UNA NOCHE POR DESCUBRIR P.1
[Claire's POV]
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Mis ojos se abrieron lentamente, acomodándome en la cama y despertándome poco a poco de mi sueño. Me senté lentamente en la cama, frotando mis ojos soñolientos. El sol de la mañana se asomaba suavemente a través de la ventana, creando un tenue resplandor dorado en la habitación.
Me incorporé por completo y me estiré, sintiendo cómo mis músculos se despertaban junto conmigo. La sensación de la colcha suave contra mi piel se sentía agradable y acogedora. Me levanté con cuidado, dejando escapar un suspiro mientras mis pies tocaban el suelo frío y sentía cierta pesadez en las piernas.
Miré hacia la mesa de noche, allí aún se mantenía el cuadro con mi foto junto a Ash. Aquel día ambos habíamos ido a un parque cercano, quisimos hacer una especie de picnic y la mayoría de cosas habían salido bien. En aquella foto estábamos los dos sonriendo, la única foto que tengo con él sonriendo, y decidí imprimirla para tenerla siempre. Pero ahora mirarla dolía, y más al darme cuenta de todo lo que había pasado.
Tomé la foto entre mis manos con cuidado, tocando suavemente la imagen de mi sonrisa junto a la suya. Una mezcla de sentimientos se asentó en mi corazón. La tristeza amenazaba con invadirlo todo, pero me obligué a apartarla y a alejar esos pensamientos negativos de mi mente.
Me acerqué al armario y abrí la puerta con cuidado. Mis ojos recorrían las filas de prendas que tenía ordenadamente. Después de pensarlo un poco, opté por elegir algo cómodo, un vestido suelto, y lo dejé sobre la cama. Entré al cuarto de baño, empezando el proceso de cepillarme los dientes y lavarme la cara, para luego comenzar con el cabello.
Hoy era el gran día del baile de despedida, nuestro último baile antes de tener que lanzarnos a la vida adulta. Fruncí el ceño, no me sentía preparada para elegir una carrera, mucho menos para dejar todo lo que me importaba de lado.
Me acerqué a la ducha, abriendo la llave y dejando que el agua tibia cayera sobre mi cuerpo desnudo. Cerré los ojos y dejé que el agua corriera por mis hombros, soltando un suspiro de satisfacción. El ruido de la ducha se volvió el único ruido que se podía percibir en todo el lugar.
El agua de la ducha seguía corriendo por mi piel mientras disfrutaba del momento, y no pude evitar recordar a Ash. Las semanas pasadas él estuvo más distante de lo normal, y me dolía, no encontraba una razón para aquello.
Las imágenes de momentos vividos juntos llenaban mi mente, escenas de risas compartidas, momentos de calma y apoyo. Pero también recuerdo las noches en las que me despertaba sola y sin poder conciliar el sueño, necesitaba su presencia en esos momentos. El agua seguía golpeando mi cuerpo con la temperatura perfecta, pero no pudo apagar mis pensamientos.
Apagué el agua lentamente, y me envolví con una toalla suave que estaba cerca de la ducha, sintiendo mi piel mojada con la suave textura del algodón, me quedé parada unos instantes, con el corazón oprimido y con el recuerdo de Ash, preguntándome si en algún momento aparecería en el baile.
La pinky promise...
Me sentí ridícula al recordar eso, ¿Cómo podía actuar tan infantil?
Finalmente me vestí y bajé a la cocina, solo se encontraba mi madre allí. Mi madre estaba preparando el desayuno, tarareando suavemente una canción que no reconocía. Al verme, ella se dio vuelta y me regaló una sonrisa.
— Buenos días, cariño. —Dijo ella con dulzura.
Le devolví una sonrisa y me acerqué hasta la barra, tomando asiento en uno de los altos taburetes.
— Buenos días, mamá. —Le devolví el saludo. Busqué las tostadas y me preparé un desayuno rápido, no tenía mucho apetito. Mi madre continuó comiendo su desayuno, pero notó mi silencio y se volteó hacia mí con curiosidad, observando el poco apetito que yo tenía.
— ¿Todo bien, cariño? —preguntó con preocupación evidente en su voz. No quería preocuparla más, por lo que tragué una tostada y le dediqué una pequeña sonrisa para tranquilizarla.
— Algo así, estoy nerviosa por el baile. —Respondí, no era del todo mentira, pero tampoco quería decirle a mi madre la situación con Ashtray.
Mi madre pareció creer mis palabras, un poco más tranquila que antes, aunque no del todo, aún podía notar sus ojos examinando mi mirada a detalle.
— Estar nerviosa por un baile es normal. —Asintió ella con comprensión y suavidad. Me limité a asentir con la cabeza y desviar la mirada hacia la tostada en mis manos sin mucho apetito.
— Es el último baile.
Mi madre asintió suavemente, aún observando con cuidado. Se veía un poco triste ante mis palabras, pero no quiso hacer más preguntas al saber que no quería hablar mucho sobre ello.
— Disfruta el último baile entonces —dijo con suavidad. Asentí, nuevamente dándole un pequeño bocado a la tostada en mis manos.
Pasaron los minutos y el silencio llenó la cocina, solo el ruido de algunos autos que pasaba por afuera y los de mi madre preparando la comida llenaba el lugar.
— Oye, Claire... —Su mirada aún reflejaba preocupación, pero intentaba disimularla con su sonrisa tranquilizadora— Sé que has estado un poco distante con Ash, ¿Qué pasa? —preguntó con cuidado. Me tensé al notar que ella se había dado cuenta, no era muy buena ocultando algo a mi madre.
— Problemas, supongo. Cosas normales de pareja, ¿No? —Mi tono se escuchaba triste.
Mi madre dejó lo que estaba haciendo en ese momento y se acercó a mí, de manera cariñosa. Su expresión cambió a una de comprensión y empatía.
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Editado: 09.11.2025