Cascadas
Nomi
Dos días antes
El piso de arriba se está moviendo muy fuerte. Miro a los chicos y parecen nerviosos, al igual que yo pero no lo hago notar. Violeta sostiene fuertemente la laptop y se la quitó con calma, ella me mira bruscamente y niego con la cabeza. No es momento para discutir. ¡Mierda!, ya quiero que salgan los zombis, porque cada minuto que pasa para nosotros es importante y crucial depende de si todos salimos con vida, algo fuerte nos hace movernos a todos que las rodillas nos tiemblen haciendo que nos doblemos en el suelo.
-¿Qué fue eso?- pregunta asustada Samantha y Violeta responde.
-Seguro fue otro poste, el piso tiembla cuando uno esos postes se caen, no te asustes- asiente y abraza a su hermano que le abre los brazos para reconfortarla. Me levanto y abro la tapa de la laptop algunas cámaras que instalamos parece que están destruidas por el fuerte movimiento, y solo una vale, miro el recuadro y se ve una sombra que después se aleja, a lo lejos la luz pronto oscurecerá, y el pánico se apodera de mí. Porque también me preocupo por los demás, en este caso, el irnos y dejarlos es una buena opción para mí, pero para el resto seguramente es muy cruel más para Violeta que se muerde las uñas al igual que su prima, son tan parecidas. Nos miramos por un momento y ella se acerca para poner su mano encima de la mía.
-Si crees que podemos salir de aquí con vida, más te vale sacarnos a todos antes de que sea demasiado tarde- sus palabras me causan impresión y alejo su mano de la mía para apartar sus mechones de la cara y ponerle atrás de la oreja. La diva loca es muy guapa, cejas bien alineadas, ojos marrones y labios finos- ella se sorprende por mi acción y nos miramos asustados. Después casi dos meses peleándonos podemos coincidir en nuestras decisiones. Más aun no olvido lo que ha hecho, como esconderme la ropa, recortar mis bóxers y dejarme papeles donde salgo yo, dibujado requeté feo. La última fue echarme agua mientras estaba dormido, travesura que me cobre echándole agua también. Ja me rio por eso porque alado estaba Dulce y a ella también le cayó el baldazo. En fin he disfrutado vivir aquí y es hora de irnos.
-Lo hare- es lo único que digo mientras me alejo y los demás nos miran boquiabiertos.
**
Después de tres horas la cámara muestra que ya no hay nadie en la casa. Salimos todos con cuidado y vemos que todo está desordenado y sucio, el olor a muerto es espantoso. Me apresuro a la puerta y la cierro. Todos comienzan a guardas sus pertenencias mientras Violeta saca pegatinas y escribe algo y baja al sótano. Yo también saco una y decido dejársela a Diman en la azotea. Cubro la escopeta y bajo la escalera pero me detengo cuando veo a lo lejos todo desmoronado, y más allá a lo lejos se proyecta una luz amarilla, ¿Parecen llamas?, puede ser a no ser que, imposible. Cierro la puerta y bajo las escaleras, guardo lo mío y recojo algunas cosas que nos pueden servir, entrego a cada uno un saco de dormir, y los demás decido llevalos por mi cuenta. Para los demás.
-¿Vamos a irnos en la oscuridad?- pregunta Samantha temblando del frio.
-Si- se rasca la cabeza.
-¿Crees que es buena idea? Nomi afuera a esta hora es peligro- acaso no lo sé. Miro alrededor y la mente se me bloquea. - Podemos esperar a los demás e irnos con ellos.
-No- digo- puede ser demasiado tarde- solo estamos los cuatro contándome Sami, confía en mí, yo sé que podemos llegar al fondo de la carretera donde se ven las montañas.
-Va hacer un viaje peligroso, pero ya lo hemos hecho antes hermana. Yo te protejo- menciona Lucas esas palabras para aliviarla y después la abraza. Violeta se abraza así misma y me da un poco de pena. Me acerco a ella.
-Confía en mi- asiente con una lagrima rodándole en la mejilla se la aparto y tomo su mano para salir- bueno todos nos vamos a las cascadas, así que estén atentos -alisto mi pistola y pongo a Violeta atrás mío. Apunto a la nada mientras nos escondemos atrás de un auto. Seguimos y llegamos a la entrada. Me giro para decirles una última cosa- Corran, corran hasta el final de la carretera ahí es donde tendremos que descender e inicia nuestro recorrido por las montañas.
Salimos y comenzamos a correr, presos de la noche, del pánico y lleno del caos porque hay zombis.