Blanco - Negro y Vida

Capítulo 51

Advertencia

DIMAN

Nos besamos con lengua y todo. Mientras la rubia se queja que nos están cazando, y ¿Como podemos hacerlo en este momentos?, etc. No me interesa.

-Diman- vuelve a llamar mi nombre. La chica que se lleva mis fantasías.

-Deja de llamarme tanto -y le doy un beso corto en los labios.

-Sácanos de aquí- pone una mano en mi pecho mientras suplica avergonzada con la mirada.

-Con una condición- abre los ojos para reprochar y pongo mi dedo en sus labios antes que hable- serias mi novia hasta la eternidad- abre mas los ojos como sapo y parece que se va a desmayar.

Pero interviene la rubia.

-Escuchen, no es momento para esto. Puede ser después, necesito salir de aquí- saca de sus vaqueros un papel y anota algo- me lo entrega, Colina Azulada, si algún día necesitan mi ayuda pueden correr ahí- miramos la nota asombrados, me paro recto por lo que está anotado- yo me voy, no puedo seguir viendo esto, ¡puaj!, no se preocupen por mi, puedo hacerlo.- Se lleva las manos al cabello y se saca lo que parece ser una peluca, abrimos la boca por la tremenda sorpresa- no se sorprendan, y tampoco hagan preguntas- lleva el cabello corto, mas bien como hombre.

Comienza a caminar y quema con un encendedor, la peluca que cargaba.

-La odiaba, me incomodaba mucho. Si nos vemos algún momento les contare mis historia.

-Vaya- es lo único que digo. Olvidando mi desesperación por la respuesta de Dulce.

-Si, vaya- sonríe falsamente, camina hasta un armario que noto recién, lo abre y saca varias prendas de ropa, se desnuda y ambos nos giramos para darle privacidad.

-Esta chica no tiene vergüenza- refunfuña Dulce y me rio.

-¿Y que respondes?- se hace la loca y mira hacia la nada.

-Ya se pueden girar- ordena la chica misteriosa.

-Por lo menos nos vas a decir tu nombre- afirmo cuestionándome su actitud.

-No, por ahora no. Pero ya me vieron como soy realmente- veo que se vistió como hombre y una gorra cubre su cabello- bueno he terminado, es hora de retirarme, gracias Diman, espero que nos volvamos a encontrar.- Me da un apretoncito en el hombro y sonríe con nostalgia. O veo mal.

-Segura no quieres que vayamos todos juntos, estaremos protegidas- menciona Dulce y la chica niega con la cabeza.

-No, nos cazaran, y será mas peligroso. Yo de ustedes me voy advertir al grupo, mas cuando imagino que tiene chips incrustados en sus brazos- ¡Mierda!, abro los ojos por lo tonto que fui- me llevo una mano a mi brazo y no siento el chip.

-Imposible, a mi no me pusieron nada. Mas bien me inyectaron agujas sacándome sangre.

-Por lo se, solo se les pone a los que están dentro de los juegos – le miro curioso por lo que a dicho, ¿Como sabe tanto?, parece notarlo y se aclara- digo, es… escuche por ahí cuando me trasladaban- se vira y mira el paisaje destructivo que tenemos- esta oscureciendo, es mejor que me marche- comienza a caminar hacia la salida y le llamo.

Me alejo de Dulce mientras busca ropa para nosotros.

-¿Como encuentro esto?- le indico el papel que me dio.

-Fácil, que dice lo que te escribí- miro dubitativo.

-Imagino algo azulado como el mar- niega.

-Eres inteligente Diman, es una clave fácil de descifrar, lo único que te puedo decir, mas allá de las montañas - y con eso se va despidiéndose de Dulce.

Nos quedamos solos, y Dulce parece lista. Me da una ropa que parece de abuelo.

-Recuerda el frio- asiento y me desnudo mientras ella se gira.

Una vez cambiado.

-Vamos, escondí una moto entre los matorrales.

-¿Qué pasara con el chip que llevas?- pregunta preocupada.

-Quieres intentar quitármelo- le doy mi brazo y ella lo toma tratando de buscarlo. Capaz tenga las capacidades para quitarnos este maldito chip que había pasado por alto. Ahora sí todos mis amigos estamos fregados.

-Pero es que ni siquiera se siente, el chip- le da toquecitos a mi brazo asiendome cosquillas suaves.

-No, solo el que lo coloco sabe. No podemos hacer nada. La mayoría de mis compañeros llevan el chip. Y si no ha querido cazarnos Gretta, ha de ser por algo. Pero ese algo cambio, así que ahora si lo va hacer- tomo sus manos- Dulce tenemos que llegar antes que ella y buscar otro refugio donde no llegue la señal del chip.

-Diman- me peina con delicadeza y deposita un beso en mi frente- eres un hombre valiente- sonrió sosteniendo su mano entre la mía. Uff ya era hora.

Con eso salimos hacia la oscuridad de la noche. Donde se ven fuegos y bulla en las calles llenas de peligro. Caminamos con cuidado, en estado de alerta mientras sentimos el frío con gente alrededor viéndonos las caras como si escondiéramos algo. Media hora después estamos cruzando los matorrales, y destapo la moto.

-Guao, es una belleza esa moto- sonrió con orgullo y repasando su estructura con mi mirada. Quien haya su dueño anterior perdió algo muy valioso.

-La encontré abandonada en una casa mientras venia por ti- parece cautivarse.

-De verdad no se como agradecerte. Tantas vueltas que hemos dado, tu viniendo por mi. Dándolo todo y no logro entender el porque- parece que quiere llorar del arrepentimiento que siente. Seguramente es algo con lo que vivirá temporalmente , pero no quiero que se sienta así, ya que ella significa mucho para mí aunque este reacia a darse cuenta.

-Es obvio Dulce- me subo a la moto mientras ella se monta atrás mío.

-Te gusto- afirma.

-Me gustas- admito y la miro por encima del hombro. Con muchas emociones formándose en mi pecho.

-Esta bien- cierra los ojos- seré tu novia- dice de la nada- pero esto es algo nuevo para mi ya que nunca he tenido novio- sonrió por ser el primero. Y eso me gusta.

-Mi novia- digo emocionado y con ganas de darle más besos.

Y es justo lo que tengo.

-Tu novia- me planta un beso en los labios- vamos por nuestros amigos, novio- sonreímos en mi caso como tonto enamorado.




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