Blanco - Negro y Vida

Capítulo 36

Nomi

Mi aliento es agotador, mi esperanza también lo es. Llegamos y cuando lo hicimos estamos hechos un desastre, rodeados de maleza y muchas montañas con neblinas. Dentro de estas montañas existen arboles enormes que oscurecen el panorama y eso es un beneficio por ahora, espero que la maldita perra de la líder se demore buscándonos. Violeta parecía sorprenda por lo hermosa que era la cascada y estuviera escondida.

Todos caminamos por el agua hasta que subimos las rocas.

-Parecen estar muy resbaladizas, vayan con cuidado- digo y estiro mi mano a Violeta mientras ella lucha por subir, duda por un momento pero la acepta. La jalo hasta que nuestras caras están a centímetros.

-Nomi- nos giramos para ver a la persona que me está llamando. Es Tenny un amigo nuestro que estuvo con nosotros dentro del círculo. Atrás de él hay muchos jóvenes viéndonos extraño.

-Hola- saludo desconcentrado.

-Hola- responde sonriente. Y vienen para recibirnos, saludamos con abrazos y palabras emotivas.

**

Ha pasado un día y medio y no he recibido señales de Diman y los demás. ¡Mierda! Pateo una roca y sigo viendo por los auriculares si hay algo y nada.

-Porque no entras a comer- menciona Samantha- yo puedo vigilar- asiento y me dirijo para comer con el resto.

Las cascadas tienen un pasadizo estrecho donde las paredes son de tierra y se siente como si no pudieras respirar pero solo es tu imaginación que quiere jugar contigo. Por otro lado huele a demasiada humedad y no olvidar de que esta todo oscuro pero todo cambia cuando llegas al final y miras un pequeño valle en forma de circulo, la vista desde donde estoy mirando es maravillosa porque se ven las casas de madera que construyeron los chicos y todo el cultivo que está dando frutos por lo menos por ahora todo está bien. Arriba de mi hay un agujero que lo tapan cada noche ya que por ahí es donde entra la luz del día para que tengamos energía. Los cultivos lo necesitan más que todo. Y por último de ese agujero cae agua que se pega a la pared llegando hasta el piso donde existe una pequeña laguna, esa agua va directamente hacia afuera por eso la humedad del túnel. Toca tener cuidado ya que una pisada en falso y mueres.

Me dirijo a la casa media hecha ya que apenas llegamos tuvimos que ponernos manos a la obra. Cuando entro miro a Tenny, Lucas y Violeta comiendo. Tenny está contando su experiencia dentro del círculo.

-Enserio amigo por ahora hemos estados seguros aquí, la líder no nos ha encontrado. Es lo mejor que podemos tener - miro que habla con la boca llena y parte de su comida está en una olla- nos controlaban, manipulaban querían que todo fuera perfecto, soldados sin emociones, manejándolos como marionetas, lo mejor de todo fue huir- me siento a alado de Violeta y ella se aleja cuando estamos demasiado cerca. Esta chica no ha comido nada tiene el plato lleno.

-¿Porque no has comido?- le pregunto en voz baja en su oreja mientras Tenny sigue quejándose de sus males con Lucas. Me regresa a ver y noto que esta apretando con fuerza su cuchara como si la fuera a romper. Nuestros ojos se cruzan en un instante mientras me ignora agarrando su plato para comer.

Ahora que me doy cuenta, Violeta es bonita con su cabello frondoso desordenado, le toco y desenredo una parte. Ella parece tensarse mientras toco y pongo todo su cabello para hacerle una trenza. ¡Mierda! Quería hacer eso desde hace días, tocar, masajearlo seguro eso me relajaría. Una sonrisa malvada me sale de la nada y ella me regresa a ver y noto que tiene una parte de la cara manchada de tierra. Que tierna mi diva, espera no es mi diva. Me quedo quieto por los pensamientos que estoy teniendo.

-¿Qué haces?- me pregunta enojada.

-Haciéndote una trenza, tu cabello necesita una buena peinada- digo ronco de los nervios de porque estoy actuando así.

-No me digas, para que te enteres que no me he dado un baño bueno en meses y por eso me veo hecha un desastre.

Termino de hacer la trenza.

-Puedo conseguirte agua- le susurro otra vez en la oreja y parece que mi voz le hace cosquillas.

-Estaría estupendo- asiente y decido quitarle la macha que tiene en su cachete.

-Veré que puedo hacer- y con eso comienzo a comer.

Minutos después vemos a Samantha entrar agitada por la puerta.

-¿Qué pasa?- pregunto levantándome de la silla.

-Llegaron- anuncia tomando aire- pero no está Diman ni Dulce.

-¡QUE!- decimos al unísono los tres.




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