| Capítulo 28 | Nada está bien.

👭🏽✨ NICK ✨👭🏽

Los días siguen pasando y, todavía no puedo creer que Solange se haya atrevido a pedirme tal cosa. Si me hubiese dicho que hablara con Maddison y tratara de sacarle información de lo que sea, con gusto lo hubiera hecho. Pero, pedirme que la haga creer que me gusta para obtener información, fue lo peor que pudo haber hecho. Lo que más me divierte, es verla irritada cada vez que se acerca a pedir disculpas y la ignoro. Ni siquiera le he dirigido la palabra en clases... Y eso la irrita aún más.

—Hola, mi amor —cerró la puerta a sus espaldas—. ¿Tienes un minuto?

—Aunque diga que no, tú te vas a encargar de que lo tenga, así que dime qué quieres.

—Como supongo que ya lo sabes —se acercó de manera seductora—. Hoy es mi cumpleaños.

—¿Qué hago yo con eso? —pregunté restándole importancia. Honestamente, no recordaba que hoy es su cumpleaños.

—¿Por qué eres tan grosero? —bufó—. Yo solo quiero que estemos en paz.

—Y podemos estar en paz —dije estando de acuerdo—. Pero eso no quiere decir que va haber un «Tú y yo» otra vez.

—¿¡Por qué no puedes entender que te amo!? —gritó exasperada—. Por un maldito error echas por la borda nuestro amor.

—"Nuestro amor" —reí—. ¿En qué mundo vives, Mackenzie? Estoy cansado de decirte que ya no te amo.

«¿En qué otro idioma le tengo que hablar para que me entienda?» es lo que siempre me pregunto. Le hablo de la mejor manera para que entienda que lo nuestro ya no tiene remedio. Es como si le entrara por un oído y le saliera por el otro.

—¿Ya terminaste con tu discurso? Porque tengo cosas que hacer.

—Siempre pones a todos antes que a mí. ¿Tienes una idea de cuánto me lastimas?

—Entonces puedes entender el orden de mis prioridades.

Al salir del salón, me encontré con Patrick. Desde que le pedí a mi padre que cambiara a Nicholson de profesor, no me ha dirigido la palabra. Tiene a la mayoría de chicas a sus pies, ¿cuál es su interés en ella? O sea, lo entendería si ella estuviera interesada en él, porque de ser así, yo me mantendría al margen, pero ella ni siquiera le da la hora.

—¿Te vas a quedar hoy?

—¿Lo pregunta el colega o el amigo?

—Ambos, Nick —rió por lo bajo—. Reconozco que actué de forma inmadura. Ya entendí que no soy el tipo de hombre que a ella le gusta.

—Es bueno oírlo —reí junto a él.

—Además, la he visto muy cariñosa con Jackson Fuller.

—Puede ser buena influencia para él.

—Te juro que pensé que te gustaba —palmeó mi hombro—. Pero porqué pondrías tus ojos en una mocosa, si tienes a dos mujeres como Mackenzie y Aiko a tus pies.

—Sin comentarios —bufé.

—Soy tu amigo. Conmigo no tienes que fingir nada.

—No estoy fingiendo nada, Patrick. Mackenzie es parte de mi pasado y la paso bien con Aiko cuando salimos.

—¿Profesor? —murmuró acercándose a nosotros—. ¿Me permite un momento?

—Supongo que es contigo.

—Lo que sea que la señorita quiera, puede esperar, ¿no?

No estás actuando como un hombre adulto y maduro, Nick. Pero tampoco se le puede llamar inmadurez al hecho de no querer hablar con ella. Porque digo, no somos amigos, es solo una alumna más en el colegio y yo soy su profesor. Ella debería de recordar cuál es su lugar.

—Los profesores siempre estamos a disposición de nuestros alumnos, ¿lo recuerdas?

—No me estás ayudando —lo miré mal—. Tiene cinco minutos, Nicholson.

—Te veo al rato.

—¿Y? —me crucé de brazos.

—Sé que sigues molesto por lo que dije el otro día, pe... —no la dejé terminar.

—No debería de tutear a sus profesores, señorita Nicholson —dije en un tono brusco, lo que pareció afectarle.

—¿Así es como van a ser las cosas ahora? —bufó—. Yo queriendo disculparme y tú actuando de esa manera.

—Por favor, no me tutee —junté mis manos como si estuviera orando.

—¡OKAY! Como usted quiera, profesor Harrison —dijo de mala gana—. Ya no voy a insistir en disculparme.

—Entonces vaya a clases y deje de perder su tiempo.

—Pensé que un psicólogo estaba ahí en todo momento para hablar con quién lo necesite, no solo con quien a él le interesa hablar.

Si le dijera lo bonita que se ve cuando se enoja, creo que dejaría de hacerlo, o quizá se enojaría aún más.