👭🏾✨ Lindsay ✨👭🏾
Todos los días que despierto, me tomo un momento para mirar hacia el techo y, pensar en lo que ha sido mi vida desde que llegué a este lugar. El día que le dije a mamá que deseaba asistir a este internado, nunca imaginé que sería la peor decisión de mi vida. Pensé que al llegar aquí, tendría oportunidad de hacer nuevos amigos. Sin embargo, lo único que he recibido han sido insultos, humillaciones y desprecio. Pero yo quería estar aquí, deseaba estar aquí más que nada en el mundo... Era mejor que estar sola en casa durante semanas, esperando a que mi madre regrese de sus viajes. También quise venir aquí porque a parte de su prestigio y de estar entre los diez mejores colegios de Inglaterra, su alumnado adquiere tal conocimiento, que nos permite entrar a las universidades más prestigiosas... Entre ellas están Oxford y Cambridge.
Disfrutaba ver los videos que publican en sus redes sociales. El "Saint Joseph College", posee más de cuarenta sociedades, clubes y actividades. Tiene una larga tradición deportiva que demuestra su interés en deportes como el fútbol, el remo y el cricket. La música y el teatro, también son muy importantes en la vida del colegio, y otras actividades más formativas, como pueden ser los clubes de debate, de expresión en público o de lectura. Quedé encantada con todo lo que veía: sus espacios al aire libre, los viajes, la calidad de profesores y estudiantes. Pero nada es tan perfecto como parece, aquí solo viven de las apariencias; si no tienes dinero no vales nada. Y, supongo que eso no aplica para una persona como yo. Mi madre es una importante diseñadora de moda. Sé que no soy su hija favorita; mi hermana es la que parece ser más su hija, mientras que yo parezco la chica adoptada de la familia. Vale más que somos gemelas.
A veces quisiera tener la vida que ella tiene junto a nuestro padre. Él es un magnate, y a pesar de lo que es, siempre tiene tiempo para dedicarle a Solange. Mi hermana tiene suerte de que no le tocara como a mí, que me tocó vivir con mamá después de que ella y papá se divorciaran. La amo y creo que es la mejor madre del mundo, pero odio que viaje todo el tiempo y que le importe más su trabajo que yo.
Salí de mis pensamientos incorporándome en la cama, cuando escuché el sonido de mi móvil. Al ver ese rostro idéntico al mío, esbocé una sonrisa y acepté la llamada.
-¿Por qué sigues en cama, Lindsay Nicholson? -me miró mal- ¿Tienes idea de qué día es hoy?
-Eemmm... ¿martes?
-Linsy... -nuevamente me miró mal- ¡ES NUESTRO CUMPLEAÑOS! -dijo, dando pequeños saltitos.
-Oh... -debo estar muy mal por haber olvidado mi propio cumpleaños.
-Como que "Oh". No me digas que olvidaste el día más importante del año.
-¿Qué caso tiene recordarlo? Estoy aquí encerrada. -bufé- Ni siquiera lo puedo celebrar.
-A veces me desesperas. La única razón por la que no soy capaz de golpearte, es porque sería un delito golpear semejante rostro tan hermoso. -dijo, de manera divertida.
-Olvidaba que mi otra yo es narcisista. -hablé entre risas.
-Y para que veas que si vas a celebrar nuestro cumpleaños... Vamos a ir por ti en la tarde.
-¿Cómo...? O sea que... ¿Tú y papá están aquí?
- ¿En serio crees que pasaría mi cumpleaños número diecisiete lejos de mi otra mitad?
-Dios... -mis ojos se aguaron- No lo puedo creer.
-No vayas a llorar, ¿vale? -rogó.
-Es que te extraño.
-Y yo a ti... -tiró un beso a través de la pantalla- Pero luego lloramos y todo lo que quieras. Voy a ducharme. Cuídate, ¿vale? -asentí- Te amo.
-Y yo a ti.
Solange y yo, somos tan idénticas y a la vez tan diferentes. Ella vive despreocupada de lo que pueda pasar mañana, y yo planeo lo que va ser de mi vida dentro de un año. Mientras todos desean ser sus amigos, a mí nadie me dirige la palabra, a no ser que sea para insultarme. Mientras ella disfruta ir a todos los desfiles de mamá, yo prefiero sentarme a hablar con papá de sus negocios. De niñas, ella estuvo en clases de ballet y canto, mientras que yo practicaba atletismo y natación.
La puerta se abrió, dejándome ver a Beth, mi compañera de habitación, y la única persona en este lugar que no me mira ni me trata con desprecio. En su mano traía un cupcake y un par de globos.
—Feliz cumpleaños, Linsy —dijo, llegando a mi lado—. Te deseo lo mejor, y que cumplas muchos años más.
—Gracias, Beth.
—No tienes nada que agradecer —dejó el cupcake sobre el buró, y me abrazó con fuerza—. ¿Qué quieres que hagamos después de clases? Algo tenemos que hacer. Suficiente tienes con estar en esta prisión.
—De hecho... Mi padre va venir por mí en la tarde.
—Eso es increíble. ¿Tú hermana también viene? —me encogí de hombros— Muero por tenerlas a las dos frente a mí.
—Pues no vas a ver ningún parecido. Solange siempre ha sido la princesa y yo el patito feo.
—No te permito que digas eso. Tú no necesitas maquillaje y esas cosas para ser hermosa, porque ya lo eres.
—Lo dices porque soy tu amiga.
—No, lo digo porque es verdad.