Boarding School

| Capítulo 26 | Club.

👭🏽✨ SOLANGE ✨👭🏽

 

Mi padre me había enviado un mensaje diciendo que Scarlett iría por mí al colegio, porque desea pasar el fin de semana conmigo. Ahora entiendo el motivo de su pregunta en el colegio "¿No has hablado con tu padre?". Supongo que ella lo fue a buscar para pedirle su ayuda, ya que sabe que no le puedo negar nada a mi papá.


La conversación entre Jackson y sus amigos, seguía rondando en mi cabeza. ¿Qué fue lo que pasó aquella noche? ¿Qué puede ser tan malo para que Maddison tenga esa actitud? Quisiera gritarles a la cara que estoy aquí para saber la verdad de lo que le hicieron a mi hermana y para hacer que paguen por eso.


Espero poder descubrir algo en el club está noche. No precisamente de Linsy, sino del negocio clandestino de mis compañeros.


Y sigo sin creer que Scarlett se haya atrevido a ponerme eso como condición para dejarme ir al club. Aunque si lo pienso bien... Mi padre no me hubiera dejado.

 

 

—Aquí estás —asomó su cabeza por la puerta—. Pensé que estarías en tu habitación.

—Me fue imposible no entrar —desde que llegamos a casa, me encerré en la habitación de Linsy; me sentía más cerca de ella. Cualquiera diría que estoy siendo masoquista porque estoy en una habitación donde todo me recuerda a mi hermana.

—Lo sé... Y te entiendo —entró por completo a la habitación—. Yo a veces duermo aquí —se sentó a mi lado.

—La extraño.

—Yo también, mi niña —besó mi coronilla—. No hay día en el que no piense en ella.

—¿Crees que ella sufrió cuando murió?

—Lo que yo creo, es que ella nos amaba y nosotras a ella —me abrazó con fuerza—. Eso es lo único que debería de importar.

—Tienes razón.

—Vaya... Eso es nuevo —dijo entre risas—. Tú, Solange Nicholson, dándole la razón a tu madre.

—No es para tanto —reí con ella.

 

 

Las veces en las que hemos estado así, han sido una en un millón. No niego que me gustaría tener buena relación con ella, pero eso no va ser posible hasta que de verdad ponga todo su empeño en cambiar.

 

 

—¿Tienes hambre? —asentí acariciando mi vientre plano—. Voy a preparar los mejores tacos que jamás has probado.

—¿Desde cuándo cocinas?

—Creo que con un libro de recetas cualquiera puede cocinar —me ofreció su mano para ayudarme a ponerme de pie.

—Yo ni aunque me expliquen paso a paso.

—¿Cómo te fue en tu primera semana de clases? —preguntó cuando llegamos a la cocina—. ¿Es tan horrible como siempre decías?

—No está tan mal, ¿sabes? Excepto por el profesor de educación física —rodé los ojos. Con ella si me siento con toda la libertad de tocar el tema—. Tiene una obsesión por mujeres que pueden ser sus hijas.

—¿Intentó algo contigo? —inquirió seria.

—No —dije rápido. Es capaz de llamar a mi papá, y ese hombre va ir al colegio a armar un escándalo—. No te preocupes.

—Espero que siga siendo así. No queremos que tu papá termine en prisión, ¿cierto?

 

 

Mi papá no solo iría a prisión si un hombre mayor intenta pasarse conmigo, sino que también si es un hombre que, para él, no está a mi altura. Recuerdo que siempre mostró desagrado por Payton, pero hacía un intento por tolerarlo. Mi Nana siempre dice que para un padre, ningún hombre va ser lo suficientemente bueno para su hija.


Sigo pensando que está mal que ella quiera venir conmigo al club. Yo no voy a disfrutar y tener una noche alocada, voy para descubrir cualquier cosa que pueda ayudarme en contra de Jackson y sus amigos.

 

 

—Mami —dije con ternura. Ella se dio la vuelta y me miró con el ceño fruncido.

—¿"Mami"? —arqueó una ceja—. Nunca me has llamado así.

—¿Es necesario que vayas al club conmigo? —hice un gesto de desagrado—. Qué pena llegar con mi mamá.

—Sol, no conoces este lugar, nena... No voy a dejar que andes por ahí sola.

—No voy a estar sola, voy a estar con Dylan.

—¿Dylan es el chico de ahora? —preguntó curiosa.

—Si.

—Hagamos algo... Voy a estar de un lado con tu tía y, va ser como si no estuviéramos ahí.

—¡Mamá! —bufé haciendo un puchero.

—Sol, no me voy a arriesgar a que algo te pase —trató de hacerme entender—. Porque tu papá me mata.

—Tú siempre preocupada por lo que diga o piense mi papá —puse los ojos en blanco—. Tienes que liberarte de eso.

—Mi amor, tienes que entender que eres lo único valioso que nos queda —me rodeó con sus brazos—. Yo me muero si algo te llega a pasar.

 




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