—¿Entendido? —cuestiono, para mi sorpresa todo el mundo asiente.
Lucen más relajados ahora que cuando la situación implicaba entrar a un hospital psiquiátrico.
Ahora lo único que tenemos que hacer es burlar al guardia que se encuentra en la entrada del colegio, esquivar a los posibles encargados de la limpieza que se encuentren, entrar al salón donde —según Liam—, se encuentran los objetos decomisados de los estudiantes, retirar aquel objeto al que, internamente lo termine llamando Varita Mágica color verde neón 2.0 de Harry Potter, salir y ver qué es lo que puedo averiguar de aquel objeto.
No creo que esta "Operación Rescate" como lo llaman Dylan y Rowan se demore mucho en realizarse.
Los susodichos distraerán al guardia de la entrada, mientras que Liam, Reynolds y yo nos adentramos a la escuela. Tyler y Sara se ocuparan de estar en el auto que me prestó Holly en caso de que tengamos que salir como el corre caminos de la escuela, también nos avisaran si algo fuera de lo normal sucede por mensaje de texto.
Todos parecen sentirse a gusto con el plan, ni siquiera tuve que explicar para qué necesitaba que se reunieran ya que no hicieron objeción alguna. Nadie se ve arrepentido y podría decirse que aquí la única que tiene cara de aburrida soy yo; por alguna razón no me siento conforme con ninguna de la misiones que he tenido hasta ahora. Todas me resultan estúpidas e insignificantes. Es como si necesitara más, mucho más...
"Ya es tiempo...", susurra una voz grave en mi cabeza al tiempo que un dolor en la sien se hace presente.
Me obligo a espantarlo y concentrarme en la situación; sin embargo, parece que mi reacción ha sido notada por Reynolds. Le regalo una mirada que exprese con claridad que no sucede nada malo, veo la vacilación en sus ojos pero finalmente asiente en mi dirección.
—Saldremos por la puerta trasera.
—Pero creí que...
—Hoy tuve entrenamiento de tiro con arco a las cinco y media, espere a que la maestra se fuera y minutos después salí dejando la puerta trasera abierta —explico—. ¿Algo más que preguntar? —cuestiono hacia Liam y éste niega con la cabeza—. Bien, entonces comencemos.
—Hora de la acción, perras —dice Dylan y no puedo evitar rodar los ojos ante su actitud. Me despido de Tyler y Sara con una mirada, mientras que comienzo a caminar entre los cuatro chicos sobrantes.
Nos escondemos por un momento en el callejón lateral a la entrada del colegio. Asomo la cabeza con disimulo hasta divisar al guardia de la entrada, regreso a mi antigua posición.
—¿Ya tienen una idea de cómo lo van a distraer? —cuestiono, una sonrisa se extiende por los labios de Dylan.
—Estas hablando con el maestro de la distracción.
—Cambio de opinión —chasqueo la lengua—. Rowan ¿Ya tienes una idea de la distracción? —escucho una jadeo proveniente de Dylan, muerdo mi labio inferior, sólo estaba bromeando. Si se trata de entretener a alguien en definitiva la primera persona en la que pensaría es Dylan. Su creatividad, imaginación y sus alocadas ocurrencias lo hacen capaz de distraer a alguien, aunque también de irritarlo.
—Te diré lo que vamos a hacer —Dylan camina a grandes zancadas en mi dirección luciendo como una abuela enojada por su ligero encorvamiento y dedo acusador—. Vamos a ir donde ese jodido guardia y entonces le diré que alguien está tratando de atacarme, comenzaré a correr y de inmediato Rowan —hace un movimiento de cabeza en dirección al muchacho que con tranquilidad se encuentra fumando un cigarro—, correrá detrás de mí siendo el ladrón. Tiene aspecto de delincuente así que no creo que haya problema —una protesta se escucha por parte del chico pero es apagada por las palabras de Dylan, para ese entonces se encuentra tan cerca de mí que si da un paso más meteré su dedo acusador por otro lugar—; corremos más rápido que ese gordo de ahí, por lo que ralentizaremos nuestro ritmo hasta que...
—¿Entonces qué esperas? —cuestiono y la mirada que regala podría hacerme romper a carcajadas—. Sugiero que lo hagas rápido porque le dije a papá que no iba a regresar tan tarde a casa y ya van a dar las nueve de la noche —como un tipo de gesto desinteresado elevo mi muñeca fingiendo darle un vistazo al reloj que llevo ahí.
Dylan reacciona y le dirige una mirada a Rowan, aún no parece muy feliz con el castaño por lo anteriormente dicho. Aun así, tira el cigarro al suelo y lo pisa con su bota antes de posicionarse en la dirección que Dylan muestra. El chico superhéroe va a comenzar a correr hacia el guardia para dar inicio a todo pero parece pensarlo mejor porque frunce el ceño y nos dedica una mirada llena de confusión.