Blue Diamond #1 ( Saga Luz y Oscuridad: El Surgimiento)

2. El chico con el que hablé...

 

—¿Tratarás de hacer amigos?

—Lo dices como si fuera una persona asocial —remuevo con el tenedor los trozos de fruta que quedan en el tazón—. No soy una persona asocial, sólo evito estúpidos a mi alrededor.

La mirada que me da papá es una completamente cargada de irritación.

—No puedes saber si son estúpidos si ni siquiera has hablado con ellos.

—Bromeas, tengo un don especial para saber quiénes lo son y quiénes no —me cruzo de brazos sonriendo con ironía—. ¿Recuerdas cuando fuimos al juicio de un tipo que no conocíamos pero que había golpeado a una de mis compañeras de colegio? —por unos minutos papá luce perdido, al cabo de un rato asiente—. Esto es igual: Así como en un juicio se considera mierda a la persona hasta que sea capaz de demostrarlo, para mi todos son mierda hasta que sean capaces de demostrarlo.

—Basta de groserías Blue —esta vez no respondo porque sé que me he pasado de la raya—. Sólo quiero que te sientas cómoda aquí, no desubicada o algo por el estilo.

Mi expresión se suaviza en el instante en el que esas palabras salen de su boca. Soy consciente de que papá trata de hacer lo mejor para mí, siempre lo ha hecho. Este pueblo es una porquería pero no por eso voy a hacer sentir de esa manera a papá.

—No te preocupes, pa —mi voz es menos brusca ahora—. Siempre me he adaptado ¿no es así?

—Todavía deben de haber algunos con los que pasabas el tiempo antes —aconseja, regalándome una sonrisa—, tan sólo debes dejar de ser tan prejuiciosa.

—Míralo de esta manera, tal vez si sigo siendo prejuiciosa consiga a mi  Darcy —bromeo, papá niega con la cabeza con una sonrisa en sus labios—. No soy prejuiciosa —aclaro—, tú sabes acerca de mi humor y personalidad —él sonríe, antes de acercarse y rodearme con sus brazos en lo que es un abrazo protector.

—Buscar con qué personas pasar el tiempo no es una cosa simple —recuesto mi cabeza en su hombro, el olor a colonia de hombre me es familiar y relajante—. Nunca jamás trates de cambiar tu personalidad Blue. Nuestro ser como algo único no puede ser dado a cualquiera. 

Las comisuras de mis labios se alzan en una sonrisa leve, me gustan estos momentos. No me considero una chica sensible que grita sus sentimientos cada que algo pasa pero aveces es bueno saber que tengo una persona ahí para cuando lo necesite.

Deja un beso sonoro en mi mejilla para luego levantarse de su asiento. Mira la hora en su reloj de muñeca antes de hacer lo que siempre hace antes de irse al trabajo: observar que todo lo que necesita esta en su maleta.

Muerdo mi labio inferior mientras una duda grande crece en mi.

—Pa —llamo su atención, deja de posar la vista en su maleta para mirarme—, alguna vez te has sentido... No lo sé, como si no estuvieras en el lugar correcto.

—Blue... —parece pensarlo por unos instantes. Su cuerpo que yacía encorvado hacia el maletín recompone su postura de manera recta, pone sus brazos en forma de jarra antes de hablar—. Cuando fui adolescente, casi de tu edad, me sentí como estás diciendo ahora. Pero cuando conocí a tu madre y posteriormente te tuvimos a ti, supe en ese instante que siempre iba a estar en el lugar correcto mientras esté con ustedes o sepa que están bien.

El silencio que reina después de tal declaración es absoluto, la mirada melancólica de mi papá no hace nada más que hacerme sentir como una mala hija. Quisiera poder darme golpes contra la mesa la cantidad de veces necesarias para eliminar ese dolor que está impregnado en sus ojos, de la misma manera en la que debe de estar impregnado en los míos.

—Deberías​ irte —digo, porque no tengo idea de que otra cosa decir—, no quiero que llegues tarde al trabajo.

Ryan Diamond mira de nuevo el reloj de su muñeca y maldice en el proceso. Sonrió porque lo más probable es que ahora sepa de donde viene mi costumbre de maldecir.

—Adiós Blue —trota rápidamente hasta dejar otro beso en mi mejilla—, maneja con cuidado esa moto y recuerda llevar un paraguas.

—¿Paraguas? lo que se necesita en este lugar es un aparato multiuso. Nunca se sabe si va a llover o va a salir el sol, tal vez algún día caigan unicornios del cielo y broten arcoíris de la tierra.

—Alguna vez te he dicho que eres única —el sarcasmo con el que me habla hace que una risotada salga de mi—. Que tengas un buen día, Blue.

—Lo mismo digo, pa —hago un gesto con la mano despidiéndome de él.



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En el texto hay: peligro, accion, amor

Editado: 02.07.2019

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