Blanco - Negro y Vida

Capítulo 16

Demasiado tarde

Nomi

Se lo dije.

Dije que era mala idea ahora estamos atrapados en este centro comercial lleno de zombis, y dudando si habrá escapatoria alguna. En medio de la oscuridad observo a estos payasos que parecen que se gustan pero ni cuentan se dan o ¿si? Imagino que por parte de Diman, si, ya que se preocupó por ella de inmediato, temía que se convirtiera en uno de ellos.

Diman sigue despierto y me manda un gruñido por mi actitud arrogante y egoísta. Él Sabe muy bien que yo no soy así, pero en la situación que nos encontramos me desespera acaso no lo entiende. Sobrevivimos juntos por casi diez años, no para venir y morir ahora aquí, solo porque Dulce quiere buscar a sus padres.

Sus padres…

Me calmo inspirando y exhalando.

-Nomi- me llama Diman. Lo miro y digo que quiere solo con la mirada.

-Quita esa cara de cu… que tienes en la cara y escuchame- mira de reojo a Dulce para percatarse que este bien dormida- debemos salir de aquí y voy a querer toda la actitud tuya, por eso nos acompañaste. También estamos aquí por un objetivo. Buscar a los padres de Dulce y su hermana.

-Lo se Diman, solo dejame aclamarme- le contesto un poco más tranquilo. Me armo de valor y termino diciendo algo que es verdad- ¿Cuándo nos vamos a ir de su casa?, se supone que íbamos… íbamos a quitarte esa inquietud que tu tenías- le miro a los ojos y él se encoje.

-Sabes muy bien que no… no terminamos planeando nada, ella solo aparecía entre mis sueños, la sentí como una clave- susurra en voz baja para que no escuche en el fondo de su subconsciente si supiera que observe detalladamente su cara cuando miraba esas fotografia de ella – ahora debemos pensar en como salir de aquí y en los que estamos en esa casa okey.

-Solo te voy a decir algo, que no todo va salir como quieres y algún dia tenemos que movernos de ahí y llegar a nuestro destino bien lo sabes- le señalo serio restándole importancia a todo lo demás.

Nos miramos retándonos y el me ignora acostándose alado de Dulce. ¡Idiota enamorado! Y solo han pasado como nueve días desde que llegamos. Denme paciencia.

Al dia siguiente un rayo de sol iluminaba el lugar, justo donde yo estaba acostado, pestañeo y miro el agujero por el que entra la luz. Alzo mi mano y me la llevo al pecho recordando un poco mi pasado, a mi madre con su pañoleta en el cabello plantando las plantas que daban al jardín y como siempre resplandecía cuando el sol le daba, el del atardecer. Mi corazón palpita y reacciono, hay un atardecer afuera por el color del sol. Hemos dormido mucho. Miro a mi alrededor a los chicos y Dulce abraza a Diman y Diman abraza a Dulce.

Una pizca de envidia es lo que siento, es lo que he sentido. Y no está bien, no lo está. Es tan matador estar solo, no tener a tu familia ser arrancado de ellos, ser maltratados por otros.

Mi dulce madre seguramente está muerta en algún lugar y yo aquí luchando por sobrevivir. Vuelvo a ver la luz y el agujero. Muevo un mesón y me subo para ver a través de esa pequeña luz que puede ser nuestra salida sin daño.

Mis ojos observan una calle vaciá y destruida por las secuelas de ayer. Miro el cielo y los colores están mezclados tonos naranjas y amarillos resplandecen el cielo, nuestro cielo. Trato de mover los restos destruidos de la pared con todas mis fuerzas y solo una parte se rompe. Salto al piso y saco mi pistola, lo pienso detenidamente y descarto la idea. Y lo único que se me ocurre es patear. Lo hago y después de un tiempo veo unas piernas femeninas ayudándome a empujar junto a Diman.

-Hagámoslo juntos, podemos cruzar la calle a la universidad antes que se oscurezca. El sol esta de nuestro lado esta vez - sonrió y los tres metemos presión. La pared cae y juntos salimos corriendo como locos. Aprieto mi pistola en mi mano y Dulce me mira agradecida no sin antes reaccionar y lanza un cuchillo alado mío sin darme, claro. Los dos nos volteamos y vemos a un zombi caer.

Dulce me salvo. Estaba apunto de ser mordido y ella me salvo. Me jala para que corra y así lo hacemos.

Mi corazón late, pero late de agradecimiento. El sol está cayendo mientras marcamos nuestros pasos. Dulce busca algo.

-¿Qué estás buscando?- pregunta Diman desesperado y cansado de tanto correr.

-A ellos, es un carro plomo pero no lo veo- estamos en la entrada del estacionamiento. Ellos buscan mientras yo miro alrededor si hay peligro pero justo mis ojos dan con un camioneta ploma y dos personas recostadas en los asiento. Busco más allá para ver si está la mamá de Violeta pero nada. Me acerco con mi corazón en bomba y solo sé que fue demasiado tarde.

Dulce esta alado mío y cae de rodillas llorando desconsoladamente. Sus padres están muertos y tienen dos disparos en la cabeza, y su hermana yace acostada muerta en los asientos traseros. Mi cara se desencaja y siento tristeza. Diman la abraza y ella lo empuja mirándome.

-Mis familia está muerta- lo dice con una voz ahogada del llanto – ya no me queda nada.

-Si te queda- le grita Diman- te queda Violeta- los miro por un rato pero reacciono porque el sol se oculto y es hora de refugiarnos.

Y yo les grito más fuerte – tenemos que irnos, carajo- ambos me miran – por favor, es demasiado tarde.




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