganarte respeto te van a matar —me grita —¿acaso eso quieres? ¿Qué el día de mañana a tu cuerpo lo recojan en cualquier lugar de este lugar y te lleven a la morgue? 

Temblando y asustada me di cuenta que ella tenía mucha razón, por haberme dejado que me traten así es que terminé aquí y si no quería terminar peor debía hacerle caso. Aún algo insegura le respondí. 

—De …de acuerdo ¿Qué debo hacer? —dije seria 

—Es un hecho que cuando me vaya van a desquitarse contigo y va a pasar en el comedor, en las duchas o el patio; cualquier lugar es propicio para ellas así que jamás sueltes la navaja ¿Escuchaste? —me dice —debes llevarla contigo a todos lados y cuando se presente la ocasión solo agítala hacia abajo y saldrá el cuchillo 

—¿Pero ¿qué pasa si no reacciono a tiempo? —dije asustada 

—Vas a hacerlo créeme, en esa situación uno rápidamente ya sabe qué hacer y tu cuerpo solo podrá reaccionar, nada más debes recordar lo que te diré —me dice acercándose más a mi —agarras fuerte la navaja con la mano, la giras y en ese mismo momento atacas la cara de tu oponente, las piernas o el cuello ¿mm estamos? Cualquiera de esas partes debilita el cuerpo y cuando veas que esta vulnerable subes los puños para cubrirte la cara y peleas —se levanta de la cama —si me entero que no lo hiciste yo misma vendré a golpearte y créeme que no seré buena —me mira 

—Asiento —hare lo que me dices, no te preocupes —dije 

—Más te vale —sale de la celda y me dice —suerte y espero que sobrevivas, nos vemos en dos semanas 

Diciendo eso último se fue dejándome una navaja como único meto de defensa, asustada la guarde debajo de mi almohada y me hice rollito en mi cama llorando y pensando que en verdad detestaba estar encerrada en este calabozo y tener que hacer cosas que no quiero, un sentimiento bastante conocido me invadió y el desespero por cortarme llego rápidamente así que con la navaja empecé a cortarme los brazos hasta sentir como venía la sangre caliente quedándome dormida. 

Por más que trataba de prepararme mentalmente para enfrentarlas mi mente me bloqueaba y me decía que no iba a poder, tenía bastante angustia que la liberaba solo contándome y así pase dos días encerrada en la celda sin comer, sin bañarme, no estudiaba tampoco me hidrataba, estaba bastante más débil que antes y solo quería morirme, estaba en el suelo de la celda me sentía sedienta y el cuerpo me quemaba cuando llego a mi Xena con un vestido blanco y acariciando mi cabello me dijo. 

—Hola nena ¿Cómo estás? 

—¿Amiga? ¿eres tú? —dije viéndola  

Me senté para abrazarla y lloré en su hombro 

—Te extraño amiga —dije —perdón por ser tan cobarde 

—¡Tranquila nena! —me dice abrazándome —yo siempre estoy aquí para ti 

—¡Xena! —dije mirándola y sonriendo —quiero ir contigo —agarre su mano —sácame de este horrible lugar, ya no aguanto más estar aquí quiero ir a ver a mis papás —mis ojos lagrimeaban —a mi hermanito igual y así podemos estar todos juntos como antes ¿sii? ¿mm? 

—Ella me sonríe, acaricia mi cabello y me acuesta en sus piernas —nena eso me encantaría, pero… —la celda se torna de un color claro resplandeciente —no puedo hacer eso, ¿recuerdas cuando siempre te defendí? 

—Asentí y sonreí —sii y eso me tranquilizaba mucho porque me sentía protegida por ti.  

—Si te llevo conmigo jamás serias valiente ¿verdad? —me sonríe —no fue tu culpa nada de lo que paso —acaricia mi cabello —solo quiero que enfrentes tus miedos, salgas de aquí tu sola y vuelvas a ser feliz 

—¿Pero por qué haría eso? —dije llorando —nada está bien, jamás lo estuvo y no puedo hacer nada yo sola.  

—¿Cómo qué no? Esa no es la Mayida que conozco —me dice seria —¿Acaso no recuerdas lo fuerte que puedes ser cuando quieres? ¿o lo inteligente que eres? Eres muy valiosa nena 

—Es verdad que en ese tiempo era feliz —sonreí 

—¿Ahora lo recuerdas? Entonces lucha por esa felicidad, no dejes que nadie te vuelva a hacer creer que no vales nada —toma mi meñique —¿me lo prometes? 

—Sonriendo y con poco energía agarrando su meñique respondí —lo prometo amiga, no dejaré que nadie me vuelva a pisotear 

—¡Esa es mi amiga! ,y mira bien a tu alrededor, hay gente buena que podrán ayudarte solo debes abrir tu corazón a las personas correctas —me guiña el ojo 

Se fue con el resplandor y yo volví a dormirme y a lo lejos escuchaba voces desesperadas. 

—¿Mayida? ¿Mayida? ¿Estas bien? —decía una voz —¡Dios mío, Kaan no responde! ¿Qué hacemos? 

—¡Ya cálmate Gery! —decía otra voz —solo sigue poniéndole los paños de agua fría en el cuerpo y yo me encargo de hacer que pare la sangre de los brazos 

—Tanta sangre me está mareando —decía la primera voz —¡Wakala! 

—No exageres Gery, soy yo la que estoy limpiando la sangre, no tu 



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En el texto hay: drama adolecente

Editado: 08.12.2024

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