👭🏽✨ SOLANGE ✨👭🏽
Por lo general, acostumbro a despertar por el sonido del despertador, las caricias de mi padre en mi rostro, o las sacudidas de mi Nana. Pero hoy desperté por los gritos de mis amigas.
Han estado insistiendo en que las deje hacer una fiesta de despedida. Lo que menos quiero ahora es estar en fiestas. Tengo cosas más importantes en qué pensar.
—Sol —hizo un puchero—. No puedes irte sin que tengas una merecida despedida.
—¿Una despedida para qué? —bufé—. ¿Para que todos esos hipócritas me abracen y digan cuánto me van a extrañar? —rodé los ojos—. No, gracias.
—Eres la estrella del colegio... Todos te aman.
—Podemos hacer una despedida entre nosotras, no es necesario una fiesta.
—¿Desde cuándo Solange Nicholson se volvió tan aburrida? —hizo una mueca—. Siempre has sido el alma de las fiestas.
—No me volví "aburrida", Jossie... Mi hermana murió, ¿lo recuerdas?
Ambas se quedaron calladas. No quiero empezar una pelea entre nosotras. Podrán ser unas perras superficiales, frívolas, prepotentes, déspotas y muchas veces egoístas, pero son mis amigas y las quiero.
Poco a poco, tengo que superar lo que pasó con Linsy. No puedo pretender que todos sufran conmigo su pérdida. Lo que pasó fue hace dos semanas, y todos han seguido adelante con su vida, menos yo. Me niego a hacerlo hasta que descubra toda la verdad.
—Lo siento —dijo apenada—. Soy una tonta. Tú sigues mal por lo de Linsy, y yo estoy pensando en enfiestarnos.
—Está bien, Joe —sonreí a medias—. Sé que no lo haces de mala fe.
—¿Entonces será algo entre nosotras?
—Puede ser "Pool Party" —sugirió—. ¿Qué dicen?
—¡Me encanta la idea!
—¿En serio tiene que ser entre nosotras? —hizo esa estúpida cara que hace cuando quiere conseguir algo.
—Detesto cuando haces eso, y lo sabes perfectamente.
—Había pensado en invitar a todo el salón —murmuró. Por la expresión de su rostro, pareciera que temiera por mi reacción.
—Claro, a todo el salón incluyendo a Payton, ¿no? —bufé.
—Payton es un idiota narcisista y egocéntrico, pero siempre te he dicho que son el uno para el otro —dijo, como si estuviera hablando de Romeo y Julieta.
¿El uno para el otro? Como si eso fuera posible. No niego que aunque tuve una relación con él para hacer enojar a mi mamá, Payton es un príncipe para cualquier princesa. Es un chico tierno, atento, capaz de hacer cualquier cosa con tal de hacer feliz a la chica que tiene a su lado. Su único defecto, es que se siente superior a todos los que lo rodean. Por más enamorado que pueda estar, ni siquiera «su chica» puede brillar más que él.
—No puedes decir que somos "El uno para el otro", si el chico cree que su status social es superior al de todos —rodé los ojos. También tengo que aceptar que por más idiota que sea, me la pasé muy bien con él.
—¿Por qué no hacerlo? —se encogió de hombros—. Su padre es el gobernador de Washington.
—Podrá ser hijo del presidente... Eso no le da derecho a creerse mejor que nosotras.
—¿Qué sientes por él? —inquirió—. Quiero que seas completamente sincera.
No tengo idea de qué es lo que siento por él. O sea, aunque tenga una enorme lista de todo lo que odio en un hombre, tiene muchas cosas que también me fascinan. Lo que tuvimos duró poco tiempo y, a lo mejor si llegué a sentir algo, pero su actitud hizo que todo se fuera al diablo.
Ellas se miraron entre sí y ambas sonrieron. Deben de estar pensando en lo "enamorada" que estoy de él. Razón por la que no tengo palabras para expresar lo que siento.
—Quizá llegué a sentir algo por él —confesé, no muy orgullosa de lo que acabo de admitir—. Pero su actitud de «diva» acabó con todo.
—¿No has considerado darle una segunda oportunidad?
—¿A qué hora es la "Pool Party"? —pregunté cambiando de tema—. Ya saben que mi papá se pone intenso si salgo o regreso tarde.
—Si, Sol... Cambia el tema —rió.
—Tu papá tiene de aburrido lo que tiene de guapo.
—Voy a hacer de cuenta que no escuché eso —dijo entre risas cuando entró a mi habitación—. No me esperes para el almuerzo, Cupcake... Tengo una cita importante.
—¿Con quién?
—Socios, hija celosa —besó mi frente—. Te veo luego. Hasta luego, chicas.
—Hasta luego, señor Nicholson —dijeron al unísono.