El arte de dibujar
Lucas
Siempre he dibujado, desde pequeño cuando toque mi primer lápiz. Es mi única fuente de desahogo, ya sea por la mañana, tarde o noche. Es lo que me mantiene cuerdo. Tantos dibujos han visto mis ojos, pero hasta ahora han sido los más doloroso, personas que han sufrido y el engaño que hemos vivido. Muerte y poca felicidad. Yo hasta lo denominaría el arte de dibujar esos dibujos.
Y para lo único que sirvo.
Mis manos no pueden parar al ver la terrible escena de atacado por los zombis. Debería ayudarlo pero no lo puedo evitar. Mis manos se mueven al compás de un vals, que egoísta de mi parte. Soy un maldito cobarde y miedoso que no puede hacer nada bien. Todos pensaban que era un angelito pero son un monstruo también, como esos zombis que muestran su sucia boca y piel curtida como una pasa.
Termino la última línea cuando un disparo me hace volver a la realidad, los zombis hacen temblar el piso y se mueven al lado contario y pocos son los que se quedan para cazar a su presa. Me aliento se agita por no saber que hacer. Nomi me mira y grita mi nombre en forma de ayuda y me muevo a ayudarlo como pueda, grito como loco y salgo corriendo para que los zombis me sigan, espero que sirva de ayuda porque ahora me van a cazar a mi.
Escucho disparos, hasta que me caigo y uno se monta encima mío y me muestra sus asquerosos dientes.
¡Mierda voy a ser mordido!
Más disparos y este acerca a mi cuello. ¡Poom!
Los truenos y el disparo se mezclan haciendo que grite y reaccione y le clave el lápiz en el cuello al maldito zombi.
De fondo se escucha que Nomi me llama. Pero yo sigo
-¡Lucas!, ¡Lucas!- más gritos.
-Pero sigo y sigo. No paro
Mato al maldito zombi con mi lápiz. Me monto y le saco el maldito ojo. Escucho otro maldito disparo que pasa encima de mí y regreso a ver al zombi disparado en la cabeza. Nomi acaba con el que mate y me mira.
-¡Mierda!, esta embarrado de sangre no abras la boca. Se rasga la camisa y me limpio el contorno de mis ojos y alrededor de los labios- estas bien- asiento con una furia que sabía que tenía-bien, tenemos que irnos lo mas pronto posible, una porque está anocheciendo y otra por los demás zombis- vuelvo asentir mientras me ayuda a levantar y recoge mi libreta . Se la rancho enseguida para que no vea el dibujo- esta embarrada de sangre- la miro y tiene razón- puede estar contaminada.
Ignoro su comentario y me vuelvo para regresar a la cascada.
Cuando llegamos me dice:
-Espera, debes limpiarte. Iré por un balde. No te puedes tirar al agua porque la pueden contaminar- mierda tan estúpido me cree y asiento a regañadientes. Cuando desaparece miro mi dibujo y se ve mágico pero a la vez maldito.
Arranco la página y la rompo. Nomi jamás debe verlo ni nadie más. El resto se quedara y secara con el tiempo. Saco un encendedor y abro fuego a la hoja y decido dejar afuera el cuaderno para que seque.
En eso sale Nomi con un balde y decide lanzarme varias veces agua hasta que desaparezca la sangre mientras todos miran mi desastre.