—Haré la misma pregunta por segunda vez el día de hoy ¿Por qué tengo que hacer esto?
—Porque necesitamos saber qué es lo que eres —responde Tiffany.
—Es una buena manera de decirme que soy un espécimen extraño al que le van a hacer exámenes como una rata de laboratorio.
—Los Pounders no tienen ese tipo de súper poderes que hay en las películas, no hay rayos láser, ni poderes para leer la mente –a menos que obtengas una poción de tal magnitud–, no hay poder para hablar con los animales, y en particular, no hay ninguno que se pueda adquirir por naturaleza propia, es decir, desde el nacimiento —Logan comienza a relatar—. Somos rápidos, podemos correr a mayor velocidad que un automóvil de carrera, de igual manera somos ágiles y fuertes, podemos cargar con la pesa del ganador humano de los juegos Olímpicos con mucha facilidad, nuestro instinto nos hace reaccionar frente a otros peligros. Eso es lo que hacemos, eso es lo que somos: intuitivos, rápidos, fuertes, ágiles.
—Entonces quieren saber si yo tengo esas habilidades —me cruzo de brazos observando a los cuatro personajes en ropa deportiva—. Las posibilidades de que eso suceda son una de cien, ustedes desarrollan sus habilidades desde la infancia, ejercen una fuerza física potencial en ellas y logran controlarlas. No he tenido un entrenamiento de esos en toda mi vida, las habilidades que ustedes tienen si yo las comparto, deben estar muy ocultas como en el fondo de mi corazón.
—Tal vez, pero nadie que no posea esas habilidades pelearía con la magnitud que tú ayer en la noche —replica Tiffany, arqueando una ceja hacia mí—. Ya sabemos que te curas como una de nosotros, ahora necesitamos saber tus capacidades.
Tal parece que los Pounders poseen la capacidad de curarse rápidamente. Es por eso que al siguiente día de lo de las sombras no había rastro de heridas, y es por eso que no tengo ningún golpe grave en la cabeza.
—¿Qué es lo que vamos a hacer si...?
—¡Esperen!—-interrumpe Dylan desde las gradas del enorme estadio, esto no tiene cara de gimnasio—. Antes de que hagan todo eso necesito saber qué es lo que estoy haciendo en el mundo humano, no quiero llegar y que mis padres me castiguen por no haber llegado a casa.
Observo a Dean, pidiéndole con la mirada que lo haga porque no había pensado en papá hasta entonces. El rubio masculla algo a sus compañeros y poco después nos hace una seña. Nos acercamos a la pared del gimnasio, Dean pone una mano sobre ella.
—Se activa con nuestro tacto, sin importar si somos humanos o pounders o... —me dedica una mirada—, luego veremos —asegura, por el rabillo del ojo noto como Rowan esboza una sonrisa juguetona que me hace rodar los ojos—. Es un sistema de alta tecnología que tiene toda seguridad, ni siquiera porque hagan una copia de la palma de tu mano podrían acceder. Se activa cuando pones tu palma en la pared, no importa en qué lugar sea, baño, colegio, un psiquiátrico... siempre se activará —explica—. Si son Pounders-humanos, entonces pueden observar lo que hacen en el mundo humano. Si son humanos que se encuentran en el mundo Pounder también observarán lo que hacen en el mundo humano, pero si son Pounders en su totalidad, entonces no se verán en el otro entorno.
—Y sin son como Blue no se verán en ningún lugar —le dirijo una mirada nada amigable a Rowan, éste esboza una mueca de dolor que logra que todos me dediquen una mirada. Alzo mis manos en señal de inocencia, no he hecho nada más que verlo.
—No es nada, solo sentí como si me hubiera pasado la corriente —explica el moreno.
Dean niega con la cabeza y posteriormente sigue con la explicación.
—En fin, ubican su mano y aparece la pantalla con lo que hacen en el mundo humano —mi vista se posa en Dean, parece estar caminando por una Universidad que no reconozco. El rubio de ojos azules despega su mano de la pared y la imagen se va.
—Ven, inténtalo tú —hace un gesto hacia Sara. La castaña asiente y entonces ubica una mano en la pared—. Las primeras veces puede que te demores, pero poco después te saldrá sin esfuerzo alguno —Sara frunce el ceño intentando concentrarse y de pronto, la pantalla se despliega enseñándonos a la castaña pintándose las uñas de los pies en su habitación. No puedo evitar sorprenderme cuando se escucha con claridad el sonido de su mamá llamándola; poco después, la exclamación de Sara hacia ella—. Eso es, ahora sigues tú —indica a Dylan.
Todos pasan uno por uno. Dylan se encuentra ayudando a su hermana a hacer tareas, Rowan con Liam y Christopher conversando, por lo que no hay necesidad de que ellos tres vean lo que están haciendo pero Dean insiste en que lo hagan para que aprendan. Tyler se encuentra entrenando en el gimnasio y falto yo.