| Capítulo 23 | Cuenta conmigo.

👭🏽✨ SOLANGE ✨👭🏽

El resto de las clases después de la de Harrison, no fueron tan agradables como yo pensé que serían. No lo digo porque las profesoras sean aburridas, sino porque parece que no les agrado en absoluto. Una me hizo sentir estúpida al pensar que no tengo idea de qué se forman los átomos, y la otra hizo que un chico me tradujera parte de la clase, porque según ella, no sé nada de mandarín; lo que me ofendió mucho, porque desde niña, mi padre me hizo aprender varios idiomas, entre ellos el mandarín. Y qué decir del profesor de educación física que, me vio como una delicada flor que se iba marchitar si hacía un poco de ejercicio.

Esta es la primera vez en la que puedo decir que estoy exhausta después de un largo y aburrido día de clases. Ahora solo me quiero duchar, ponerme mi pijama e ir a dormir... Ni siquiera puedo pensar en ir a cenar.

Me detuve en medio del pasillo, justo frente a una vitrina. No lo había visto hasta ahora; había algunas fotos de Linsy y el famoso lazo negro de luto.

—Te extraño, Calabaza —una lágrima rodó por mi mejilla—. Te prometo que lo que sea que te haya pasado, lo voy a descubrir.

—¿Solange? —llamó mi atención. Me detuve a mirarlo y, sin decir nada, me abrazó con fuerza—. No lo pude creer cuando nos dijeron.

—Por más que agradezco el detalle... —dije rompiendo el abrazo—. Estás invadiendo mi espacio personal.

—Lo siento —se veía apenado—. Es solo que... No lo pude evitar.

—No te preocupes.

—Tenerte aquí... Frente a mí... —un nudo se había formado en su garganta—. Es como si tuviera a Linsy. No tenía idea de que tuviera una hermana gemela.

—De verdad la amabas, ¿cierto?

—Ella lo era todo para mí... Aunque no creyera en mi palabra.

—Tú también lo eras todo para ella —dije, segura de mis palabras—. Te amaba mucho.

—Me duele saber que ella se fue pensando que mentía —estaba dolido. Sus ojos se veían aguados. Espero que no llore, porque soy pésima en hacer que los demás se sientan bien.

—Tenía sus dudas, pero en serio te amaba.

—Es bueno saber que te habló sobre mí.

—Yo sé todo sobre ustedes, pero ustedes no tenían idea de mi existencia.

Yo no creo que Dylan estuviera mintiendo acerca de sus sentimientos. Mas bien, creo que Linsy era muy insegura e incapaz de creer que un chico como él se pudiera fijar en ella. Y por lo que está diciendo, me deja claro que mi hermana no habló con él.

Si una vez llegué a pensar que conocía a Linsy mejor que nadie, me equivoqué al creerlo. Nunca voy a entender porqué quiso mantener en secreto que nuestros padres son personas importantes. No es como si fuera un delito. Yo por mi parte, soy feliz ventilando al mundo entero que mi papá es magnate y mi mamá diseñadora de moda. Eso no me hace una presumida... O eso creo.

—Supongo que Beth es la única que lo sabía.

—Supones bien.

—Sol, y.…yo —tragó saliva. Creo que quiere preguntar algo, pero debe temer por cuál vaya a ser mi respuesta—. Quiero saber tu opinión.

—¿De qué?

—¿T.…tú crees que ella en serio se suicidó?

—¿Tú lo crees? —enarqué una ceja—. Porque... La conocías bien, ¿no?

—Al principio estuve muy mal porque pensé que se había suicidado por mi culpa —murmuró cabizbajo. No necesito conocerlo bien para saber que esto le duele tanto como a mí—. Pero luego el profesor Harrison me hizo ver que no me tenía que sentir culpable.

—¿Por qué sería tu culpa?

—Por el vídeo —suspiró—. No tenía idea de que nos estuvieran grabando.

—¿Vídeo? —pregunté confundida—. ¿De qué vídeo hablas?

—¿No sabes del vídeo? —me miró incrédulo. ¿Por qué se pone así? ¿Esperaba que yo lo supiera? —. Pensé que tus padres te lo habían dicho.

¿Qué tan grave puede ser para que mis padres no me lo hayan dicho? Podría entenderlo de Scarlett, porque con esa mujer todo es un misterio. Pero mi papá nunca me oculta las cosas; por más grave que sea una situación, siempre lo ha hablado conmigo.

—Pues no. Al parecer no creyeron que yo merecía saberlo.

—Entonces es mejor que no lo sepas.

—Dylan... —forcé una sonrisa—. No soy una persona muy amigable cuando me ocultan las cosas.

—Esto me avergüenza —habló despeinando su cabello—. Tuve que haber cuidado de ella.

—¡Solo dime de qué es el maldito vídeo!

—Relájate Solange.

—¿Me vas a decir o no?

—En el vídeo estamos Linsy y yo —suspiró—. Estamos teniendo sexo. Alguien lo compartió.