| Capítulo 10 | Depresión.

👭🏽✨ LINDSAY ✨👭🏽

Los días siguen pasando, y es como si Dylan no entendiera que entre nosotros no va pasar nada. Ha seguido insistiendo en lo mucho que me quiere y yo le he seguido diciendo que pierde su tiempo, que ni siquiera quiero ser su amiga. Prefiero perder su supuesto amor, a aceptar tener algo con él y, que todo resulte ser una mentira. Aunque Beth piensa que debería dejar de ser tan dura y darle una oportunidad.

También he pensado en lo que Solange dijo acerca de Caleb y Jackson. No he visto ninguna actitud extraña en ninguno de los dos, que me haga acusarlos con el director. Mi hermana quería que entre Beth y yo, nos encarguemos de conseguir pruebas de lo que ambos hacen. No lo he comentado con Beth... Mucho menos el hecho de que Jackson piensa prostituirla. Es su hermano, y por más que no sea buena persona, dudo mucho que me crea sin ninguna prueba.

Hablé con mamá hace un rato y dijo que quiere que esté presente en el desfile que tiene dentro de unos días. La admiro muchísimo y creo que su ropa es muy hermosa, pero no es mi estilo y tampoco es el tipo de evento al que me gusta asistir.

El viaje en crucero con mi hermana es dentro de unos meses, cuando salga de vacaciones. Siento que estoy mucho más emocionada que Sol con este viaje.

—¿Linsy? —me llamó, haciéndome salir de mis pensamientos. Desde que regresé al colegio, Maddison habla conmigo como si fuéramos amigas—. ¿Tienes planes para este fin de semana? 

—Y...yo —mordí mi labio inferior con fuerza—. C...creo que no. 

—¡Excelente! —exclamó dando pequeños saltitos mientras aplaudía—. Tendremos una pijamada en mi casa y deseo verte ahí. 

—¿A mí? —la miré confundida—. ¿Por qué? Ni siquiera te agrado. 

—Quiero darme la oportunidad de conocerte. 

—¿P…puedo llevar a Beth? 

—Claro. 

—G…gracias. 

—No hay de qué.

¿Qué fue lo que hiciste Sol? Para Maddison siempre he sido un bicho feo que no es digno de ser su amiga. Ella nunca me había dirigido la palabra para hablar amablemente conmigo, y mucho menos para invitarme a una pijamada en su casa.

—No vas a creer lo que acaba de pasar —comenté, apenas entré a la habitación y vi a Beth sentada frente a su escritorio. 

—¿Qué? —dejó su libro a un lado para poner su atención en mí. 

—Maddison nos invitó a una pijamada en su casa. 

—¿Maddison Carpenter quiere que vayamos a su casa? —preguntó anonadada—. ¿Desde cuándo somos sus amigas? 

—Dijo que se quería dar la oportunidad de conocerme —me encogí de hombros—. ¿Crees que hice mal en aceptar? 

—Sé que no te han molestado desde que Sol se fue, pero no deberías de ser tan confiada. 

—Eso lo sé —suspiré—. Pero tampoco debería desconfiar de ella... Solo quiere llevar la fiesta en paz.

Entiendo que no confíe en Maddison y que quiera protegerme, pero, ¿quién soy yo para negarle a una persona su derecho de querer cambiar y de hacer mejor las cosas?

—¿Escuchaste lo que acabas de decir?  

—¿Qué? —inquirí confundida. 

—No puedo creerlo —me miró decepcionada—. Estás dispuesta a darle una oportunidad a la estúpida de Maddison, a pesar de todo lo que te ha hecho, y a Dylan, quien nunca te han hecho nada, es culpable por algo que ni siquiera ha hecho. 

—No confundas las cosas, Beth. 

—No pienso discutir contigo, Lindsay. Y si sabes contar, no cuentes conmigo para ir a esa pijamada.

¿Por qué se pone así? Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Maddison siempre se ha mostrado tal y como es, pero Dylan pretende ser quien no es.

Quiero tratar de encajar ahora que Maddison me está dando la oportunidad de hacerlo. Ya no quiero sentir que soy un estorbo para todos en el colegio.

—Como quieras, no te puedo obligar a hacerlo. 

—Lo que trato de decirte, es que así a como estás dispuesta a intentar ser amiga de Maddison, deberías de darle la misma oportunidad a Dylan. 

—No quiero que hablemos más de Dylan, por favor —supliqué—. Las cosas entre nosotros ya quedaron claras. 

—Espero que no te estés equivocado. 

—Igual yo. Deseo de todo corazón estar tomando la decisión correcta.

👭🏽✨ NICK ✨👭🏽

Hoy estuve todo el día en mi consultorio. Tuve mucho más pacientes de lo normal; la mayoría de ellos son adolescentes depresivos, otros con trastornos alimenticios y algunas parejas en crisis.

En mi camino hacia el colegio recibí varias llamadas de Mackenzie. Está ilusionada con que mi madre la apoya en que lo correcto sería reconciliarnos. Y es obvio, ella no sabe que su amada ahijada abortó a su nieto. De lo contrario, se encargaría de mantenerla alejada de mí.

Las semanas de examen suelen ser las más tranquilas; no hay alumnos caminando por los pasillos, las prácticas y entrenamientos se suspenden y, las clases duran menos. Claro, excepto por la parte en que a los profesores nos toca revisar los exámenes.