Lo había estado vigilando y siguiendo desde aquella noche, la noche en la que lo dejó huérfano. Había visto como se las ingeniaba para salir adelante viviendo solo sin la presencia de sus figuras materna y paterna, lo había acompañado en todo su crecimiento.
Muchos momentos había compartido con él en su desarrolllo. Recuerda especialmente aquella tarde de otoño en la cual Blood (como le gustaba llamarlo) tuvo su logro más importante hasta ahora, se había graduado de la preparatoria con excelencia, era el mejor de su colegio.
Todos los alumnos se encontraban acompañados de sus padres, excepto él, por lo que decidió acompañarlo, aunque Blood no se haya dado cuenta. Se sentó en primera fila para ver a su futura víctima, por el que ha estado esperando durante cuatro largos años.
Sentía orgullo de haberlo dejado con vida aquella noche, ya él había crecido y se había desarrollado, ya era todo un muchacho. No quería luchar contra un pequeño e indefenso joven, sino contra uno ya maduro y capaz de defenderse, esta vez quería guerra, guerra de la buena.
Le pareció descabellada la idea de que él haya querido estudiar medicina, pues, no es muy común ver a un vampiro médico, ni es tampoco la mejor idea. Pensó que tal vez empezaba a despertar su deseo por la sangre, quería estar más cerca de ese nutriente tan esencial en los vampiros.
De alguna manera Blood le recordaba a su infancia, habían crecido de maneras similares y pudieron salir adelante a pesar de las adversidades, luchaban por lo que querían, por lo que la batalla contra él sería más que buena.
Ahora lo acompaña al que será su nuevo lugar de estudio, y también su nuevo hogar. Cuando entró a la universidad, lo estaba observando desde lejos, lo miraba frío y distante, como ha sido desde aquel treinta y uno de octubre.
Había observado cómo fue la primera caza de su vida, la primera de muchas. Vio como él disfrutó cada momento, como saboreó cada parte de su víctima y la forma en la que disfrutaba de ese espeso líquido rojo, el cual se había negado a probar durante sus dieciocho años de vida.
Lo ha estado esperando durante mucho tiempo para para obtener lo que ahora más desea. Lo veía a él como una versión más joven de su padre, aunque también con unas características de su madre, pero es una versión mejorada de ambos.
Quería acabar con él de una vez por todas, necesitaba de esa parte esencial de su cuerpo, pero sabía que debía esperar, todavía no era el momento indicado, pero estaba cerca.
Primero tenía que ponerlo a prueba por más tiempo, debía esperar un poco más.
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Editado: 16.11.2019