Hotel
Un mes después
Y yo te miro, te escucho y no puedo dejar de pensar en lo que fui yo. Corro como nunca matando a cada zombi que encuentro con mi arma que me dio Diman. Les disparo en la cabeza. A veces pienso de donde saco tanta fuerza. Fuerza que no quiero que acabe.
El cielo está despejado y miro más allá de las montañas, parece de lejos distinguirse una luz pero parece que estoy viendo mal, capaz es el reflejo del sol, Miro a mi alrededor y las calles están vaciás llenas de autos vacíos que se van llenando de polvo, cadáveres de animales que no merecían dolor. Regreso caminando a mi casa estoy a diez minutos, estoy segura que los chicos ya mismo regresan, hoy en la mañana Danna, Diman, Obi y William fueron a inspeccionar algunas casas por si encontraban más comida, ropa, y cualquier cosas que nos sirva. Debo decir que la casa que una vez conocí se ha convertido en un hotel desordenado que un hogar dulce y agradable.
Mi cuarto ahora lo comparto con tres chicas, ¡porque mi cuarto! habiendo tres más, los chicos han decidido dormir dos en el tercer piso, el resto en el primero así todos estamos monitoreando que es lo que sucede a nuestro alrededor.
Flashback
¡Chicos hay un zombi en el tercer piso!- grita desesperado William quien sale como loco del baño mojado en toalla y con un bate.
Todos reaccionamos y cogemos nuestras armas echas de forma casera. Obi salva a William que casi es mordido en la pierna. Con el nuevo machete que tomo de una tienda le corta la cabeza por el cuello ¡Oh Dios mío!, la sangre chipotea en toda la pared amarilla.
Nomi reacciona. Se pone unos guantes y arrastra el cadáver junto a Obi para tirarlo desde el tercer piso al suelo.
Desde ahí decidimos dormir los nueve en los tres pisos.
Llego a la entrada de mí y veo el camino y a los costados las casas en la que alguna vez las personas salían hacer sus actividades. Ay recuerdos.
Aprieto mi cuchillo en mi puño mientras camino y veo que la camioneta aún no ha llegado. En la terrado visualizo a una silueta y es la de mi prima seguro esta lavando ropa. Sonrió con malicia ya que nos turnamos con lavar la ropa. Hasta que mis pasos se detienen por una grito fuerte que hace taparme los oídos.
Alzo mi mirada y miro de donde proviene, me regreso por donde entre y corro hasta que llego a un poste y cubro mi silueta. Mis ojos ven a una figura espantosa, de metro noventa que parece sacada de una película de miedo, este parece carnívoro, como un león que te mata con un mordisco. La persona que antes vivía esta desmembrada de pies a cabeza siendo comida por los zombis, pero zombis que parecen ¿inteligentes?, imposible.
Por lo que hemos descubierto.
*Los zombis caminan entre mañana, tarde y noche.
*Matan y muerden como animales.
*Están muertos.
*Comen humanos, más sus cerebros.
*Tienen visión nocturna.
* Son tontos.
Y no son para rápidos, estos parecen que si. Que está pasando aquí. Acaso están evolucionando, si ni llevamos medio año desde que inició esta epidemia. Me acerco más y me cubro contra un carro para ver más de cerca lo que está pasando. El más robusto parece parado con la vista hacia abajo como si estuviera reposando mientras los demás se alimentan alado de repente alza la vista y yo me agacho para que no me vea. Alzo de reojo la mirada mientras mi corazón martillea de los nervios. Decido irme, me arrastro en cuatro patas justo cuando me voy a levantar para cubrirme con el poste. La manada de zombis cruza el portón de la residencia. Me pongo debajo del carro de lo más rápido y mi cerebro martillea del dolor de cabeza que se está formando. ¡Rayos! Por favor que los chicos no estén afuera y no hagan ningún ruido.
Diez minutos después y tengo un montón de nervios. El sonido de las llantas me pone en alerta y trato de ver si son ellos y lo son. Salgo de lo más rápido y corro hasta donde se ve la figura del auto. Se detienen abruptamente cuando me ven y Diman sale de él.
-¿Por qué apareces así de la nada?. Bien podríamos haberte matado- me regaña pero no me importa, porque lo que estoy a punto de decirles es más importante.
-Creo que tenemos un problema – es lo único que digo mientras respiro entrecortadamente.