Capítulo 1: Blanco y Azul
Las mujeres que buscan ser iguales que los hombres carecen de ambición.
Marylin Moroe
La vida te da dos opciones o decides ser alguien o decides ser nadie. Yo estoy en la primera opción, lucho a diario por lo más que deseo en este mundo.
Poder y dinero.
Dos palabras tan sencillas, pero tan mortales cuando salen de los labios de una mujer. Yo no era una mujer normal, no lo soy y estoy lejos de ser una chica normal, carente de amor y de una familia perfecta con hijos, perros y toda la cosa. Mi nombre es Jazmín, tengo 20 años y vivo en Oxford, Inglaterra. Soy estudiante de Finanzas y contabilidad en administración de empresas. Una simple becada de la universidad Sheffield o más bien era una estudiante. Puesto que me encuentro preparando mis maletas a media noche por que decidí fugarme con mi mejor amigo Connor hacia la ciudad del pecado Las Vegas. A expandir mi negocio en la venta de narcóticos, la verdad es que no me gustaba venderla era más bien el administrar el dinero, las cuentas, hacer negocios eso es lo mío. Y gracias a Connor y su novio, me acabo de ganar la lotería. Resulta ser que aquel viejo verde que tiene como príncipe a mi mejor amigo tiene negocios con la mafia rusa tanto con el jefe de la mafia de la ciudad de Las Vegas que sabrá cristo como se llame y me contrato para que cerrara un negocio con aquel sujeto.
Al principio lo dude, claro, eso no es algo que te proponga todos los días, pero vamos que la tentación es muy fuerte. Así que no le di tantas vueltas y acepte, total no tengo familia para que se preocupen por mí, soy huérfana y mi única familia que tengo es Connor, los dos nos esforzamos para conseguir una beca y vaya que lo logramos, pero la realidad es que los dos teníamos otros planes, otros deseos. Y tal parece que estamos de suerte porque todo se nos está cumpliendo.
Tomamos nuestras maletas y salimos tratando de no hacer ruido en los pasillos. No queríamos que ninguno de los guardias nos viera puesto que tendríamos problemas, primero porque ningún estudiante podía salir después de las 11 de la noche y lo principal es que Connor se en encontraba en los dormitorios de las chicas, acto que esta totalmente prohibido. Cuando vimos la limosina de Héctor justamente en la entrada de la universidad corrimos como locos hacia ella. El chofer nos abrió la puerta y subimos recuperando un poco de respiración.
El había dicho Al Capone.