| Capítulo 13 | París.

👭🏽✨ SOLANGE ✨👭🏽

Después de lo que pasó el otro día en el club, he recibido varios mensajes de Scarlett que han sido dejados en visto, y llamadas que he rechazado. Si de verdad estuviera tan mal por lo que hizo, vendría personalmente a decir lo que sea que crea que me va convencer para no seguir molesta con ella. O sea, ¿por qué me invita a salir si nunca nos ha puesto por encima de su trabajo?

La quiero mucho... En verdad que lo hago. Pero muchas veces me hace sentir que le da igual todo lo que le digo. Ella podrá decir que la trato de esa manera porque la odio, y no, lo hago para que sea consciente de las cosas que hace.

Mi padre entró a mi habitación y se quedó mirándome. Por su cara de frustración, podría jurar que está molesto por alguna razón desconocida para mí.

—Cupcake... —soltó una bocanada de aire—. Sé que estas molesta con ella, pero por favor responde... Aunque sea sus mensajes —rogó—. No ha dejado de llamarme.

—¿Ahora te llama? —reí—. Ignórala —dije como si se tratara de cualquier cosa—. Se va cansar de llamar.

—No voy a obligarte a hacer algo que no quieras —me hizo a un lado para sentarse junto a mí—. Pero... Por favor habla con ella, ¿sí? Quiere saber si todavía vas a ir a Francia.

—¿Piensa que así se me va pasar el enojo?

—Es Scarlett siendo Scarlett —dijo, y reímos—. Escucha lo que quiere decirte, ¿si? Si no quieres hacerlo por ella, hazlo por mí.

—¡Papá!

—Por favor, Cupcake.

¿Cómo me puedo negar si me pide que lo haga por él? Creo que es la única persona en el mundo, además de Linsy, a la que no le puedo decir que no.

¿A quién engaño? Es obvio que si quiero viajar a Francia. He esperado este desfile desde que Scarlett nos dijo que sería junto a Michael Kors.

—Está bien.

—Tengo una reunión importante —informó cuando se puso de pie—. No me tardo más de dos horas —dijo, después de besar mi frente—. Y llama a tu mamá.

—Ya lo voy a hacer.

—Hablo en serio, Sol.

—Ves, ya estoy marcando su número — desbloqueé mi móvil.

—Nos vemos en un rato.

No quisiera tener que hablar con ella, pero ya le dije a papá que lo haría. Al primer tono, la señora aceptó la llamada.

-Al fin te dignas a llamarme.

-Te escucho.

-¿Vas a ir al desfile?

-Ajá.

-Me alegra que no hayas cambiado de opinión. Yo me voy esta noche, por si te quieres ir conmigo.

-Bien.

-¿Y tus amigas?

-Ellas se fueron ayer.

-Entonces paso por ti dentro de una hora.

-¿Una hora? -pregunté sin poder creerlo-. Eso es lo que tardo buscando ropa.

-Bueno, mamacita... De haber atendido mis llamadas antes, hubieras podido administrar tu tiempo. Además, es un vuelo de diez horas.

-¡Mamá!

-El tiempo corre, Sol.

¿Cómo se le ocurre pensar que una hora es suficiente para arreglarme? Así sean veinte horas de vuelo, yo no puedo dejar de lucir bien; antes muerta que sencilla.

Con toda la indignación y el tiempo corriendo, busqué ropa para el viaje.

Me vestí en un jeans negro, ajustado a mi cuerpo. Un top rosa palo, junto a una chaqueta a juego con mi tennis. Por suerte, ya me había duchado y arreglado el cabello hace rato.

Conozco a mí madre. Por más que intente decirme que por ser un vuelo tan largo, no necesito arreglarme como me gusta hacerlo, sé que ella estará vestida como si fuera a una gala.

—¿Llamaste a tu mamá?

—¿Mi papá te envió, verdad? —ella rió.

—Quería asegurarse de que hicieras lo correcto.

—Claro... Como no es a él que le toca soportarla.

—¿Vas a ir con ella? —preguntó curiosa.

—No me queda de otra —suspiré—. Miranda y Jossie se fueron ayer. No quiero viajar sola.

—¿Me puedes hacer un favor? —tomó mis manos entre las suyas. Asentí—. No vayas a pelear con tu mamá.

—Yo no peleo con ella —dije en mi defensa—. Pero te prometo que voy a intentar no decirle sus verdades. ¿Eso te parece bien?

—Eres imposible —dijo entre risas—. ¿Tienes todo empacado?