Blood

Capítulo 24

Tomo el libro donde guardé la fotografía hace unas horas y la busco rápidamente entre sus páginas. Le doy un último vistazo a la foto, no encuentro alguna respuesta diferente y que sea creíble a la que tengo en mente; Megan es una vampiresa. Lo más seguro es que ella lo negará, pero nada pierdo con preguntarle. 

 

Bajo rápidamente hasta el jardín que rodea la zona de habitaciones. La observo a lo lejos, se mira preocupada mirando el suelo, lo más seguro es que ya se ha enterado de que la foto no está entre sus cosas, y por ende vino a buscarla aquí. Tomo una última bocanada de aire antes de dirigirle la palabra y me aproximo a ella.

 

—¿Buscas esto? —le pregunto desafiante mientras le muestro sutilmente la fotografía.

 

—Ke..Keyland, qué tal... —tartamudea nerviosa tras dirigirme la mirada con sus ojos exageradamente abiertos de la impresión—. ¿Cómo llegó eso a tus manos?

 

—¿Recuerdas hace unas horas cuando se te cayeron los objetos de la caja? Te faltó recoger esto.

 

—Bueno, gracias por tomarlo, ya dámelo. —Intenta arrebatarme la foto, pero yo se lo impido.

 

—Un momento, primero debes responderme unas preguntas.

 

—Claro, las que quieras. —Sonríe nerviosa mientras se acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja.

 

—¿Por qué siempre estás sola?

 

—¡Mira quién lo dice! Tú también siempre estás solo y yo no ando preguntándote nada. Pero bueno, si quieres saberlo te lo digo. Siempre me gusta estar sola porque no confío en nadie, en este mundo no sabes quién es quién realmente, podemos ver a una persona muy normal y tranquila, pero no sabemos los oscuros secretos que guarda dentro. —Me mira fijamente.

 

—¿Y entonces por qué me hablas a mí? —le pregunto confundido—. Yo también soy un extraño para ti.

 

—Aunque no lo creas te conozco muy bien. Y si estoy contigo es porque tú eres el que me importa. —Lame sus labios.

 

La miro confundido, su tono de voz es algo extraño y misterioso.

 

—¿Y dime, qué quiere decir esta foto? —le consulto para cambiar el tema.

 

—¿Eso? No es nada. —Aparta su mirada.

 

—¿Acaso tú eres...? 

 

—¡Ya deja de meterte en mis cosas! —Me arrebata la foto y se aleja enojada.

 

Me quedo mirándola fijamente hasta que se desaparece entre la neblina. Su reacción fue muy extraña, tuvo distintos cambios de humor durante la conversación y eso me refleja de que algo extraño le ocurre, al cambiar su estado de ánimo constantemente quiere decir que el diálogo la puso nerviosa, y por algo debe ser.

 

Miro el cielo y observo de que el sol empieza a ocultarse, el lugar comienza a oscurecerse más de lo que está y el clima baja su temperatura cada vez más. Me alejo de allí con destino a la cafetería, sin duda hoy no he tenido buena suerte con mis entrevistas, pero espero que con Lily McGonagle sea la excepción.

 

Según había observado en internet, la cafetería se encuentra muy cerca del comedor, así que me guiaré de ese lugar. Durante el camino trato de pensar en las preguntas que le haré, debo sacarle toda la información que pueda. Luego de atravesar una colina que se encuentra en los alrededores del comedor, por fin visualizo la cafetería. 

 

Posee un estilo rústico, se ve muy cálida y acogedora, tiene unas grandes ventanas que permiten observas el esplendoroso atardecer. Ingreso al lugar e inmediatamente inspecciono con mi mirada el establecimiento para ver si logro encontrar en una mesa a Lily.

 

—¡Hey sangre! Pensé que no vendrías —me saluda desde una mesa al fondo de la cafetería.

 

—Primero, no me llamo sangre, y segundo, ¿por qué no habría de venir?

 

—No sé, sólo decía. ¿Quieres tomar un café? —sugiere amablemente.

 

—No, sólo quiero agua.

 

Por más que quiera beber otra cosa no puedo, a menos de que quiera dañar mi cuerpo bebiendo otra sustancia a la cual no está acostumbrado. El agua también me es dañina, pero no tanto como un café o una gaseosa.

 

—Buena elección. —Dirige su mirada al mesero—. Mesero, dos vasos de agua por favor.

 

—¿Seguros de que sólo van a pedir agua? —pregunta extrañado.

 

—Sí, ¿algún problema? —le pregunta molesta Lily.

 

—No señorita, para nada. En un momento se los traigo. —Se retira.

 

—Bueno, conozcámonos un poco más. Cuéntame de tu vida, ¿qué quieres estudiar?

 

—Obviamente que medicina, por algo estoy en esta universidad.



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En el texto hay: vampiros, muertes, sangre

Editado: 16.11.2019

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