Uno

Kim Minjae.

Siempre aparecía ese nombre en los peores momentos, se supone que no debes de culpar a una persona por las cosas que te suceden, pero también se supone que no deberías de tener una persona en tu vida más tiempo del que la conociste.

Se que debería de preocuparme por ponerle atención al chico que esta delante de mí, Kim Namjoon, que es mi novio desde hace unas semanas, que estaba en una cita con él en un lindo restaurante y que mientras venia en el camino me preocupaba por mil cosas, como si había decido usar el atuendo perfecto, si no me había olvidado de usar mi lápiz labial favorito o si enserio iba demasiado tarde.

llPero ahora, su actitud era totalmente anormal, no sonreía y solo decía pocas palabras. Incluso apartaba la mirada cuando tenía la oportunidad. Tal vez por eso comenzó a aparecer ese nombre en mi mente.

No logre dejar de pensar, ¿Qué haría Minjae?, el también pondría sus manos sobre la mesa mientras las entrelazaba una contra la otra, si el también soltaría un suspiro antes de comenzar a hablar, si carraspearía la garganta o se pondría erguido.

—Eunjin— si el también diría mi nombre de esa manera, tan duro y frio como en este momento.

No tuve más opción que enserio mantener la mirada atenta sobre él y esperar esas palabras inevitables.

—¿Por qué te pones tan serio? — reclame, quería fingir que no tenía ni idea, era mi última manera de solucionarlo, de evitarlo. Cuando pensé ¿El también pondría esa mirada esperando comprensión por lo que estaba a punto de decir?

—Eunjin, llevamos meses conociéndonos y empezamos esta relación hace poco, pero no creo que podamos seguir, no cuando estas por iniciar el último año y yo por entrar de nuevo a clases, además no creo poder ser ese chico que necesitas, no ahora.

Sentí como se me estrujaba el estómago, mientras dejaba caer el cubierto que tenía en la mano.

—¿Ese chico que necesito? — solté de inmediato, con una voz que apenas podía escuchar el, como si mis oídos no hubieran podido captar la realidad.

—Me refiero a que eres menor que yo y no es justo para ti ni para mi, ya sabes…

No termino de escuchar sus excusas, Jihae (mi amiga) y Hoseok(su amigo) tienen la misma edad pensé, y que no era justo para ambos, repasaba cada una de las palabras y en ese momento no las comprendía.

Se quedo en silencio.

Mi mente colapso.

Segundos.

Minutos.

Se sintió como una eternidad que el tiempo se había detenido.

No iba a llorar enfrente de él, no cuando ya lo había hecho hace tres semanas y tres días, aunque sintiera que algo dentro de mí se estaba rompiendo. Mi alrededor parecía estar detenido en el tiempo.

En ese momento todos los planes que habíamos tenido, las promesas que había dicho, todo aquello que jamás logramos hacer pasaron por mi mente, todo lo que había argumentado me parecía una tontería.

Cuando alce la vista el me miraba fijo, esperaba una respuesta, y yo no sabía si tendría una.

—Aun podemos ser amigos

Dice luego de no recibir una respuesta, y es la peor mentira de todas, nadie puede ser amigo de su ex, las personas solo lo dicen para no sentirse culpables.

Di un suspiro antes de soltar la primera palabra.

—Esta bien, solo me tomo por sorpresa. Supongo que si aun podemos ser amigos.

Mentí mientras forzaba una sonrisa, una de las que más me habían dolido hasta ese momento, aun quería ser la chica madura que él siempre había conocido.

Luego soltó una sonrisa. Mostrando ese hoyuelo en su rostro mientras yo quería  salir huyendo de ahí.

—Me alegra que lo tomaras bien, regreso en un minuto y luego te llevare a tu casa.

Se levanto de la mesa y lo vi alejarse, había dejado sus cosas, miles de ideas se me aparecieron por la mente, pero solo me limite a tomar mi chaqueta y mi bolso para salir de ese lugar, no quería verlo todo el camino a casa mientras fingía otra sonrisa.

Y tampoco quería quedarme para despedirnos, porque eso se sentiría aún peor.

Salí de aquel lugar aun comprándolo con Minjae,  preguntándome el también hubiera terminado lo nuestro en un restaurante usando las mismas palabras.

Estaba segura de que no.

Pero todo lo que empieza mal, termina mal.

Son las palabras que había usado mi mamá cuando le conté sobre Kim Namjoon.

Porque en primera, él nunca había deseado una relación, no una conmigo, no una que tuviera que tener etiquetas y ahora estaba claro que no con una chica menor que él. Pero yo había hecho el peor drama de toda mi vida, había escrito miles de mensajes, miles de llamadas, miles de lágrimas, Y así empezaron mal las cosas.

Por eso cuando entro al departamento del edificio gris y veo a mamá poniendo la cena junto a mi hermano, no quiero contarles lo que ha pasado. Aun no quiero admitir que tenían razón, y que en primera no debí de haber salido con un chico cuatro años mayor que yo, así que solo me siento en la mesa escuchando sus planes ahora que mamá se va por trabajo y Jin por la universidad.