Quizá el cómo te conocí no fue la mejor de todas las historias, pero borraría el presente para reescribirlo hasta donde fuimos.
El primero de enero de 2013, Nev Wheeler fue internado de emergencia en Royal Perth Hospital debido a una contusión cerebral y una herida en el tórax provocada por un proyectil de calibre 9 mm. Su novia, Liv Thierry, testificaba con la policía mientras los médicos actuaban rápido. La única forma de salvarlo, una intervención quirúrgica a la cual milagrosamente sobrevivió tras siete horas en el quirófano. Se esperaba a que los efectos de la anestesia cesaran y él despertara, aunque advirtieron a sus familiares y amigos que el daño ocasionado aseguraba una amnesia postraumática; no se vieron los resultados, él no regresó.
La mañana del 31 de enero, un paro respiratorio acabó con su vida, de hecho, él le dio fin.
¿Cómo? Los ángeles que eran desterrados del paraíso tenían la oportunidad divina de volver al cielo después de enmendar su error en ene veces renacieran. Condenados al despreciable molde humano, sin efemérides de su pasado, vivirían como los nuestros; bajo la ignorada misión de descubrir en qué fallaron y cambiar el futuro.
Por ti recibiría una bala en el corazón.
Nadie creería que lo dijo literalmente.