Blood

Capítulo 18

Algunos estudiantes lloran aterrados del miedo, la angustia o tal vez de tristeza, puede ser que conocían a la persona fallecida. Miro el cielo, el sol brilla como nunca, el día está más soleado de lo normal. Algo extraño había sucedido por la noche en el bosque y tendré que ir a ver qué fue, sólo espero que yo no esté involucrado en nada ya que se supone que estuve en la habitación toda la noche, o al menos eso creo.

 

Me alejo de la ventana y me apuro en alistarme para poder ir a ver qué pasa. Me coloco las cremas protectoras sobre la piel y cuando estoy por salir de la habitación recuerdo algo; no había pensado la manera de poder evadir los distintos obstáculos religiosos que tendré en la capilla. Confío en que la sangre artificial me ayude a controlar mis sed por la sangre, pero ella no me controlará las reacciones violentas, tal como sucedió anoche.

 

Revuelco entre mis cosas para poder hallar algo me sea de ayuda, finalmente encuentro unas gafas de sol. Es lo único que hay, aunque en realidad sí me servirán. Los lentes, al ser oscuros, me impiden poder ver bien, así que no podré apreciar el interior de la capilla. Con ellos evitaría tener reacciones violentas.

 

Me coloco las gafas de sol y salgo de la habitación. Camino entre los pasillos hasta llegar al ascensor y bajar a la última planta. Al llegar al camino que se ubica en medio del bosque, veo que los estudiantes todavía se encuentran reunidos frente al bosque mirándolo fijamente. Extrañamente el clima no es para nada similar al que aprecié por la ventana, afuera hace mucho frío y el sol parece no existir.

 

En una esquina visualizo a Luck, que me dirige su mirada penetrante de inmediato.

 

 

 

Se encuentra junto a Ámbar y Keren, pero no veo a Dressler con ellos.

 

—Mira, ahí viene —susurró Keren.

 

Me acerco hacia ellos para preguntarles qué había ocurrido en el bosque.

 

—¿Qué sucedió en el bosque? —pregunté mientras miraba la escena.

 

—Ocurrió un asesinato —respondió Ámbar muy asustada.

 

Un escalofrío recorre mi nuca al escuchar a Ámbar, mi teoría era cierta. Había ocurrido un asesinato en el bosque.

 

—¿Y quién murió? —Fue lo único que se me ocurrió preguntar.

 

—Mörder, el perro símbolo de la universidad, ¿lo recuerdas? —habló Ámbar nuevamente—. Al parecer fue atacado salvajemente.

 

Eso sin duda no me lo esperaba. Ni siquiera me pasó por la cabeza la idea de que todo este desastre fuera por mi culpa. De seguro ya encontraron el cuerpo de Mörder.

 

—Así que tenemos un asesino en la universidad —dijo Keren burlona—. No entiendo por qué hacen tanto drama por un perro... —expresó mientras rodaba los ojos y cruzaba sus brazos.

 

—Si vas a hablar estupideces mejor te callas, él era un ser vivo, al igual que tú —respondió de inmediato Luck enojado.

 

—¡A mí no hables así idiota! Cómo me vas a comparar con un perro... —espetó Keren.

 

—¡Bueno ya, basta! —los detuvo Ámbar.

 

El silencio abundó entre nosotros por unos minutos, no me atreví a preguntar nada sobre Dressler ya que Keren suele ser muy burlona.

 

—Oye Keyland, ¿para qué traes esas gafas? —preguntó Keren mirándome pícara rompiendo el silencio que había entre nosotros.

 

—¿Las gafas? Ah... para el sol —tartamudeé.

 

—¿Cuál sol? Yo no veo ningún sol —comentó Luck mientras miraba el cielo.

 

—Pero ahorita estaba soleado —hablé confundido.

 

—¡Pero ya Luck! Déjalo, así se ve más guapo. —Keren mordió su labio inferior y arqueó su ceja.

 

—Keyland ocupó decirte algo —dijo Ámbar mientras me tomó bruscamente del brazo y me alejó rápidamente hacia otra esquina del bosque.

 

—¿Qué pasa? —pregunté extrañado.

 

—¿Qué? Ah, no, nada, tranquilo.

 

—¿Entonces para qué me trajiste aquí? —La miré fijamente.

 

—Es que Keren suele ser muy insoportable. —Fingió una sonrisa, se veía celosa.

 

Ambos nos quedamos en silencio por unos segundos. No puedo parar de mirar el bosque y recordar aquella trágica noche, me siento un completo monstruo al saber que acabé con la vida de un ser vivo. Tendré que hallar la forma de fabricar el medicamento que crearon mis padres para poder seguir teniendo una vida algo normal. Con lo sucedido ayer por la noche con Dressler me queda en evidencia que un vampiro jamás podrá eliminar su sed por la sangre, pero sí controlarla.



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En el texto hay: vampiros, muertes, sangre

Editado: 16.11.2019

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