Fuerza
Conduzco lento el automóvil aun no salgo de la calle principal de la universidad, una porque hay gente muerta esparcida en el piso y otra porque es muy difícil esquivar los autos. Bajo la calle secundaria que le sigue y paro de inmediato, un grupo de zombis están en grupo comiéndose a una persona.
Me sudan las manos y agarro por inercia el palo pero lo suelto tomando nuevamente el volante, sigo conduciendo lento, espero que no me miren, paso alado de ellos, me agacho ocultándome y no pudiendo ver el parabrisas. Lo sigo haciendo hasta que estoy lejos y llego a la calle principal en la que se puede llegar a mi casa, esta desolado. Perfecto, agarro la palanca de cambio y después el volante y giro bruscamente a velocidad.
Me giro para ver hacia atrás pero no hay nadie. Espero llegar con vida.
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Una hora después estoy en la esquina, solo giro y estaría en mi casa, en la residencia. Me topé con una manada de zombis y los atropelle, ignore a gente humana en la carretera y no les ayude, e ignore mi entorno y lo destruido que se ve. Pienso en el sueño que tuve con el joven que apareció en él, pero solo fue un sueño porque ahora no hay nadie. Estoy sola como siempre lo estuve. Sigo conduciendo y llego a mi conjunto residencial y veo que la puerta verde, la que es principal y que da a esta calle está abierta, miro el panorama de la casas unas abiertas y otras cerradas. Entro con temor que aparezca alguien. Mi casa es una de las primeras de tres pisos, pintadas de gris con amarillo. Solo un poco más Dulce, veo que el auto de mis padres no esta y un escalofrío me invade.
-No puede ser- susurro para mí misma. Me estaciono y cojo el palo, ajusto mi bolsa y miro alrededor, esta vacío. Tengo miedo de lo que pueda encontrar dentro. Exhalo aire y abro la puerta. Mis pies desnudos tocan el suelo, tuve que sacármelos porque estaban contaminados, siempre precavida.
Miro el suelo y no hay rastro de sangre. Saco mis llaves y camino hacia la puerta. La introduzco y la giro despacio. Abro la puerta y entro. Eso quiere decir que no están aquí, ¿o si?, cierro la puerta sin hacer ruido. Miro el primer piso pero esta tal y como lo vi aquella mañana limpia, mesa recogida, platos lavados y ropa tendida.
Subo al segundo y las puertas están cerradas, afino mi oreja en una de estas y no se escucha nada. Así que abro y esta vaciá. Corro a cerrar las cortinas para que quede oscuro. Sigo con las demás y no hay nadie en la casa. También cerré las cortinas y cerré todas las puertas menos la del baño y la de mi cuarto. Sigue tal y como lo deje.
Cobija naranja, almohadas blancas, y plantas que necesitan agua. Mi computadora está en su escritorio. Mi refugio puede ser un peligro si me quedo pero que puedo hacer ahora. Mis padres no están y mi hermana puede estar muerta. Me quito el bolso y la bata. Decido bañarme.
Ojala funcione todavía la ducha. Miro si se encienden las lucen y si. Es bueno por ahora. No se acortado la luz pero se que pronto se lo hará y me quedare a oscuras. Pero igual sería peligroso tener de noche una luz encendida.
Voy a ducharme, me enjabono bien quitándome todo lo sucio. Salgo y me envuelvo en una toalla, miro mi cabello negro largo, mis ojos son cafés y tengo la piel blanca, con algunos rasguños que no fueron infectados, miro mi pierna que tiene un raspón largo, e imagino que va dejar cicatriz. Los curos, me cambio y así inicia mi tormento.