Abrí los ojos nuevamente seguía en aquel cuarto, mi cabeza y manos dolían demasiado, por lo que podía apreciar ya no me encontraba en aquella silla donde había estado antes sentada , tampoco tenía atadas las manos.
Por un momento pasó por mi cabeza la idea de ser libre , me dispuse a levantarme pero falle en el intento y a su vez caí al piso.
-Ahg, rayos…- sentí una pequeña gota deslizarse por mi nariz, y palpe la zona con mi mano, alcé esta y pude observar el resultado de mi caída, aquel líquido carmesí.
Me puse de pie y con la misma mano limpie la sangre que se encontraba en el área afectada pero fue inutil ya que esta seguía saliendo, esa mancha no saldría de mi ropa ni en un millón de años, pero a quién engañaba ni siquiera sabía si yo saldría de ese lugar.
Camine solo un poco , hasta llegar a la pared de la habitación, me recargue sobre esta, y me deslice quedando de nuevo en el suelo sentada abrazando mis rodillas con mi cabeza hacia atrás, solté un suspiro, cerré los ojos y me dispuse a divagar en mi mente…
Flashback:
-Hija me iré por unos meses, saldré del país, solo es un pequeño viaje de negocios, sabes cómo son estas cosas…-
-Si papa, no te preocupes, entiendo, y… a dónde irás esta vez?-
-Oh aún no lo se, el jefe me dará los boletos mañana y me iré directo al aeropuerto- *mintiendo*
-Bueno papa te amo, ojala y todo salga bien -
-Adiós mi princesa tambien te amo…-
Fin del Flashback.
Se oía nervioso como si ocultara algo, pero en ese momento solo lo deje pasar… gran error. Las últimas palabras que dijo en esa llamada… ̈ También te amo ̈… en verdad lo hacía?... Sabía lo que ocurriría y aun haci me abandonó, me dejó esposada a sus consecuencias, el tenía que pagarlas… en este tipo de momentos es cuando te das cuenta cómo las personas hablan solo por que tienen una boca, no les interesan las personas que dejan heridas en el transcurso en el que las palabras viajan al corazón, con sus falsas confesiones… Porque hasta la palabra más difícil de citar, hasta la palabra más pura, ¨Te amo¨ podría convertirse en un rayo de oscuridad dicha por la persona incorrecta.
Los recuerdos daban vueltas en mi cabeza, mientras repasaba con cuidado cada suceso ocurrido estos últimos meses, cuando de repente un sonido me sacó de mis vagos pensamientos, voltee y observe como la puerta se abría lentamente, pude ver la misma figura… sabía que algo malo pasaría.
-Aria, linda, despertaste… -
Camino hacia a mi, se agacho hasta encontrarse con mi rostro, tomo mi mandíbula y la alzó con sumo cuidado, frunció el ceño.
-Que te paso aquí- dijo serio señalando el área afectada.
No dije absolutamente nada.
-Oh ya veo, estás molesta conmigo, por eso no quieres contestar a mi pregunta... - asomo una sonrisa, dio un suspiro y sin más se puso de pie, llevó la mano hasta su bolsillo y sacó una pequeña lámpara, repasando por el piso de aquella habitación observando cuidadosamente cada detalle. - Bien linda igual es tu problema, pero recomendaría…- Volteo hacia mi lado, y sin ninguna expresión en su rostro, -que hicieras puntos…,- chasqueo la lengua, suspiro y retomó su postura.- ya veo lo que ocurrió… Por lo que puedo ver te levantaste, y al notar que estabas libre de manos decidiste tratar de escapar, fallaste y caíste sobre tu bonita cara…- Comenzó a reír.
-Qué es tan gracioso?... y como fue que supiste eso?....- me decidí a decir.
-Vaya, entonces no te comieron la lengua los ratones -sonrió, dejando ver su hermosa dentadura, de verdad era linda, sus hoyuelos marcados en sus mejillas, parecía un conejito… Espera no, ahg que rayos estas pensando, te secuestro, te dio electrochoques durante toda la noche, reacciona Aria. - Veras princesa, solo observe todos los detalles- guiño su ojo en mi dirección.
Voltee mi mirada en forma de desagrado, cosa que noto pero decidió pasar de largo.
Su silueta se desvaneció en las penumbras, pero no tardó en regresar hasta donde yo me encontraba, traía consigo una pequeña caja al parecer era uno de esos kit de curación que venden en las farmacias. Dio unos cuantos pasos más quedando frente a mi, me dio una última mirada y sin más se sentó en el suelo a lado de mi , con sumo cuidado tomo de mi hombro , me movió de manera que quedara a espaldas de él, y coloco mi cabeza suavemente en sus muslos .
Me sorprendí con tal acción pero aun haci no hice ningún movimiento, su aroma me atrapo en un cuarto sin salida, mi nariz se impregnó con el delicioso olor a cítrico que desprendía de su cuerpo, sentí una pequeña punzada en mi nariz cuando la gasa que había tomado para limpiar toda la sangre que había en mi herida toco mi piel, y solo solté un quejido agudo de dolor. Fije mi mirada en su rostro,él se mantenía completamente concentrado colocando cada vendaje a mi nariz, siempre con un perfil serio, de su boca no salió ni una sola palabra. Termino de colocar el vendaje sobre la herida y en un momento nuestros ojos se encontraron, más sin embargo solo volteo la mirada y se movió un poco indicando que me levantara, se puso de pie, movió su cabeza dándome una última mirada y se limitó a salir de la habitación.
Pasaron las horas y nadie entró, ni siquiera sabía en qué pensar, el dolor recorría todo mi cuerpo, y el ambiente se volvió más frío causando leves espasmos en mi piel, abracé mis piernas y oculte mi rostro en estas intentando entrar en todo el calor posible y me quede dormida.
Horas mas tarde...
Escuché la puerta abrirse, lentamente asome mi cabeza para tratar de ver quien era ...pero no obtuve ningún éxito, todo se veía completamente obscuro. El miedo de nuevo empezó a tomar control de mi ser , cuando pude oír como la persona le colocó el seguro y una voz desconocida hizo su aparición.